ShikaNaru - Que fastidio con el amor

Capítulo 13

No me sentía en lo absoluto motivado en mi primer día como Genin. Hoy era la asignación de equipos, y realmente no podía interesarme menos, estaba por irme cuando mi madre me llamó.

-Olvidaste algo- dijo para entregarme mi banda.

La tomé, y mientras salía de mi casa me la coloqué en el brazo, no era mi estilo llamar la atención colocándola en mi frente. En eso un pensamiento me invadió: «Estoy seguro que ese tonto se lo pondría en la frente» me reí momentáneamente imaginado lo llamativo que podía ser mi amigo, Naruto siempre era tan ruidoso, y siempre usaba un naranja tan brillante en su ropa, que no tenía dudas que portaría la banda así.

Pero inmediatamente recordé que ya no lo vería tanto como antes, probablemente estaría repitiendo el último año de academia.

Seguía caminando, pensando en que podría decirle para animarlo. Ayer después de la prueba no quise preguntar mucho, solo lo acompañé mientras lloraba.

Pero aún me parecía extraño, había mejorado bastante en su ninjutsu que debería ser lo suficiente para aprobar. Sin embargo, la decisión final la tenían los senseis.

Llegué al aula y busque un asiento vacío. Procedí a acomodarme para tomar una siesta, ya que aún no habían llegado la mayoría de mis compañeros.

-Que fastidio-susurré mientras cerraba los ojos y recostaba mi cabeza sobre la mesa.

-Buenos días Shikamaru- decía Chōji mientras comía.

-Buen día- dije de mala gana intentando dormir, mi amigo ya estaba acostumbrado a mi actitud matutino, por lo que no tomó a mal mi indiferencia.

La ausencia de Naruto parecía molestarme más de lo que debería, aunque fuéramos amigos no tenía sentido para mí que me afectase tanto.

Me resigné a qué no podía conciliar el sueño, e intenté distraerme, por lo que posé mi mirada en la ventana, viendo la suave brisa del verano el acariciar los árboles que se posaban en la ventana. Estaba absorto disfrutando del paisaje, que un grito me tomo por sorpresa.

-Hola todos- escuché la voz del rubio anunciando su entrada.

-¿Naruto?- muchos se cuestionaban que hacía ahí, ya que fue sabido que no había aprobado el exámen de graduación.

-Te recuerdo que la selección de equipos es para graduados- dijo Kiba en burla.

-Pues mira bien, que yo también soy un ninja  Dattebayō!-  decía con una amplia sonrisa llena de orgullo mientras señalaba su banda.

No podía ocultar la sonrisa que se había dibujado en mi rostro al verlo dentro del aula. En ese instante nuestras miradas se cruzaron, y al ver aquel brillante azul sentí un extraño nerviosismo.

-¡Mira Shika lo logré!- gritó con mayor emoción desde el otro extremo del aula.

-Que molesto- susurré cubriendo mi rostro sonrojado de la vergüenza. Pero honestamente no entendía porque mis mejillas se había colorado de aquel intenso carmesí. Sin duda Naruto siempre era tan problemático, pero estaba seguro que nunca me cansaría de estar a su lado.