Y sin darme cuenta terminé castigado, aparentemente a Iruka sensei si le molestaba que no le prestara atención. Llevaba durmiendo desde el primer día que me sorprendió que finalmente me reprendiera por ello.
Mi teoría era que sentía que estaba perdiendo su autoridad y el grupo se salía de control.
Pero yo no molestaba a nadie, a diferencia de otros, miraba a los chicos a mi alrededor.
Chōji no dejaba de comer en clase y estaba más enfocado en sus papas que en el curso.
El chico del clan Inuzuka se la pasaba jugando con su perro, ignorando completamente a todos. Honestamente no entendía como le permitían llevar a su mascota, pero eso no era mi problema.
Y finalmente teníamos a Naruto, al cual responsabilizaba de ser quién acabó con la paciencia de Iruka y provocara que este nos sacara del aula.
-Maldita sea, no es que quisiera estar en la clase, pero tampoco quiero estar cargando cubetas llenas de agua en el pasillo por una hora- me quejé.
-Todo es tu culpa Naruto- gritó aquel chico con un perro en la cabeza.
-Ni que ustedes le hubieran prestado atención, además yo estaba haciendo la clase más interesante para todos- decía con una sonrisa radiante.
-Solo estabas haciendo el ridículo, créeme que a nadie le parecía divertido que hicieras ruidos de gases mientras Iruka se movía- evidencié su estupidez.
-Habla por ti Shikamaru, eso era más divertido que escuchar la teoría básica del Taijutsu-
-¡Ya ves! todos nos divertimos- dijo Naruto aún feliz por no estar en clase.
-Me estoy muriendo de hambre- gritó mi amigo al sentir desesperación por abstinencia de alimentos la última media hora.
-Cálmate, ya casi es hora del almuerzo- le intenté tranquilizar, ya que sería un fastidio si comienza a lloriquear por el hambre.
-Hey toma- el rubio soltó la cubeta con cuidado y le dio una galleta a Choji.
Los ojos del heredero Akimichi se iluminaron y comenzó a comerla con emoción.
-Hey dejen se hacer tonterías si no quieren que les alarguen el castigo- les dije fastidiado al ver lo poco que les importaba la situación en la que estábamos.
Al menos ambos me hicieron caso y no fueron atrapados por Iruka.
-Por cierto soy Naruto- dijo sonriente, haciéndome cuestionar como podía siempre estar tan feliz, incluso al estar castigado.
-Ya lo sabemos tonto, si Iruka no deja de gritar tu nombre para regañarte- se quejó el Inuzuka ante lo obvio que era.
-Bueno pero yo no sé cómo se llaman ustedes- hizo un puchero, solo pensaba en lo infantil que se veía, pero era cierto en todo este tiempo nunca me había presentado con él.
-Me sorprende que no sepas el nombre del gran Kiba del clan Inuzuka- dijo con orgullo ese chico tan ruidoso.
-Yo soy Chōji Akimichi, y gracias por la galleta, de casualidad ¿no tendrás más?- dijo mi amigo mientras su estómago rugía.
-Eso era todo lo que tenía- dijo desanimado, incluso por su expresión llegué a pensar que quizás no tenía nada más para comer después, pero no creo que alguien sería tan tonto para darle su único alimento al pozo sin fondo de Chōji.
Pero mientras estaba perdido en mis pensamientos, me di cuenta que el rubio me miraba detenidamente, eso me hizo sentirme un poco nervioso, que incluso me sonrojé. Me sentía avergonzado al ser el centro de atención que me negaba a hablar.
Pero al prolongar aquel silencio incómodo, finalmente el rubio me preguntó directamente.
-¿Cómo te llamas niño de las nubes?- eso me avergonzó más, ¿cómo se le ocurrió llamarme así? Kiba no pudo evitar reírse ante la manera en que me llamó, pero al menos Chōji si entendió a que se refería.
-Que molesto, mi nombre es Shikamaru Nara, y enserio no me llames de esa manera tan vergonzosa- dije con un sonrojo más intenso que antes por la vergüenza, eso hizo que Kiba riera más.
-Shikamaru es un lindo nombre, así que no tendré problema en recordarlo ¡Dattebayō!- gritó con una gran sonrisa, en ese momento ya no sabía si mi sonrojo era por la vergüenza anterior o por su cumplido. Pero realmente necesitaba que este día se acabara, ya había durado demasiado.
Así pero de niño
ESTÁS LEYENDO
ShikaNaru - Que fastidio con el amor
Fanfiction"No es porque soy flojo, es solo porque no me importa", aunque lo repetía sin parar ya no podía creerlo. Naruto me importaba cada día más... ¡Que fastidio! Nunca quise enamorarme, pero al ver su sonrisa puedo confirmar que no me arrepiento de este s...