Capítulo 7

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Era muy temprano por la mañana, e iba de camino a la academia. Realmente odiaba ese aburrido lugar, especialmente porque tenía que levantarme temprano.

Pero aún con toda la pereza del mundo no faltaba. Chōji iba caminando a mi lado, pero ví que se detuvo. Alcé una ceja intentando entender porque no avanzaba.

-¿Ese de ahí no es Naruto?- mi amigo señaló al rubio que charlaba con otros dos chicos de la academia. Ambos nos quedamos observando ya que aquella conversación parecía sospechosa.

-Naruto puedes unirte a nuestro grupo- le dijo uno de ellos.

-¡Genial! ¡¿Hablas enserio?!- dijo con una gran y sincera sonrisa. Sin embargo, aún viéndolo tan feliz, yo no me podía sentir tranquilo, me sentía irritado, y no entendía porque, ya que era consciente que debería sentirme feliz por aquel solitario chico.

Estaba por irme cuando escuché algo que llamó mi atención.

-Ayer la unidad de mi padre luchó contra ninjas enemigos en las montañas. Y me dijo que quedaron cadáveres ahí- sin duda el flujo de esa conversación me estaba preocupando.

-¿Enserio?- decía impresionado el pequeño ojiazul.

-Si, entonces encuentra un cadáver y si traes alguna de sus pertenencias podrás unirte a nosotros-

-Muy bien, traeré algo- gritó entusiasmado para irse corriendo en dirección a las montañas.

Yo solo me sentía molesto al darme cuenta de la estupidez que estaba sucediendo delante de mi.

Cuando el rubio se fue, aquellos patéticos niños comenzaron a reírse. -Es un idiota, no sé da cuenta que lo hemos engañado-

Quería ir tras él y detenerlo de hacer una estupidez, desafortunadamente sabía que Naruto era un cabeza dura y no escucharía razones.

Chōji y yo llegamos a la academia, había estado más perdido en mis pensamientos que de costumbre, incluso mi amigo lo notó. Pero no podía evitar sentirme preocupado.

<¿Quizás fue un error no detenerlo? ¿Estará bien?> Pensaba constantemente ansioso, no éramos amigos cercanos pero definitivamente me preocupaba su bienestar.

No sé ni en que momento pasó pero Iruka sensei ya había arribado al aula,   que al pasar mi nombre en la lista tuvo que repetirlo por estar sumido en mis pensamientos.

Pero todo se complicó cuando lo mencionó a él.

-Uzumaki Naruto- dijo pero no sé emitió respuesta -¡Naruto!- gritó más fuerte levantando su vista al aula y darse cuenta que no estaba. -¿Alguien ha visto a Naruto- cuestionó Iruka mostrando su preocupación.

No pretendía quedarme callado, ya que confiaba que nuestro profesor podría ayudarle.

-Naruto fue a las montañas- grité inmediatamente sin mostrar duda en mi voz.

-Shikamaru cállate- contestaron furiosos aquellos imbéciles, los mire con disgusto al notar que no eran capaces de comprender la gravedad de la situación.

-Sus bromas son peligrosas- les reclamé y fue evidente que se sintieron intimidados.

Iruka sensei abandonó inmediatamente el aula.

...

Había pasado alrededor de hora, y no habían regresado. Me sentía ansioso porque pese a que yo no tuve que ver en esa estúpida broma, tampoco había ayudado a Naruto.

Suspiraba frustrado, mientras mis compañeros parecían disfrutar de la ausencia del profesor, yo no podía estar tranquilo. Ni siquiera era capaz de tomar una siesta.

...

Todos se callaron cuando Iruka llegó al aula con Naruto, era evidente que había sucedido más cosas, ya que el rubio tenía rasguños y raspones, además de que su ropa estaba sucia.

Quería preguntarle si estaba bien, pero inmediatamente Iruka comenzó con la lección del día.

Aunque la clase fue más corta, eso no lo quito lo aburrido. Sin embargo, mi mente divagó pensando en los posibles escenarios que pudo haber experimentado el rubio.

Que no me di cuenta de lo rápido que pasó el día.

-Eso ha sido todo por hoy, por favor realicen los ejercicios de la página 42 como tarea- dijo el mayor mientras comenzamos a recojer nuestras cosas.

Tras tomar mi mochila voltee en dirección del asiento de Naruto, pero ya no se encontraba ahí.

-Supongo que tenía prisa por irse- susurré.

Salí del aula, e inmediatamente sentí como tocaban mi hombro.

-Tienes un minuto Shikamaru- me decía el rubio con una mirada algo nerviosa.

Asentí y el chico cambio su semblante por una sonrisa.

-Gracias Shikamaru- dijo con gran emoción.

Nos alejamos de nuestros compañeros para tener oportunidad de hablar, el chico parecía un poco ansioso.

-¿Y bien- le pregunté sin entender que quería decirme.

-Gracias-

-¿Porque me agradeces-

-Iruka sensei me dijo lo que hiciste, le dijiste dónde estaba, y si no hubiera sido por ti, Iruka sensei no me hubiera podido salvar de aquellos ninjas extranjeros-

-Así que eso fue lo que les ocurrió- susurre meditando la situación.

-Bien ya no te molesto más, solo quería agradecerte- decía con la intención de irse, pero lo detuve de la mano.

-Espera- pude darme cuenta que no solo yo estaba nervioso por aquel contacto, pero me mantuve firme y le miré fijamente. -No necesitas hacer estupideces que te pongan en peligro para tener amigos, esos no son verdaderos amigos-

-No es como si en verdad supiera como es tener un amigo- su mirada se apagaba mientras decía aquellas palabras.

-Un amigo de verdad se preocupa por ti, y creo que eso nos convierte en amigos- el chico me miró con sorpresa.

-¿Lo dices enserio?- decía con una emoción indescriptible, que incluso lágrimas recorrían su rostro. El rubio sin dudarlo me abrazó de la emoción.

-Oye no es para tanto-

-Eres mi primer amigo, ¡claro que lo es!- eso me hizo esbozar una sonrisa.

<Creo que esto será un fastidio>

ShikaNaru - Que fastidio con el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora