ShikaNaru - Que fastidio con el amor

Capítulo 10

Hoy era entrenamiento con mi padre, como odiaba estos días. Era evidente que ni él ni yo teníamos ganas de esto.

Pero mi padre era consciente de su deber como líder del clan Nara y que yo debía seguir sus pasos como su sucesor.

Esto era un fastidio, y realmente lo odiaba, ya que me parecía injusto que hubieran decidido mi futuro por mi, cuando yo solo quiero tener una vida tranquila sin preocupaciones.

-Concentrate Shikamaru- me reprendía mientras se enfocaba a mostrarme como mejorar mi técnica de sombras.

Me era algo complicado pero estaba logrando aproximar mi sombra a mi padre.

-¡Vamos Shikamaru! ¡Tu puedes!- escuché un grito, pero al sorprenderme esto anuló todos mis progresos.

-Naruto, ¿Qué quieres?- me quejé irritado.

-Vamos Shika, solo quería animarte-

-¿Acaso no ves que estoy ocupado?- le reclamé intentando disimular lo nervioso que me sentía.

-Pero no fue para tanto- se quejaba muy ruidosamente que mi padre suspiro fastidiado.

-¿Podrían guardar silencio?- dijo cansado de nosotros.

Yo me quedé callado, pero mi rubio amigo no conocía a mi padre.

-Pero...- Naruto estaba por refutar pero mi padre usó el jutsu de sombras en él. -Ahhhh ¿qué está pasando?- gritó el niño horrorizado.

-Es la técnica del Clan Nara, y Shikamaru pronto la dominará, así que si quieres que tu amigo sea un ninja poderoso, es mejor que no lo distraigas- e inmediatamente lo soltó.

-El clan Nara es sorprendente, Shikamaru se que podrás hacerlo-

-Ya veo porque le agradas a mi hijo, ¿Quieres ayudarle con su entrenamiento?- el rostro del rubio se iluminó de la emoción, que al verlo sentía como ligeramente mi ritmo cardíaco se aceleraba.

-Bien, Naruto deberás impedir que la sombra de Shikamaru te alcance-

-Papá, ¿Cómo se te ocurre pedirle eso al más hiperactivo de mi clase?- me quejé.

-Te aseguro que este niño hará más entretenido tu entrenamiento-

-Qué fastidio- me quejé e hice las posiciones de manos para continuar con mi molesto entrenamiento.

Por un momento creí que sería más sencillo que con mi padre, ya que el rubio al no conocer mi técnica no sabría evadirla.

Sin embargo, cuando mi sombra estbaba por alcanzarlo, este lanzó unas kunais en mi dirección. Su tiro no era muy certero por lo que lo evadí con facilidad, pero igual me molesté.

-¿Acaso quieres matarme?-

-En una batalla real, un ninja no se dejaría tan fácil, y créeme que yo tampoco- sonrió muy seguro de sus palabras.

Así pasamos casi una hora entrenando, Naruto a la defensiva y yo usando mi jutsu de sombras.

Aunque quisiera negarlo mi padre tenía razón, fue más divertido con Naruto.

-Gran trabajo chicos- sujetó nuestros hombros y nos felicitó.

Pude notar como Naruto estaba emocionado al recibir atención de mi padre.

-Tengo que admitirlo no estuvo nada mal, pero se agotó mi chakra- me quejé.

-Es señal para ir a casa- ví como el rostro del rubio se decaía al escuchar aquellas palabras. -Naruto ¿Quieres acompañarnos a la cena?- la emoción que denotaba el chico era indescriptible.

-Siii, Dattebayō, muchas gracias señor- decía sin aguantar su felicidad.

Mientras el rubio recogía sus cosas, mi padre se acercó a mi y susurró.

-No reprimas lo que sientes, sino será una molestia- palmeo mi espalda y camino en dirección a nuestro hogar.

-Apresurense niños- gritó, mientras yo me sentía confundido por sus palabras. No podía entender la razón ni el sentido de su comentario.

-Que fastidio- susurré mientras caminaba hacia ellos.