Capítulo 41

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Vimos cómo el sol se iba desvaneciendo poco a poco y le dejaba espacio a la noche para que nos acompañara. Jungkook se negó a soltarme así que estuvimos toda la tarde abrazados sobre la cama y susurrando cosas. El departamento estaba en silencio, como intentando oír todo lo que fuéramos a decir. Él lloró por varias horas, pero su llanto cesó un poco más tarde, si yo también lo hubiera hecho probablemente él estaría un poco peor de ánimos.

La noche anterior no pudimos descansar muy bien, pues la policía se había llevado mi deportivo rojo, afortunadamente no me llevaron a mí porque Jin se los pidió y tras de tres horas caóticas rogándole a Jin para que deje que Jungkook vuelva a casa, recién pudimos acostarnos para descansar un poco. Aunque fue algo imposible conciliar el sueño, había muchas cosas de qué hablar y no queríamos hacerlo, tal vez porque ambos teníamos miedo de la realidad.

—¿Vas a mostrármela?

—No lo sé... —Jungkook mantenía los ojos cerrados, pero aún continuaba despierto.

—¿No confías en mí, mh?

—Lo hago, Tae...

—¿Entonces lo harás?

El silencio volvió a instalarse en la habitación, su respiración sonaba tan pacífica y tranquilizante, sobre todo tranquilizante.

—Está bien.


—Gracias.

A Jungkook le quedaban tres meses de vida.

Me lo dijo después de contarme la razón. Comencé a desesperarme, le dije que podía pagar lo que fuera, que podíamos intentar cualquier tratamiento para salvar su vida, pero se negó, me dijo que prefería vivir un poco más porque... las posibilidades son muy escazas. Se puso nervioso y volvió a llorar, así que no dije nada más, ¿acaso me estaba resignando también?

Toqué su mejilla con cuidado, pero no respondió, se había quedado profundamente dormido, así que me levanté con cuidado de no despertarlo y me dirigí hacia la sala, donde aún se mantenían sus cosas apiladas sobre las cajas. Tomé su diario y busqué la lista que encontré ayer en su interior, ella relució ante mí con 19 puntos, los cuales Jungkook quería cumplir:

» Visitar Paris.

» Subir a la montaña rusa.

» Confesarle a Taehyung mis sentimientos.

» Saltar de un helicóptero con paracaídas.

» Conocer a mi madre.

» Probar todos los sabores de la chocolatería del centro.

» Contemplar el amanecer en el río han.

» Comprar algo en Gucci.

» Regalarle juguetes a todos los niños del orfanato en donde crecí.


» Enamorar a Kim Taehyung.

» Conocer a Zion T.

» Visitar Hollywood.

» Perder la virginidad.

» Ir de fiesta toda la noche y regresar al amanecer.

» Besar a Taehyung.

» Rechazar a un chico guapo.

» Subir a un bus lleno y fingir que vengo del futuro.

» Besar a Taehyung bajo la lluvia.

» Amarme a mí mismo.

Es evidente, todas esas cosas requieren de mucho dinero para ser cumplidas, entendía su frustración. ¿Cómo deberíamos empezar? Tal vez lo que es más fácil, dejando los viajes para el final, tal vez un poco antes de los deseos que tenía conmigo... mi corazón se agitó con algo de disgusto, ¿por qué estoy en varios puntos? ¿Es por ese motivo tanta insistencia conmigo?

Entonces la puerta sonó, caminé con velocidad para que el sonido del timbre no despertara a Jungkook.

No queríamos que nadie supiera lo que estaba sucediendo, pero tuve que decírselo a Jimin para pudiera comprenderme y sin duda lo hizo. Abrí la puerta, sus ojos llenos de lágrimas se presentaron ante mí antes de abrazarme.

—Tae...


—No llores, cariño.

Jimin estaba destrozado con la noticia, y no podía lastimarme más, viéndolo en ese estado.

—Quiero verlo, ¿dónde está?

—Ahora está descansando, no pudo hacerlo en toda la noche.

—Entiendo, por favor hazle saber que para lo que necesite yo estaré aquí.

Asentí y tomé de su mano para llevarlo a la cocina. Cerré la puerta para no hacer mucho ruido y solté un suspiro antes de hablar. No sabía exactamente cómo Jimin iba a reaccionar.

—Jimin.

—¿Qué sucede?

—Hay... una lista de cosas que él quiere hacer antes de morir.

—¿En... serio? —Sus lágrimas seguían cayendo, así que con delicadeza las sequé.

—Sí, pero en esas cosas hay muchos viajes que él no puede pagar...

—Si ese es el problema yo lo financio todo.

—Él jamás podría aceptar eso... pero confía en mí, ¿bien? Si yo financio todo, poniendo la excusa de que ese será el pago por su trabajo, estoy seguro de que aceptará.

—Entiendo.

—Lo que quiero decir es que... quiero que sus sueños se cumplan y él solo me tiene a mí, yo no tendré mucho tiempo para ti, cariño.


—Oh. —Jimin cubrió sus labios con ambas manos y luego las retiró para hablar.— No tienes que mencionarlo, no te preocupes por mí, por favor haz que los deseos de Jungkook se hagan realidad antes de que...

—Gracias.

Él besó mis labios, tal vez por última vez durante mucho tiempo.

—Voy a extrañarte, pero no me importará compartirte un poco con él. Sé que lo aprecias como un hermano, así que es lo mínimo que puedo hacer. Si necesita algo por favor házmelo saber...

—Lo haré. En serio eres el mejor, en serio.










Jungkook, el chico tonto ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora