Eran alrededor de las cinco de la mañana y no había podido dormir tranquilamente. Jungkook volvió a rozar su culo contra mi entrepierna, en serio intenté tomar algo de espacio avanzando hacia la orilla, pero él continuó buscándome entre balbuceos. ¡Él sigue felizmente dormido, pero yo ya no puedo hacerlo, no con una jodida erección!
Algo de luz ingresaba a través de la cortina, muy pronto se levantaría para preparar el desayuno y darme un piquito, pero yo no estaba pensando muy bien en ese momento. Admiré su espalda pegada a mi pecho y sus brazos apoyados sobre la almohada, el silencio quebrantado por nuestras respiraciones. Me incorporé un poco con ayuda de mi codo y con el corazón algo agitado, deslicé la sábana hacia abajo, la bonita forma de su cintura apareció ante mis ojos y más tarde el short azul que usaba para dormir, en los días calurosos.
Sabía perfectamente que debajo de aquella tela no había nada, solo esa cosita deliciosa que me obliga a hacer de todo para poder ver y tocar. Sé
que él se siente seguro conmigo y sabe que no haría algo que él no quisiera, pero vamos, se está haciendo crónico bajarme la erección con agua fría y por dios, eso no es sano, al menos no para mí. Él no está colaborando mucho, tampoco es como si yo insistiera.
Su respiración sonaba pacifica, pero juraba que mis latidos resonaban. Observé cómo el deseo controlaba mi mano, la misma que sujetó el borde de aquella prenda, la cual deslizó con lentitud y mucho cuidado, asegurándose de que mi novio no despertaría tan pronto. Tragué duro cuando su culito apareció desnudo ante mí, exhibiendo una entrada cerrada y totalmente expuesta debido a la posición de sus piernas, una más levantada que la otra.
Miré alrededor con urgencia, agradecí que su maleta estuviera cerca, había visto ahí un poco de aceite de coco que supe que ayudaría mucho en esta ocasión. Estiré mi brazo para alcanzar el bote y extraer un poco sin dejarlo caer sobre las sábanas o ser brusco y levantarlo. Entré en pánico cuando dejé caer algunas gotas mientras bajaba mi bóxer y presionaba el aceite sobre la erección, el calor de mis dedos ayudó en dejar toda la zona perfectamente cubierta. Aún cuando las yemas de mis dedos brillaban con el resto de la sustancia, me tomé la libertad de tocar su piel, acariciando la forma circular de sus nalgas, finalizando en su entrada, mi objetivo, cuando sostuve el glande mordiendo mis labios y lo dirigí hasta ahí para iniciar mi ingreso brusco, bastante difícil entonces hasta que su interior me aceptó.
Jungkook soltó un jadeo de angustia y sus pies al igual que sus brazos comenzaron a removerse, sabía que Jungkook me detendría, sin embargo yo no lo permitiría, no hasta que él comenzara disfrutarlo tanto como yo, así que me aferré a su cintura clavando mis dedos a su piel y
aprovechando el impulso para ingresar un poco más en el transcurso de los segundos.
—¡T-tae! —Él lucía algo confundido con lo que ocurría, mientras jadeaba de dolor tratando de moverse y alejarse de mí. Realmente no quería hacerle daño, solo necesitaba un poco más de tiempo, aunque él se negara a racionalizar en momentos como estos.
—Bebé, calma.
—¡D-duele! E-espera…
Jungkook volteó la cabeza para mirarme y se vio sorprendido al hallarnos en esa postura, conmigo penetrando su interior y él desnudo de la cintura para abajo. Se veía débil, pues acababa de levantarse, casi sin poder hablar estiró su mano para sujetar mi torso, tratando de evitar que siguiera ingresando en él, mirándome con esos ojitos brillosos, inundados en lágrimas, formando un puchero que yo llené de besos. Debería pedir disculpas, pero no me detendría.
—Kookie, aguanta mi amor, aguanta… ¿quieres?
No alcanzó a responder porque mis labios se apoderaron de los suyos en el mismo instante en que de manera brutal terminé de ingresar por completo en su interior, nuestras bocas se separaron a causa de un grito chillón por su parte, y esa sensación placentera regresó a mí, la manera en la que esas paredes me apretaban y se abrían a mi tamaño como la primera vez. Las venas de mi pene laten ante el ardiente lugar y me motivan a embestirlo, pero tomé un poco de aire, decidí esperar, joder, es la persona que más quiero, no puedo lastimarle, no puedo.
—A-ah…
—Solo un poco más, bebé, un poco más…
—T-tae…
Su cuerpo comenzó a temblar, más en ningún momento intentó alejarse, a pesar del dolor que seguramente siente desde la cintura. Deslicé mi mano con lentitud, divisando cuán roja se había puesto su cadera a causa de mi torpe agarre y la metí entre sus muslos, para levantar su pierna derecha, la cual terminó por salir de aquel short y permitió que sus piernas se abrieran, dejando al descubierto su miembro, extendido sobre el muslo contrario.
—Mira bebé, me tragaste por completo.
Jungkook dejó caer su cabeza sobre las sábanas tras observar la posición comprometedora. Él respiraba agitadamente, tratando de ponerse firme para que yo no me moviera, causándole más dolor, pero creo que ha olvidado que cuando follamos él es quien termina volviéndose loco por mí, entregándome su culo.
La primera embestida llegó luego, con un Jungkook sin restos de lágrimas, con los ojos cerrados, dejándose llevar por todas las sensaciones y gimiendo agudo, sin importarle que su voz pudiera escucharse hasta la calle. Me sujeté de sus muslos muy bien formados y comencé a penetrar su interior sin un ritmo aparente, invirtiendo todas mis fuerzas y brutalidad en cada estocada, como un perro cogiendo a su hembra.
Sus uñas de clavaron en mi brazo, para sostenerse en el lugar y no deslizarse hacia adelante con cada golpe. Dejé que mi mano libre se internara por su torso, para abrazarlo y pegarlo a mi pecho, dejando uno
que otro pellizco sobre sus pezones, aun sensibles después de aquella noche divertida.
El momento llegó varios minutos después, Jungkook gemía mi nombre con esa voz errática y angelical, entregándome su culo para que se lo hiciera con más fuerza.
—¡M-más!
—Mh, ¿te gusta así, bebé?
Sus gemidos se rompían y sonaban aturdidos, pues el movimiento no le permitiría hablar con fluida claridad. Yo estaba metido en la gloria o en su ano, no sabía distinguir.
—R-rico…
—Te hacía falta… extrañabas mi polla en tu culo…
—S-sí…
Dejé caer su pierna con cuidado y liberé mi mano para escupir sobre la palma, antes de salir de su interior y dejar la saliva sobre el borde, para después volver a ingresar de golpe hasta alcanzar su punto dulce.
—Feliz Navidad… —Susurré, antes de propinarle una nalgada ruda, la cual respondió con un gemido erótico que me impulsó a seguir metiéndosela más a fondo.
—F-feliz… ¡ah!
¿Un día como hoy nació quién? ¿Jesús?
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Jungkook, el chico tonto ➳taekook [COMPLETA]
Fanfiction❝ Jungkook es un chico tonto que vive enamorado de Taehyung. Taehyung es el chico más rico y popular de la universidad, que odia a los tontos.❞ Portada editada por: @asumaretaekook