Capítulo 118

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No estaba borracho, no, solo estaba algo mareado. Sé que dormir nueve horas para bajarme los tragos no suelen ser suficientes, pero yo estoy bien y me siento bien. Ha pasado mucho tiempo desde que bebo de esa manera y el vacío en mi pecho se ha instalado de nuevo.

Mi secretaria envió esta mañana la información que le pedí acerca del grupo Bangtan y tienen una historia bastante interesante, son algo populares últimamente y tengo que admitir que hacen un buen trabajo. Pensando en eso arribé al lugar en donde ensayaban diariamente. Debido a su promoción independiente, no tienen una sala de ensayos y por lo tanto la comparten con aprendices. Ingresé con cuidado, revisando todos los pasillos de aquel edificio viejo y reconocí a Jungkook junto a otro integrante del grupo, ensayando en una de las salas.

Repito, no estaba borracho, solo un poco mareado.


—Buenos días. —Mi celular vibraba recibiendo llamadas incesantes de la empresa, por mí podían irse a la mierda, más cuando puedo volver a ver a Jungkook solo por un rato.

—Señor, buenas días. —Se apresuró a responder el muchacho escuálido que acompañaba a Jungkook, éste último solo disimuló y me saludó evitando la mirada.— Es un honor tener su presencia aquí.

Yo estaba sonriendo como una idiota y mi vista no dejaba de posarse sobre Jungkook y esos labios rojos que siempre me han vuelto loco.

—Veo que... están ensayando duro.

—Así es, trabajamos duro para dar lo mejor de nosotros.

—Genial. ¿Jungkook podemos hablar sobre algo importante? —Pregunté con confianza, provocando que su mirada se levantara para mirarme a los ojos. No tuvo opción a negarse cuando el otro chico le empujó, impulsándole a hablar conmigo.

Él no puso objeción, intentaba disimular que entre él y yo no había nada.

—¿Sobre qué? —Respondió.

—Negocios. —Lo dije con tanta seriedad que el otro chico volvió a empujar a Jungkook hasta que éste se posicionó a mi lado.

Salimos juntos y caminamos en silencio a lo largo del pasillo, no entendía por qué quería reír acerca de la situación cuando estaba totalmente herido. Tal vez porque esto me parecía absurdo. ¿Por qué mi bebé estaba tan molesto?

Dejé de caminar y me detuve para apoyar mi peso en la pared más cercana, juro que no estoy borracho, solo estoy mareado...


—Taehyung, ¿estás ebrio?

—¡No!

Jungkook siguió avanzando e ingresó en una habitación, yo le seguí con pasos apresurados y entendí que aquel lugar probablemente era el vestidor del lugar. Cerré la puerta al ingresar, Jungkook me miró a los ojos, observé una mueca de molestia en su rostro, creí que se veía hermoso, al igual que siempre.

—Te ves precioso.

—¿Por qué viniste? Ayer te dije lo que debía decirte. —Susurró, bajando la cabeza.

Yo eliminé nuestra lejanía, sosteniendo su mentón con delicadeza, para que me mirara a los ojos, los mismos que brillaban y que llevaban tristeza dentro de sí.

—Sí, pero no me permitiste decir lo que yo...

—Taeh-

—Te amo, probablemente te amo más de lo que ya lo hacía. —Mi pulgar acarició su mentón y ascendió hasta tocar la comisura de sus labios.— Lo único que he hecho desde que me alejé de ti es pensar en ti y volverme loco pensando en las maneras de volver a verte...

—¿Por qué nunca intentaste buscarme? ¿Por qué? —Su expresión dejó de mostrarse molesta, solo lucía triste mirándome directamente, esperando una respuesta sincera de mi parte.

—Porque no podía... —Él no estaba entendiendo.— Mi padre podría lastimarte, quería asegurarme de que estuvieras bien y para hacerlo


debería tener el poder... te juro que intenté hacerlo, me rendí muchas cosas y quise salir corriendo para ir a buscarte.

Besé su boca con miedo al rechazo y no obtuve respuesta hasta segundos después, cuando nuestros labios se acoplaron completamente, reconociéndose después de tanto tiempo, adorando la cercanía y el sentimiento que provocaba estar así de unidos. Mi mano abandonó su mentón y en compañía de mi mano libre, tomaron su cintura para apegarlo a mi cuerpo.

El beso fue bruscamente cortado cuando él impidió que continuara.

—Taehyung no podemos...

—Ese cabrón no te conoce ni la mitad de lo que yo lo hago.

—Ahora yo...

—¿Me amas?

—Por favor no...

—¿Me amas? Solo tienes que responder, si no ya no amas yo...

—Ya no te amo. —Dijo cruelmente, sin mirarme a los ojos.

Eso había terminado por destruirme, fui yo el ingenuo que luchó solo para volver a tenerlo en mis brazos, cuando él ya había encontrado a alguien más y probablemente ya tenga una historia en donde yo soy nadie, solo otro capítulo que no quería recordar, me había convertido en eso.

—Fue un error haber venido hasta aquí imaginando que seríamos los mismos de siempre, ¿verdad?

—Lo lamento.


Eso era todo, ¿iba a rendirme? Él se ha rendido mucho antes.

—Déjalo, yo... solo... debería ir a casa. —Me alejé de su lado, no soportaba la humillación de haberme presentado de esa manera solo para que me rompiera el corazón. Caminé con rumbo hacia la puerta, miré atrás solo para observar su rostro una última vez, antes de abrir la puerta.

Empecé mi camino, estaba lo bastante mareado como para no poder caminar firmemente, la gente me miraba con curiosidad mientras recorría el pasillo con rumbo hacia la puerta de salida. Me refugiaría en los brazos de Nam, le contaría cuán estúpido había sido estos años, luchando por nada.

—¡Taehyung! —Me di la vuelta de inmediato cuando escuché la voz de Jungkook, quien me abrazó con toda la fuerza que sus brazos poseían. Lloró sobre mi pecho, luchando contra su agitada respiración.— Te amo, te amo, nunca voy a dejar de amarte... perdóname, mentí, te amo.

Lo sostuve entre mis brazos, le abracé con fuerza, temiendo que alguien pudiera arrebatarme aquel hermoso momento, estaba herido, sí, pero él me había devuelto el alma.

—Jungkook...

—Te amo, pero por favor no me pidas cambiar todo lo que he construido por favor. —Sonreí con tristeza.

—No pediría nada que pudiera hacerte infeliz...

—Yo...


—Pero por ti dejé todo y sería capaz de hacerlo las veces que sean necesarias, eres lo más hermoso que llegó a mi vida y no quiero dejarte ir, no una vez más.

—Por favor no digas eso.

—Solo te pido una oportunidad, te pido la oportunidad que se nos arrebató.

Jungkook alejó su cabeza de mi pecho y me miró con esos ojitos inundados de lágrimas.

—Lo lamento...

—Eres mi mitad, nadie en este mundo te conoce como yo y nadie en este mundo me conocerá más que tú y si no hemos nacido para estar juntos, el mundo se puede a la mierda.

—...

Las miradas se posaron sobre nosotros, Jungkook se veía algo asustado, los rumores podrían expandirse y sabía que él no quería eso. Se alejó de mi lado y regresó corriendo hacia las salas de ensayo.

—¡Regresaré mañana! ¡Vendré por ti! —Grité con fuerza.

Porque dentro de dos días se realizaría la boda.











Jungkook, el chico tonto ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora