Capítulo 97

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-Entonces fingiremos no conocernos, pero casualmente llegaremos al mismo tiempo, ¿entiendes?

-Síp.

Sentí mucho calor al vernos tan cerca de la puerta, nada había cambiado, incluso los de seguridad seguían siendo los mismos, no sabía lo que me esperaba dentro, si es que me dejaban pasar, pero tenía que ser valiente por Jungkook, no permitiría que se quedara solo ahí dentro.

-Bien, ¿cuál es tu nombre ficticio, bebé?

-Me llamo... Darling.

Estallé en risas al oírlo de sus labios y él me dio un ligero codazo para que callara, así lo hice, pero luchando con volver a reír.

Esperamos un par de turnos antes de estar en el ingreso, la risa se me había ido, ¿y si mi padre había contado todo lo que sucedió? ¿Y si me echan a patadas del club?

-Joven Kim, buenas noches. -Dijeron al mismo tiempo los de seguridad, haciendo una reverencia respetuosa en cuanto me vieron y yo asentí con nervios, ingresando por la puerta.

Mi padre... no dijo nada, supongo que mi vida social no está del todo arruinada.

Jungkook ingresó detrás de mí y me dio una última mirada antes de perderse en los vestidores de mujeres. Yo no supe qué hacer, me sentía muy ajeno a todo ello, sentí que aquello ya no me pertenecía, que ingresé bajo una mentira. Admiré al fondo los sofás en filas y me recordé


ahí, olvidándome de todo, riendo sin parar con varios amigos, sin preocuparme por nada...

Avancé despacio hacia la barra, sabiendo que hoy era libre por la reunión del aniversario, sentí algo de nostalgia, pero la sensación de ser ajeno a todo esto no desaparecía. Pedí un vaso de cerveza y me di la vuelta para observar a las mesas y a las personas, divisé a muchos amigos que estaban perdidos en su mundo, sin darse cuenta de que Kim el hijo prodigo había regresado. Gran estupidez.

Y Jungkook pasó a metros de mi lado luciendo aquella bonita falda, mirándome con una sonrisa avergonzada, con dirección a las mesas para empezar su trabajo y no me sentí tan ajeno, cualquier lugar se sentía como mi hogar si él estaba ahí.

Estuve media hora mirando cómo se movía de un lado para el otro y gruñendo cuando varios chicos se volteaban para mirarle de manera fija y sonriéndole sin vergüenza, pero todo se mantenía en buenos términos, hasta que observé cómo su rostro cambió seriamente en una mesa del fondo. Yo estaba dispuesto a levantarme para enterarme de lo que sucedía, pero él regresó a la barra para entregar los siguientes pedidos. Le interrogaría cuando llegáramos a casa.

-¡Taehyuuung!

Aquella voz me sacó de mis pensamientos y cuando me di la vuelta encontré a Mark con una sonrisa enorme en el rostro, tomando asiento junto a mí. Había pasado varios años desde que no lo veía, no sabía de su regreso del extranjero.

-Brooooooou.

-Te busqué por meses, nadie sabía de ti, ¿has estado bien?


¿Acaso no sabía que mi padre me desheredó y me quitó todo?

-Sí, ya sabes, ocupado.

-Lo supuse. Te extrañé, no sabía con quién entablar un conversación profunda, esa de putas y cervezas.

-Hahaha, Platón quién te conoce.

Ambos estallamos en risas, mientras brindábamos con un par de cervezas y mirábamos a las personas, apoyados en la barra.

-He estado viendo a alguien desde hace rato, quiero ligármela.

-Ah, ¿sí? ¿Quién?

-Ella. -Señaló a una de las mesas que atendía Jungkook, yo no pude distinguir a ninguna mujer ahí.

-¿Quién?

-Ella, la mesera de pelo largo.

Yo seguía en mi trance, tratando de buscar a una mujer, pero caí en cuenta de que señalaba a Jungkook. No me causó molestia porque primero, es mi bro.

Y segundo, no hay persona más heterosexual en este mundo que Mark, en serio le gustan las mujeres, lo supimos cuando Jackson intentó ligárselo y lo único que logró fue que conociera a su hermana y terminaran saliendo un par de meses.

-Ah no hermano, consíguete la tuya.

Él explotó en risas y me dio un codazo.

-¿Le hablaste?


-Emh... no. -Digamos.

-Tengo miedo de hablarle, es que es hermosa... y rechazó a los dos chicos de allá.

-¡¿Qué?! ¿Cómo lo sabes? ¿Cuándo?

-Oh, hace una hora, uno intentó sacarle el número y el otro la invitó a salir, pero ella los rechazó sin piedad, bro, está muy difícil.

Ya me imagino a Jungkook, usando sus falsetos angelicales para rechazar a esos hijos de puta.

-Vaya... qué difícil. -Sí, ajá.

Jungkook pasó cerca de nosotros, mirándome atentamente y Mark se quedó callado, sin moverse ni un poco, tal vez algo nervioso con aquella interacción.

Quería reír hasta más no poder, pero aquello arruinaría todo. Mark era tan hetero que pensar en que estaba actuando así por un chico, me causaba gracia.

-Iré a hablarle. -Eso nunca.

-No, bro. Ella me ha sonreído desde hace rato, creo que le gusté.

-Fuck, really?

-Claro, ¿no viste la mirada que me dio?

-Ella me estaba mirando a mí, bro.

-No, bro.

Nos quedamos en silencio un par de minutos, bebiendo un poco más y esperando ver a... Darling de cerca.


-Ella... ¿sabe que eres un Kim?

-Probablemente no. No ligo por mi apellido, eh.

-Demuéstramelo.

-Ya te lo he demostrado, ella se muere por mí, bro.

-Quiero apostar. -Mark, se removió sobre su asiento, pensando sobre la apuesta.- Un abrazo.

-¿Solo eso? -Yo lo tengo en cuatro sobre mi cama casi siempre.

-Eres diabólico, haha. Mira, apostemos 30 dólares en un beso.

-No lo sé, es muy poco...

Mark me miró con asombro y negó con la cabeza.- Apostemos 50, valdrá la pena cuando te de una bofetada.

-Vale, acepto y si me da la bofetada... vaya que valdrá la pena.

Me levanté de mi lugar, ese dinero nos ayudaría bastante y por un beso era prácticamente un regalo. Jodía un poco que le quitaría el dinero a Mark por un engaño, pero apuestas son apuestas.

Avancé hacia Jungkook, él al percatarse de mi presencia me regaló una bonita sonrisa.

-Oye, luces muy bien hoy.

-Basta... -Su vergüenza me ponía y no esperé más, probé sus labios con ansiedad, al par de mis caricias sobre su cintura. Tuvimos que separarnos después, ante la mirada molesta de algunos clientes.

-No te esfuerces tanto, cariño, no olvides que solo es un favor.


-Está bien, amor.

Jungkook continuó con su labor y yo volví a mi lugar con la frente muy en alto, y el ego por los cielos sin una razón clara. Mark tenía la boca graciosamente abierta y no pestañeó hasta que me vi a su lado, tomando un par de tragos a mi cerveza.

-Y bueno...

-¿Cómo carajos lo hiciste?

-Verás, las palabras bonitas y seductoras ayudaron.

-Pero no entiendo, ¿qué le dijiste exactamente para que se dejara besar?

-Palabras bonitas. -Mark mostraba una expresión de confusión y a la vez admiración.- Bueno, cumplí con mi parte, es tu turno.

Él soltó un suspiro y me entregó el dinero sin protestar.

-No entiendo...

-Es simple, solo le dije 'nena, me traes caliente, eres preciosa'.

-Imposible.

-En serio, solo eso y las tienes a tus pies.

Los minutos pasaron volando, aún más cuando Mark comenzó a contarme todo lo que había hecho en su viaje. Todas las experiencias que tuvo le ayudaron a madurar, o eso aseguró, porque sigo viéndolo como al chico inocente que se dejaba influenciar por cualquiera.

Namjoon ingresó entonces y nos saludó, me sentí feliz de poder darle un abrazo y decirle que si me necesitaba para algo estaría ahí. Juro que estaba a punto de decirle que su novio está enfermo, pero no me lo


permití. Namjoon vino esa noche para conversar con un par de chicos, hijos de los empresarios con los que firmó su padre un contrato, para asegurarse de que las relaciones se encuentren estables.

Ni siquiera se dio cuenta de la presencia de Jungkook cuando pasó por su lado.

Namjoon era un buen chico en todos los sentidos y Jin un estúpido, no se lo merecía.

Faltaba poco para que el turno de Jungkook terminara y lo agradecía en demasía, porque tenía mucha hambre y quería dormir.

-Tae, ¿te la vas a ligar?

-¿A quién?

-A la mesera.

-Probablemente sí.

-Nah, yo creo que no, lo que tuviste fue suerte y se hallaba de buen humor.

-¿Estás dudando de mis dotes para ligar, Mark?

-No, pero esa chica es difícil.

-Apostemos, maldita sea.

-Haha, vale, quiero recuperar mi dinero, así que como perdí me parece justo que yo elija el reto.

-Bien.

-Si realmente quiere ligar contigo, dejará que toques sus senos. -¿Sus qué?


-¿Qué?

-Sí, te aseguro que ella no te golpeará donde no te entra el sol. -Dijo con sarcasmo.

Bueno, sé que Jungkook podría ponerse incómodo con ello y perdería la puesta, pero también podría explicarle que es un reto.

-¿De cuánto estamos hablando?

-100 dólares.

Joder, era demasiado y no tenía nada en el bolsillo más que lo ganado en la primera apuesta. Pensé en desistir, pero si ganaba ya tendríamos dinero para estar seguros este mes.

-Jalo.

-Te haré una estatua, Taehyung, tú sí eres un macho.

Me levanté con desconfianza, esperaba que Jungkook reaccionara de la manera más tranquila posible.

Tomé su mano en cuanto lo encontré, él me siguió hasta una esquina vacía, lejos de la barra.

-Bebé, ya casi termina tu turno.

-Sí, amor. Termino y nos vamos a casa.

-Jungkook...

-¿Sí?

-Quiero hacértelo.

-T-tae... ¿qué dices?


Callé su boca con un beso y mis manos viajaron desde su cintura hasta sus senos falsos, los cuales apreté con algo de fuerza. El relleno se sentía algo extraño e incluso divertido. Jungkook no se quejó, tal vez porque ni siquiera estaba enterado de que estaba tocando aquello y estaba tan perdido en mi boca, respondiendo a la intensidad de mi beso.

Nos separamos cuando él soltó un pequeño jadeo combinado con mi nombre.

-Precioso, apresurate, ¿bien?

-S-sí...

Jungkook caminó con velocidad hacia las mesas y yo fui en dirección hacia Mark, a quien la expresión de asombro no se le borraba por nada del mundo. Tomé asiento a su lado, con un ego enorme sobre mi cabeza.

-Hoy follo, bro.

-¿Cómo.mierda.lograste.eso?

-Ya te lo dije, tienes que seducirlas.

-No, bro. Ella dejó que... debí hablarle primero.

-Sorry, fue mía desde que la vi.

Mark en silencio sacó el dinero de su billetera y me lo dio sin despegar su vista de las meseras que se movían alrededor.

-No serás el único que folle hoy, voy a ligarme a esa de allá, deseame suerte.

-Suerte.


Mark se levantó con seguridad y caminó hacia a una de las meseras que hacía su trabajo tranquilamente, no pude reaccionar y detenerlo porque él ya estaba sujetando la cintura de la pobre chica. Claramente vi cómo le susurraba un par de palabras, tal vez las mismas que le dije que funcionaban y que obviamente no lo hacen. Segundos después le robó un beso y la chica reaccionó dándole una bofetada dramática y ruidosa.



Mark regresó con la cabeza gacha, acariciando su mejilla para apaciguar el dolor, luego me miró con unos ojos de perrito regañado que me hizo sentir culpable.

-Es que no es la manera, bro.

-A ti te funcionó.

-Primero tenías que hacerle saber que te interesa...

Lo cual es raro, porque usualmente las meseras del club son fáciles de ligar.

-Déjalo, no vine a ligar de cualquier manera.

Fue agradable ver a Mark de nuevo después de tanto tiempo, quise quedarme un poco más pues divisé a varios amigos quienes me llamaban con las copas en mano, pero solo alcancé a despedirme, porque Jungkook ya estaba listo, esperando por mí con una sonrisa preciosa.

Mark me susurró un 'disfrútalo' antes de que mi novio y yo nos marcháramos con rumbo a casa.

-Así que dos chicos intentaron ligarte...


-¿Cómo lo supiste?

-Tengo oídos en muchos lugares.

-Uh...

-Si te sirve, Namjoon vino a hablar de negocios.

-Ahora lo sé.

-Házselo saber a Jin, porque si hace estas cosas de nuevo, haré todo lo posible para que Nam se fije en otro chico.

-¡Tae, ni se te ocurra!

-Hablo en serio.

Hablaba en serio.








Jungkook, el chico tonto ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora