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Cuando le conté todo a Bairon enloqueció, aunque también me regaño por salir sola.

Aún seguía en mi habitación algo agotada. Bairon estaba en su laptop muy concentrado.

—¿Mucha tarea?—pregunté esperando el mensaje de Herz.

—Si—respondió aún con la mirada fija en su laptop—Que suerte tienes.

—¿Por qué?

—Es que la universidad es una tortura—me miro con unas enormes ojeras.

Comencé a reír negando con la cabeza.
Ahí me llegó una notificación.

Herz.

Hoy no viniste a acosarme.

Me puse como loca y le enseñe el mensaje a Bairon, el lo dijo fuerte y claro.

—Llamalo.

—¿Estás loco?—abrí los ojos—Hablo en serio, ¿Qué le digo?

El cerró la laptop, y me miró.

—Escucha—tomó mi teléfono—solo llámalo, si responde es por qué quiere hablar contigo, si no ya sabes la respuesta.

Sin tiempo de poder decir algo, llamo a Herz.
Enseguida me altere pero ya era muy tarde, el chico contesto muy rápido.

-Hola..

Su voz, su voz se escucho tranquila, serena, de una persona sin preocupaciones.

Bairon me miró tipo; Qué esperas, habla

-Eh Hola.

Se escucho como rió al lado de la línea.

-No me acosas hoy, pero me llamas por teléfono.

Enseguida no supe que decir, que el tuvo que volver a hablar.

-¿Sigues ahí?

- Si, si, hoy no pude ir a acostarte-respindi rápidamente.

-Entiendo,veo que sabes a qué hora estoy aquí, así que espero encontrarte pronto.

Bairon tuvo que taparse la boca con ambas manos reprimiendo una risita.

-Si seguro.

—invítalo a salir—susurró.

-¿Te gustaría salír? -pregunte muy rápido y tire el teléfono en la cama.

—Estas loca—Bairon tomó el teléfono y lo puso en altavoz.

-¿Sigues ahí?-pregunto el.

-Aqui mismo.

-Bien, solo dime y salimos cuando quieras.

Bairon comenzó a reír y yo me quedé rígida.

-Si, si , si claro seguro, Adiós.

Colgué y me quedé ahí sin decir nada.

—¿Por qué colgaste?— me movió por los hombros.

—No lo se—me tape la cara con ambas manos.

—Escucha—bajo las manos de la cara—Le dirás qué el viernes puedes salir.

—No se.

¡Dios que he hecho!

Tomo mi celular muy rápido y escribió, intente quitárselo pero el es más fuerte.

—listo—sonrío como un angelito.

Un solo corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora