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El día de la graduación había llegado.

Bairon traía puesto una toga de color azul eléctrico, que cubría todo su cuerpo. Su cabello oscuro bien peinado y una sonrisa impecable.

Cuando lo nombraron y resivio su título, me dió mucha nostalgia. Recuerdo que cuando era niña siempre me decía que ese era su sueño.

Convertirse en un abogado.

Ahora ya lo era y estaba segura que le iría muy bien.

Antes de que la ceremonia empezará hablamos un rato, o más bien aclaramos algunas cosas. Bairon estaba preocupada con que saliera con Herz y terminará lastimada, por lo de su enfermedad, pero le aclare que eso no me alejaría, seguiría con el. De alguna forma extraña, siento que Herz no está enfermo, es como si en el fondo supiera que se salvara. Nos salvaremos.

También me dijo que planea casarse con Sara en cuanto tengan a su hijo y estén mejor económicamente. Estoy segura que será la boda del año, ya que Sara es algo.... extrovertida.

Justamente está lloriqueando a mi lado e inconscientemente me remuevo de mi asiento.

—Lo siento, es el embarazo—se disculpa.

Eso me hizo reír.

—Tranquila—tome su mano.

Espero y no esté llena de mocos.

La ceremonia continuo con normalidad,
Fue en el enorme jardín de la universidad. Todo estaba en orden y bien puesto. El día estaba iluminado por el sol que azotaba con fuerza, aunque corría un poco de aire. Las fotos empezaron y todo el mundo se apuntaba, al llegar mi turno Bairon me abrazo y giro mi cuerpo al mismo tiempo.

—Lo logré Sadie—alza su diploma emocionado—lo eh conseguido.

Sostuve su rostro entre mis manos.

—Estoy muy feliz por ti Bairon, te lo mereces.

Sin duda se lo merecía, las largas horas de estudios, las perdidas de fiesta que según el eran lo peor, los trabajos, informes y un sinnúmero de cosas. Su esfuerzo y dedicación lo hicieron cumplir su meta.

Y pude estar aquí.

Estoy aquí.

Después de tomar miles de fotografías nos dirigimos a casa, a prepararnos para la fiesta, aunque aún faltaban unas cuantas horas.

La fiesta sería en un club. Papá se encargó de todo, sería una fiesta para que todos los graduados pudieran asistir. Bairon me dijo que la mayoría iría así que sin duda el lugar estaría lleno de gente.

Al atardecer como a las seis de la tarde tome un baño y me puse el vestido ( que Herz escojio) peine mi corto cabello y  adorne mis orejas con unos aretes de estrellitas, por último unas sandalias bajas. Odio los tacones.

Lista.

Me sentía bien normal, lista para la ocasión hasta que Sara entro a la habitación y me examinó con los ojos. Sara traía su vestido color amarillo largo con su abertura en la pierna. Wow pero que tacones. El cabello negro muy bien planchado y su maquillaje la hacían ver más encantadora que nunca.

Se acercó y me sonrió amable.

—Te ves hermosa, de verdad pero...

—No tengo maquillaje—termine por ella—pero no lo nesecito.

—Solo un poco—la mire no muy convencida—prometo no dejarte como una payasa.

Ambas reímos.

—Esta bien, solo un poco.

Un solo corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora