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La canción comenzo.
Taylor Swift -Daylight.

Las niñas nos dieron las indicaciones.

-Herz pon tu mano en la cintura de tu chica-el rió y puso su mano en mi cintura.

El "Tu chica" me puso contenta.

-Chica de Herz pon tu mano en su hombro.

Obedecí.

-Herz junta las manos con tu chica.

Era gracioso hacerles casos, pero divertido a la vez.

-Ahora empiecen, pasos lentos.

Dimos pasos hacia atrás y hacía delante. Pasos lentos y inespertos, su mano en mi cintura me hacian sentir demaciado nerviosa, que tenía ganas de gritar de la emoción.

Tranquila no exageres.

-¿Lo estoy haciendo bien?-alzo una ceja.

-Muy bien.

La canción era demasiado hermosa. Amaba a Taylor Swift y por lo que veo la mamá de Herz también, quién fue la que puso la canción y no dejaba de tararearla en el fondo del lugar mirándonos y sonriendo.

-¿Te gustó la carta?

La carta.

Sinceramente amaba eso de Herz. El no era de esos chicos que te ponen indirectas en sus estados o te dedican videos de parejas. El era diferente y eso me gustaba.

Creo que le gusta ser detallista, así como me regaló la flor de papel el día de picnic.

Y ahora estaba esa carta, la cual recordaba perfectamente lo que decía.

Para la chica rara, esa que está obsesiónada conmigo y no dejo de acosarme hasta conseguir mi atención, aunque en el primer día la tuvo por completo.

No sabía si la volvería a ver, creí que solo sería algo que olvidaría con el tiempo, pero el segundo día que me habló nuevamente, supe que caería en el echizo de sus ojos, esos que tanto me gusta mirar.

No te emociones mucho eh.

Att.
Herz Wuilians

-Me gusto mucho. No me lo esperaba.

-Lo tomaré como un cumplido-solto una risita-tus manos están sudando mucho.

Ante lo que dijo reaccioné me enrede con mis pies y casi caigo, pero Herz fué hábil y me sostuvo.

-Te tengo-sonrió-estas en buenas manos.

-Grácias por eso.

Aparte la vista y me fijé en las niñas quienes nos miraban tiernamente, y ahora bailaban entre ellas.

Era como si les gustará vernos bailar , así como si fuéramos una linda pareja.

-Las niñas lucen muy felices-dije volviendo a mirarlo.

-Bueno, jamás me habían visto con una chica.

-¿Debo sentirme afortunada?

-Eres afortunada, no cualquiera puede bailar con este guapo-dijo divertido.

-Callate.

Ambos reímos.

Nos movimos por todo el lugar.

-Por cierto, ¿Cuando dibujarlas en esa pared del restaurante?

-Creo que mañana-lo pensé un momento-si. Mañana dibujare.

Un solo corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora