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Al terminar el tratamiento me sentí más relajada, aunque agotada al mismo tiempo. Después de raparme por completo tengo que admitir que no ha sido fácil, especialmente para mi padre.

Estos días lo he visto más vulnerable, incluso ha dejado de ir al trabajo por estar conmigo, cosa que agradezco, pero aún así no debería dejar el trabajo a un lado, también tengo a Eli, a Bairon, Sara y mi pelirrojo.

Y es por eso que amo tanto a mi pequeña familia, ya que han sido de gran apoyo en este momento.

—El viernes es la revelación de sexo del bebé—Bairon nos dice

Mi padre asiente y Herz, quién sostiene mi mano me mira en busca de una  respuesta.

—Yo..

—¿Le estás pidiendo permiso?—Bairon se burla—¿Es en serio?

Herz se rió negando con la cabeza.

—Claro, tengo que saber que vestido va usar para convinarlo con mi corbata.

Bairon no contiene la risa y suelta una carcajada.

—Son todo unos cursis.

—Cállate—pongo los ojos en blanco y me giro hacia Herz quién me mira divertido—usare un vestido rosa.

Asiente y besa mi mano.

Salimos del hospital y al llegar a casa Eli nos esperaba con un delicioso almuerzo, creo que ya dejó las comidas de enfermó a un lado. Ya todo en la mesa disfrutando de la comida les diría lo que eh estado pensando.

Mastique rápido la comida y me relaje un poco.

—Quisiera ir a la baia do sancho.

Por un momento nadie dijo nada, pero mi padre se aclaró la garganta incomodo.

—¿Podemos hablarlo en otro momento?

—¿Que tiene de malo ahora? Solo digo que quisiera ir a la play...

—Sadie—me interrumpe y pude ver qué estaba algo molesto—lo hablamos luego, tenemos que saber si es bueno para tu salud.

—No es nada malo.

—Lo se, pero tenemos que consultarlo con el doctor.

—Esto es injusto, solo quiero ver el mar ¿que tiene de malo?

Cierra los ojos un momento.

—Es un viaje muy largo, no voy a ponerte en riesgo de...

—¿Morir?—le digo incrédula—porque llevo la mayor parte de mi vida pensando en la muerte y ahora no me permites olvidarme de ella un momento.

—Sadie, no es eso.

—¿Entonces?

—Es complicado.

Niego con la cabeza frustrada.

—No lo es, papá.

Me levanté de la mesa sin terminar el almuerzo y fui hasta mi habitación. Es completamente injusto, solo quisiera ir unos días, nada mas. Toda mi vida me la he pasado encerrada en casa, lejos del mundo. Solo quiero vivir.

Unos segundos después Herz ya se encontraba hay.

—Solo se preocupa por ti—me dice.

Suspiré cansada.

—Lo se, pero no tiene nada de malo, solo es ir a la playa—me gire para mirarlo, pero pude ver qué estaba algo pensativo—¿Pasa algo?

—Es solo que hace mucho tiempo me sentía igual a ti.

Un solo corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora