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Besar a Herz se sintió inexplicable. La manera en la que me beso, en la que su sonrisa me hacía sentir, en la manera en la que las dudas desaparecieron.

Después de aquel beso que repetía una y otra vez en mi mente, no se cómo fui capas de ir al cine con el. Literalmente estaba sentada a su lado sonriendo como nunca, sosteniendo su mano y solo pensando en nosotros y no prestando atención a la película que estábamos viendo.

Después del beso decidimos ya no hablar más del tema de la muerte, aunque suene feo así es. Creo que después de saber ambos de nuestras enfermedades algo se sentía diferente.

Era miedo.

Pero ya he vivido con miedo la mitad de mi vida. Ahora quiero disfrutar de su compañía y sentirnos bien con nosotros mismos, eso es lo que decidimos.

No preocuparnos.

Vivir aunque el miedo este ahí, pero poco a poco se valla disminuyendo.

Habían pasado tres días desde nuestra cita en el cine que fue de lo mejor. Herz con miedo y yo riendo de el.

Me encontraba en la casa de Bairon. El se había ido a la universidad para organizar unas cosas para su graduación que era en unos días.

—¿Que dibujas?—preguntó Sara sentándose en el sofá a mi lado.

—Lo más importante de ayer.

—¿Qué?—frunció  ligeramente el ceño—¿Es un tipo diario dibujo, o algo así?

—Si. Algo asi.

Me gustaba dibujar lo mejor de los días en mi libreta. Desde que el cáncer volvió eh empezó de nuevo, es como una manera de sobrellevarlo.

Nos quedamos en silencio unos minutos, ella en su celular y yo dibujando.

—¿Quieres ir de compras?— pregunta de la nada, podia ver la emoción en sus ojos y como casi me lo suplico.

—Es por la graduación ¿Verdad?

—Si.

Estaba muy entusiasmada, como para decirle que no.

La graduación sería el viernes, así que teníamos que tener todo listo para (la celebración que esta organizando mi padre)

De hecho la fiesta sería para todos los graduados, pero mi padre fue el de la idea y a los chicos les pareció genial.

Graduación universitaria.

Salimos en su auto, y bajamos al llegar al centro comercial.

Había mucha gente por todos lados. Subiendo y bajando al lugar tan enorme como este. La verdad es que ya no recordaba la última vez que vine de compras. Subimos por las escaleras eléctricas y entramos a un local de vestidos.

Una chica muy amigable nos atendió.

—¿Alguna idea del vestido?

—De color amarillo, con escote—responde Sara con emoción.

Por mi lado decidí ojear afuera. Y la verdad no creo que pueda llevar algún vestido de por aquí, me di al vuelta y me encontré con una mirada dulce.

Hope.

Se encontraba con su madre y sonrió al verme. Corrió rápidamente hasta llegar a mi rodeándome con los brazos.

—Sadie, te extrañé—me abrazo muy fuerte.

—Y yo a ti pequeña— la abracé fuertemente—¿Cómo has estado?

—Bien, eh est...

—¡Hope!—su madre se acercó a ella furiosa—¡No hagas eso!

—Estaba saludando a Sadie— dijo Hope bajando la mirada.

Un solo corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora