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—Seguro que hay una manera más amable de hacer esto, pero soy una hada de la luz. No lo siento.— Sonrió Stella mientras corría las cortinas para que la luz entrará en la habitación en la que Fallon estaba tumbada y donde había permanecido desde la noche anterior sin dormir, pensando en todo lo que había pasado y en todo lo que estaba por ocurrir.
—¿Qué tal has dormido?— Preguntó Aisha mientras la daba una bolsa donde había todo lo necesario para que pudiera desayunar.
—No lo he hecho.— Murmuró mientras sacaba de la bolsa un café y un pastel de chocolate, lo que la hizo mostrar una pequeña sonrisa ante el gesto que ambas habían tenido. —Cuando cierro los ojos hay una voz en mi cabeza que me anima a volver a repetirlo, quiere que vuelva a invocarla, quiere sangre.— Explicó haciendo referencia a la llama sagrada, por supuesto no era la primera vez que la usaba, pero sí la primera vez en la que era consciente del poder que tenía. —Y a ello se suma los flashbacks borrosos de lo que sucedió, solo recuerdo que hacia mucho frío, una sensación de peligro que envenenaba mis venas y luego como una descarga eléctrica, como cuando me transforme. Sentía todo mi poder recorrer mi cuerpo por completo.— Explicó sin entender nada de todo cuanto había sentido pero sabía que eso no debía de ser bueno.
—Vale.— Suspiró Stella mientras se acercaba a Fallon y se sentaba a su lado. —Deja que yo te lo recuerde.— La indicó sabiendo que debían de saber a la perfección lo que había ocurrido para el juicio. —Sebastián se aprovecho de ti y de Bloom, en un momento de debilidad os confeso una verdad terrible: que Rosalind mató a Dowling a sangre fría. Al conocer su crimen, Rosalind os atacó y las dos os defendisteis.— La recordó la hada de luz sabiendo que aquello era lo que habían sucedido por qué conocía a sus amigas y sabía de lo que ambas eran capaces de hacer.
—Tiene sentido...— Murmuró esperando que fuera verdad y no una artimaña para que a ellas no las pasara nada.
—¡Claro que sí!— Exclamó la rubia con seguridad en sus palabras. —Y voy a demostrarlo en el tribunal.— La reveló haciendo que esta le mirase sorprendida. —La ley de Solaria es bizantina, pero por suerte para ti, me he pasado largas noches estudiandola con aburridos tutores, así que...— Empezó a decir mostrando que ambas serían defendidas por Stella, y el hecho de saberlo la hacía sentir que tenían una oportunidad.
—Eres muchas cosas, Fallon. La mayoría increíbles, otras algo molestas, pero jamás has sido violenta ni nada que se le parezca. Confía en mí.— Añadió Aisha sabiendo que debían de hacer todo lo que estuviera en su poder para impedir lo que parecía ser una injusticia.
—Y Terra y Flora encontrarán pruebas del asesinato de Dowling para respaldar vuestro caso.— Añadió Stella haciéndola ver que todas estaban colaborando para poder ayudarlas.
—¿Y sino están de acuerdo con lo que digáis?— Inquirió la Ignis sabiendo que aunque habían probabilidades de existo también lo había de fracaso.
