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E
l misterio de la mujer continuaba, Fallon sabía que aquella mujer era importante, no respecto a todo sino para sus respuestas, algo en su interior la indicaba aquello. Pero, todo era más difícil de lo que aparentaba, todos tenían que fingir que no había pasado nada, que no pasaba nada, pero eso no era así. Cada noche, todos los estudiantes escuchaban los gritos de Beatrix y los cuchicheos en torno a ello habían comenzado. La pregunta era, ¿qué estaba sucediendo? Por supuesto había personas que estaban a favor y en contra, pero para Fallon y Bloom era más difícil.
—Agradecería que estuvieras concentrada.— Comentó Sky mientras miraba a todas partes, haciendo que Fallon regresará a la normalidad.
—Estoy concentrada.— Afirmó la chica, mientras se escuchaba un sonido en mitad del laberinto. —Esta cerca, no te separes.— Le pidió la morena mientras miraba a todas partes, intentado deducir de donde podía venir el ruido, al mismo tiempo que uno aparecía en uno de los laterales.
—Fallon.— La chica rápidamente reaccionó y creo una llamarada, con el objetivo de que detuviera a la criatura, pero pronto ambos se dieron cuenta de que no servía de nada. —Detrás mío.— Ordenó Sky agarrando a Fallon del brazo, para ponerla detrás de él y usar su espada para detener al quemado.
—¿Cuántos de estos hologramas hay que matar?— Preguntó Fallon cuando el Quemado desaparecía, y en su lugar aparecía una piedra en forma de diamante.
—Los suficientes como para matar a los de verdad.— Respondió el rubio con obviedad.
—Estas sangrando.— Indicó Fallon observando el corte que tenía en el pómulo.
—¿Es grave?— Preguntó Sky.
—No.— Le tranquilizó Fallon mientras ponía un dedo sobre la herida para después iluminar sus ojos, curando, de esa forma, la herida. —Como nuevo.— Sonrió Fallon. —Deberían de enseñarnos a como enfrentarnos a esas cosas.— Se quejó mientras se cruzaba de brazos. —Hemos bordado todos los ejercicios menos este.— Se quejó la chica. —¿No estuviste entrenando el año pasado?— Quiso saber Fallon confundida.
—Sí, pero nada que ver con esto. Esto es como ir a la guerra.— Alegó Sky mientras miraba a todas partes.
—Bueno, fueron soldados antes de ser profesores. Así que, supongo que es algo típico del claustro de Alfea.— Puntualizó Fallon, haciendo que el rubio la mirará de mala forma.
—¿Profesor Harvey, alguna pista?— Preguntó Sky al ver aparecer al padre de Terra.
—Cada fracaso os va acercando un poco más hacia el éxito.— Les indicó haciendo que Fallon rodará los ojos mientras fingía una sonrisa.
—Una gran lección, profesor. Como siempre.— Comentó la hada de fuego intentando ocultar el sarcasmo.
—Ser pacientes, la magia del fuego es eficaz sólo si se usa correctamente. Dentro de cada Quemado hay un núcleo mágico llamado carbonilla. Y con tiempo y dedicación puedes usar tu propia magia para destruirlo. Pero, la clave, está en la confianza mutua. Tu debes de confiar en tu especialista mientras canalizas tu magia.— Aclaró mirando a Fallon, para después mirar a Sky. —Y tú, confiar en tu hada para completar el trabajo.— Término de decir para después irse.
