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Regresar a Gardenia no era una de las cosas que Fallon pensó que volvería a hacer, no después de lo que había ocurrido con el quemado. Pero a pesar de ello comprendía que Bloom quisiera volver a casa, el querer contárselo a sus padres, ellos merecían saber la verdad.
—¿No te parece que todo ha cambiado?— La voz de Bloom hizo que Fallon saliera de su ensoñación para poder ver todo lo que las rodeaba.
—No es nuestro entorno lo que ha cambiado, sino nosotras.— Afirmó la morena mientras inspiraba con profundidad mientras las dos caminaban delante de las demás, las cuales iban hablando, riendo y haciéndose fotos. —Todo saldrá bien, Bloom. Lo entenderán.— La intento tranquilizar Fallon, pero entendía su temor por supuesto ella no estaba en la difícil situación de decírselo a nadie pero entendía, mejor que nadie, por lo que la hada de fuego estaba pasando. Pero a pesar de estar viviendo lo mismo, no era por ello por lo que sabía como Bloom se sentía, sino que de alguna forma percibía su temor y su incertidumbre, y eso la llevaba a la conclusión de que aquella unión o conexión de la que Dowling les había hablado, era muchísimo más fuerte y poderosa de lo que ellas o cualquiera podía comprender.
—¿Cómo sabes que...?— Preguntó la pelirroja sin comprender como es que Fallon podía saber como se sentía, que Musa lo supiera era entendible, era un hada de la mente, ¿pero Fallon? Aquello era nuevo, y para Bloom seguramente debía de estar relacionado con el hecho de que era el fénix.
—Lo percibo, supongo que sí tenían razón y sí hay una especie de unión o conexión entre nosotras.— Comentó mientras rodaba los ojos divertida sin saber muy bien como seria todo aquello, sus vidas ya no eran como antes, o por lo menos la de ella, así que de alguna forma tenía miedo del futuro, el cual para su desdicha estaba más cerca de lo que podían llegar a imaginar.
—Si algún día empiezas a leer mis pensamientos dímelo y no les leas.— La pidió mientras ponía una mueca de temor, haciendo reír a su mejor amiga.
—Créeme que yo tampoco querría saber en lo que piensas.— Admitió mientras ponía una mueca de duda y de confusión, ya que leer la mente era algo... demasiado íntimo y perturbador, aunque de alguna forma podía tener sus ventajas cara a los exámenes o a posibles problemas, pero no parecía tan factible como podían pensar.
—¿Podéis quedaros aquí, un momento? Primero quiero ver a mis padres.— Las pidió Bloom a todas justamente cuando llegaban a un punto muerto de su casa, donde ni Mike ni Vanessa podrían ver a las seis chicas que acompañaban a Bloom en aquello.
—Supongo que no debe de ser fácil, ya no solo para Bloom sino para sus padres.— Comentó Terra una vez que Bloom se había marchado.
—Tiene miedo.— Garantizó Musa, mientras todas las demás hablaban de ello. Fallon, por su parte se había quedado en un segundo plano, en silencio y meditando todo lo que estaba pasando. Ya que aunque Bloom tenía que hacer frente a aquello, ella también tenía que hacerlo, pero aquello sería en otro momento, en un momento donde sus amigas no la pudieran acompañar. Por supuesto adoraba el apoyo moral que suponían, pero ir a donde tenía que ir era algo que preferiblemente quería hacer sola.
