Habían pasado dos semanas desde que los ángeles habían llegado al mundo humano, la señorita Opry les había dado esas semanas libres para que se acoplaran al ambiente.
También habían pasado dos semanas desde que Camila había sido dada de alta del hospital, pasando sólo dos días en el sitio para observación e inmediatamente siendo enviada a un hospital psiquiátrico para recuperarse mentalmente de lo ocurrido la noche de su intento por acabar con su vida.
-Buenos días señorita Cabello, es hora del desayuno- dijo la enfermera al cuidado de la joven, despertándola de su profundo sueño.
Camila sin decir una sola palabra se levantó de la cama y se dirigió al comedor, tomando asiento en una de las bancas después de haber ido por su desayuno, empezó a comer con calma y de mala gana, como lo había hecho desde la primera mañana que estuvo ahí. Para su suerte, sólo tenía que aguantar 3 días más e iría de vuelta a casa, si es que la psicóloga le daba el alta.
La joven comenzó a pasear la mirada por el comedor mientras terminaba su desayuno y de repente, sin que ella lo quisiera, sus ojos se posaron en otra joven que estaba sentada a por lo menos dos metros de ella. Era una muchacha de tez blanca y cabello castaño, la chica se dio cuenta de que alguien la estaba mirando y levantó la vista, sus ojos encontrándose con los de la más joven, Camila inmediatamente sintió un extraño pero leve hormigueo recorriendo su cuerpo y un rubor en sus mejillas por lo que rápidamente bajó la vista.
Por otra parte Lauren, la chica que Camila había visto, mantuvo su vista fija en ella sintiendo el mismo hormigueo recorriéndole el cuerpo, estaba aún más cautivada por su belleza de lo que estuvo al ver su fotografía en el expediente, sin embargo retiró nuevamente ese tipo de pensamientos y se concentró en analizar su físico para tener más o menos una idea de a lo que se enfrentaría, o al menos se hacía creer a sí misma que ese era el fin por el que la estaba observando tanto.
La hora del desayuno terminó y los pacientes se retiraron a sus habitaciones. Camila decidió ir al jardín para tomar un poco de aire fresco y alejarse de las encerradas paredes de su habitación. Tomó un libro y cuando iba a sentarse cerca de uno de los árboles para leerlo su mirada no pudo evitar centrarse en aquella chica que había visto en el desayuno, que estaba sentada en una banca justo al otro lado del jardín, mirando al horizonte. Nuevamente, la chica sintió una mirada sobre ella y se la devolvió a Camila, quien esta vez en vez de voltearse le ofreció una sonrisa tímida, haciendo que la ojiverde se sonrojara pero no le devolvió la sonrisa, en lugar de eso se levantó de la banca y entró a la zona de habitaciones. Camila borró su sonrisa y volvió a su libro después de dar un gran suspiro, aunque realmente no supo por qué.
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Lauren se infiltró en la habitación de Camila sin que nadie la viera y comenzó a revisar sus cosas en busca de alguna pista acerca del intento de suicidio de la más joven cuando de repente su celular comenzó a sonar.
-¿Hola?
-¡Lauren! ¿Cómo estás?
-¡Mani! Estoy bien gracias, ¿qué tal tú?
-Excelente, no me vas a creer esto. ¡Los humanos que nos seleccionaron a Troy y a mí son amigos! O mejor dicho, amigas, están almorzando justo ahora en una cafetería y Troy no deja de sonreír cada vez que ve a la chica que debe cuidar- dijo Normani con emoción.
-¡Normani! Eso no es verdad- regañó troy a la morena, Lauren escuchando a lo lejos su voz. -Es sólo que es muy hermosa, no podemos negarlo, pero sólo vengo a hacer mi trabajo.
-Sí claro, vamos, cuéntale a Lauren un poco sobre tu crush humano.
Normani le pasó el celular a Troy obligándolo a hablar con Lauren acerca de aquella chica, la ojiverde riendo por la conversación entre sus dos amigos.
-Bien, si no hago esto Mani va a golpearme y no sabemos hasta cuando volveremos a vernos, así que te contaré un poco.- dijo el chico rubio tomando un poco de aire -Su nombre es Allyson, al parecer todos le dicen Ally y su mejor amiga es... ¿Dinah Jane se llama?- preguntó a la más morena -Sí, es su mejor amiga y está al cuidado de Normani, aunque al parecer tiene otra que está en el hospital psiquiátrico.
-Troy, por favor, no intentes acercarte demasiado a ella, al menos no si no es necesario.- casi suplicó Lauren, sabiendo las graves consecuencias que podría tener si La Academia se enterara.
-Lo sé, no te alarmes, sólo hemos intercambiado algunas miradas, nada especial.- contestó con lo que pareció ser decepción en su voz.
-Bueno, debo irme. Por favor ten cuidado, ambos tengan cuidado ¿sí? Nos veremos pronto, adiós.- se despidió Lauren y colgó.
Siguió revisando la habitación de Camila sin éxito, sin embargo encontró algunas cosas que llamaron su atención, como por ejemplo un cuaderno con canciones escritas dentro de él, un cuaderno de dibujos (realmente malos, por cierto) que al parecer contenían mensajes en ellos, mensajes que le daban a entender a la ojiverde que la joven solía tener recurrentemente pesadillas, tal y como decía en su expediente. Un libro café con una hebilla fue lo que más le llamó la atención, a un costado del libro venían grabadas las letras C.C. decidió abrirlo y en la primera hoja encontró escritas las palabras "Este diario es propiedad del príncipe mestizo (Camila Cabello)", Lauren soltó una risita al leer esa frase pero la risa se desvaneció cuando llegó a ella el pensamiento de abrirlo y leerlo pero algo se lo impedía, normalmente lo hubiera leído sin ningún problema pero la simple idea de entrar sin permiso a la mente de la morena le causó un sentimiento de culpa, algo poco común en ella. Decidió que si iba a hacer su trabajo iba a llevar las cosas con calma para ser más cautelosa con el fin de tener éxito en su misión, para esto tendría que acercarse a la chica de los ojos marrones y ganar su confianza, sólo así obtendría directamente de ella las respuestas que necesitaba. Salió de la habitación decidida a volver en la noche, ¿por qué? Lauren pensó que tal vez Camila no sólo necesitaba una guía para resolver sus problemas, sino también a alguien que la cuidara de sus pesadillas.
Minutos después Camila volvió a su habitación.
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Ya era tarde y los pacientes se preparaban para dormir. Camila se recostó en la cama, estaba exhausta por lo que no tardó más de 5 minutos en quedarse dormida.
Eran alrededor de las 12 de la noche, Lauren abrió sus alas y entró a la habitación sin ningún ruido posándose a lado de la cama de la más joven, admirando su rostro, como se veía tan en paz mientras dormía.
Estuvo observándola durante un par de horas hasta que Camila comenzó a moverse bruscamente, hacer muecas y quejarse; al principio Lauren se escondió por miedo a que la morena despertara y la encontrara en su habitación, con sus alas abiertas por lo que voló hasta el techo y se quedó entre las sombras. Fueron minutos hasta que Lauren se dio cuenta de lo que ocurría: Camila probablemente estaba teniendo una pesadilla. La ojiverde bajó con cuidado y comenzó a acariciar su brazo, sintiendo la piel suave bajo sus dedos y preguntándose si así de suave era la piel de todo su cuerpo... Al darse cuenta de lo que estaba pensando intentó quitar sus manos de encima de la chica, pero notó que ya no se estaba quejando, que al haber acariciado su brazo volvió a relajarse, además notó que ella también se había relajado y aquel hormigueo lo sintió un poco más fuerte, era como una conexión y Lauren pensó en lo bien que se sentía, algo que nunca antes había experimentado y aunque se lo negara a sí misma, muy dentro de ella sabía que le gustaba.
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Angels To Fly (Camren)
FanfictionDurante miles de años los ángeles han rondado por el mundo de los humanos, cuidándonos de todas las atrocidades que conlleva vivir en el mundo humano, el mundo de los mortales. En especial en uno como el que es hoy en día. Lauren Jauregui es un ánge...