Capítulo 34

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-Camila... Camila... Camz, despierta...

La morena abrió sus ojos y lo primero que vio fue a Lauren mirándola directamente.

-Hey.- saludó Lauren. –No quería despertarte, pero creo que ya dormiste demasiado y he escuchado que no es bueno para la salud.

-Lolo.- fue lo único que Camila respondió para después llevar la palma de su mano a la mejilla de la ojiverde.

-Sí, soy yo.- dijo recargándose en la palma de la latina.

Pasaron unos segundos y Camila se abalanzó sobre Lauren para abrazarla fuertemente, su corazón estaba acelerado, pues aún creía que todo podía ser un sueño del cual despertaría pronto.

-Creí que jamás volvería a verte.- dijo entre lágrimas.

-Hey, te dije que jamás iba a dejarte, ¿no?

-También me dijiste que siempre ibas a protegerme, pero no estuviste ahí cuando Noah... Él... Tú no estabas ahí para protegerme...

-Yo...- Lauren no sabía qué decir, ella hizo una promesa y no pudo cumplirla, pero sabía que Camila no estaba molesta ni decepcionada, sabía que Camila no estaba enfadada con ella. –Realmente lo lamento Camz...

-Lolo... No... No llores.- dijo la morena dándose cuenta de que el labio de su novia temblaba.

-No pienso hacerlo.- respondió la ojiverde tragándose el nudo que tenía en la garganta. –Debo ser fuerte por ti.

Camila suspiró y tomó las manos del ángel, cuando bajó la mirada soltó un corto grito de horror. -¿Q... Qué te pasó en las muñecas?-  preguntó pasando su dedo índice por las heridas aún abiertas, a lo que Lauren respondió con un quejido. –Lauren, ¿qué ocurrió? Esto se ve bastante mal, yo te curaré.

Cuando Camila se levantó de la cama puso atención en el panorama y se dio cuenta de que no se encontraba en su casa, sino en la de Lauren y se sintió aliviada.

No sabía en dónde guardaba Lauren sus materiales de primeros auxilios, ni siquiera la ojiverde lo sabía y no estaba segura de tener uno. Las armas de los seres humanos no provocaban gran daño en ella por lo cual no era completamente necesario.

Sin embargo Camila no sabía esto y se dispuso a buscar cualquier cosa que le fuese de ayuda.

Para su suerte encontró un botiquín de primeros auxilios un cajón de la cocina y lo llevó de vuelta a la habitación.

-Esto puede doler un poco.- avisó Camila antes de comenzar a lavar la herida con agua oxigenada y crema para que cicatrizara mientras Lauren hacía gestos por las ligeras punciones de dolor, pero el mirar cómo Camila se preocupaba por ella y la manera en la que la curaba teniendo mucho cuidado con sus heridas. En los ojos de Camila había ternura, y en los de Lauren había amor.

-Gracias Camz.- dijo Lauren cuando Camila terminó de vendar sus manos. Las heridas no era graves y su sistema de defensas estaba muy sano, así que tardaría a lo mucho una hora en terminar de cicatrizar completamente, ella esperaba que Camila no se percatara de ello.

-No, gracias a ti Lolo.- susurró Camila acariciando la mejilla de su novia, ésta comenzó a acercarse y Camila realmente necesitaba ese beso, necesitaba sentir que no era parte de una mala broma que le jugaba su mente.

Sus labios se rozaron y la morena soltó un suspiro, pero se apartó bruscamente de su novia sabiendo que no podía besarla, no sin antes saber la verdad.

-No, no puedo.

-¿Qué?

-No puedo hacer esto, no sin antes saber la verdad.

Angels To Fly (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora