El Sol Poniente(Editando)

21. Una Obstinación De Hierro

El amor es el único fuego lo suficiente caliente para derretir la obstinación de hierro de la voluntad de una criatura.

 

Después de cenar y tras un breve rato discutiendo con Kieran por donde dormir acabé aceptado dormir en la habitación mientras él lo hacía en el salón. Ya que según el tenía trabajo que hacer e iba a molestarme en el salón. Tras esto me marche a la habitación para dormir, pero tenía la cabeza tan abarrotada de pensamientos que estos zumbaban en mi cabeza como una colmena de abejas sin dejar dormir. En cuanto vi que eran las seis de la mañana me levanté y me vestí para marcharme a mi casa. A mis padres les dije a noche que me quedaría a dormir en casa de Ben a la misma vez que le dije a Ben que me cubriese. Cosa que me costaría un intenso interrogatorio por su parte sobre este encubrimiento. Al salir de la habitación pude ver Kieran dormir en el sofá y al principio me sentí culpable por todo lo que había pasado respecto a mi. Pero cometí el error de quedarme a observarlo durante un momento. Segundos que pude ver que este dormía sin camisa bajo una fina sábana blanca. La cual apenas lo tapaba y dejaba ver su musculada espalda y parte de su fuerte torso amoratado por los golpes de ayer. Este hizo un leve movimiento dormido para girarse y quedo boca arriba, dándome una mejor vista de este. Pudiendo ver su atlético torso y brazos libres de ninguna camisa o sabana, con un pecho y pectoral depilado, repleto de hematomas. Luego al ir subiendo con la mirada llegué a su rostro y pude ver como este tenía algún que otro hematoma más y una leve herida, pero hasta así seguía siendo irresistible. Con su cabello dorado despeinado y una expresión similar a la de un bebe durmiendo. Lo primero que me vino a la mente fue los hermosos príncipes de cuentos, tan hermoso y atractivo que te hace desear besarlos hasta durmiendo. Después de golpearme a mí mismo en mi mente por pensar así me marche sin hacer ruido.

Al momento de llegar a casa ya me estaba esperando Simba a los pies de la escalera recién despierto acusándome con la mirada. Como si estuviese molesto por que yo no durmiese en la casa y lo hubiese dejado dormir solo, y me sentí mal. Cosa que se me paso cuando me acerqué a este y se restregó con mi pierna para luego maullar para que lo cogiese en brazos. Al hacerlo este ronroneó mientras se restregaba a mi cara y me lamia la mejilla, mientras yo lo acariciaba y lo apapachaba a la vez que me dirigía a mi habitación. Aquí lo solté en la cama y me dispuse a cambiarme de ropa para luego marcharme con rapidez a la universidad.

Esta mañana me había despertado acelerado por un mal presentimiento que tuve ayer y más después de que Connor me llamase para informarme del ataque de a noche. Al parecer un individuo sobrenatural ataco a una joven bruja que era pareja de uno de nuestros hombres. La suerte que tuvieron ambos es que casi siempre hay de los nuestros patrullando por la ciudad. individuo se las tuvo que ver con la pareja hasta que llegaron una patrulla cercana y huyo herido. La pareja por otra parte consiguió salvarse, pero gravemente heridos y ahora estaban en el hospital. Estos no pudieron decir nada, pero Connor se está haciendo cargo de la investigación con David mi otro beta. Yo por mi parte he sido citado para esta tarde con los demás lideres de la alianza para hablar del problema que ha pasado. Pero, aunque todo esto es preocupante mi lobo interior me dice que hay algo más. Algo que es más preocupante y que se me escapa. Por eso me he despertado inquieto y preocupado, sin entender nada.

Después de salir de casa le puse un mensaje a Gael, pero no recibí respuesta. Luego me puse a trabajar intentando concentrarme en el trabajo, pero esto no funcionaba. Entre que estoy un poco inquieto por el ataque de a noche y que llevo sin hablar con Gael desde que me contesto ese corto mensaje ayer. Han pasado dos horas desde que llegue al trabajo y aun así este no me contesta. Y por más que me digo a mí mismo que tengo que ser paciente mi lobo interior me impulsa a querer buscarlo. Como si le hubiese ocurrido algo y por eso no me contesta. He intentado concentrarme en mi trabajo, me he tomado un café y e fumado un par de cigarrillos para despejarme, pero nada. Dos horas después y sigo igual; inquieto y nervioso. Para colmo David me acaba de llamar para decirme que ayer por la tarde hubo un incendio con signos de una pelea sobrenatural en el polígono industrial cercano a la universidad. Por lo que sin pensármelo más agarré mis cosas y me marché en dirección a la universidad.