Recordaré para siempre aquella hora y media de concierto.
Disfruté como una niña pequeña de absolutamente cada minuto en el que los chicos estuvieron en el escenario.
No podía creer que lo hubiera pasado tan bien y me hubiera sentido tan cómoda con el ambiente y la compañía que me rodeaban.
Si el primer concierto en el pub me había parecido increíble, no tenía palabras para describir lo que había sentido esta vez.
Todo había sido perfecto.
Su actuación, las canciones que habían tocado, como Blake animaba al público, como todo el mundo coreaba su nombre...
Me había pasado casi todo el concierto bailando y gritando con Sina y ahora hasta me faltaba la voz.
Lo había dado absolutamente todo y no me arrepentía ni un poco de no haberme hecho la orgullosa y haber aceptado la invitación de Blake.
Aunque sabía perfectamente qué, aunque no me hubiera invitado, me hubiera presentado allí igualmente por qué llevaba una semana desesperada por oír su voz otra vez.
No le había vuelto a ver desde esa tarde en la biblioteca, pero al presenciar lo rápido que se había ido de allí al enterarse del montón de gente que vendría al concierto, podía imaginar que había estado ensayando como un condenado.
Por qué ese concierto había sido un completo espectáculo.
Al atenuarse las luces del escenario, Will había sido el primero en salir y desde el primer minuto se había dejado la piel en la batería. Hasta se había quitado la camiseta de tirantes que llevaba para mojarse entero con una botella de agua a lo estrella del rock.
Jake y Ethan habían montado el espectáculo ellos solitos mientras sincronizaban sus saltos al son de la batería. Habían tocado con tanta pasión que Jake hasta había hecho saltar una cuerda de la guitarra, y había sorprendido a todo el mundo tocando con su instrumento roto hasta el final.
Y Blake...
Bueno...Blake brillaba por él mismo.
Cuando subía allí arriba era imposible no fijarse en él.
Llenaba el escenario con tan solo su presencia, no hacía falta que se moviera o dijera nada. Tenía un talento natural, no tan solo para la música sino también para entretener y hablar con el público.
Tenía tanto carisma y confianza que parecía que había nacido encima de un escenario.
Definitivamente ese era el lugar en el que debía estar.
Había hecho tributo a Bon Jovi, los Rollings, Bob Dylan, Aerosmith e incluso a Queen en aquel escenario y lo había bordado igual que si fuera uno de ellos.
Incluso en dos o tres canciones más lentas había conseguido que hubiera un silencio sepulcral en la sala y que lo único que se oyera fuera su voz rota y la melodía celestial que producían las cuerdas de su guitarra.
De repente me había transportado a ese momento en el que me había cantado esa canción de los Rollings en su coche y unas cien mariposas se habían vuelto locas por todo mi cuerpo.
Hasta que había vuelto de golpe a la realidad cuando había oído a unas chicas gritarle lo guapo que era.
Las cuáles había supuesto que eran las mismas que las del pub.
Y las entendía perfectamente.
Porqué esa noche estaba más que deslumbrante.
Pero no tan solo por la camisa negra que hacía que su bronceado torso se transparentara o la forma en que le caían en la frente algunos de sus rizos mojados por el sudor, sino también por esa impecable sonrisa que había llevado encima durante toda la noche.
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Espérame en Camden
Romance____Escenas +18____ Sam está destrozada y cree firmemente que la única forma de librarse de su dolor es marchándose del pueblo en el que ha pasado toda su vida. Parece ser que empezar la universidad en Londres va a ser la solución que lleva buscand...