Capítulo 24

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Dedicado a yaelpina

Nos sentamos en los columpios fuera del palacio, a donde los hombres no pudiesen escuchar nuestras risas y cuentos de la vida propia. Lady Leticia tenía mucho que contarnos sobre su boda, de la cual estábamos un poco atónitas, ya que tiempo atrás había sido muy sólida su actitud de conocer el mundo y no casarse tan pronto, pero creo que solo necesitaba conocer a la persona indicada.

—Tuve que ir a Irlanda para conocer al hombre perfecto para mí— rio coqueta colocando su palma sutilmente sobre sus labios. —fui con el plan de viajar, conocer aquellas impresionantes praderas, pero después me he aburrido de la nada de tanto viajar.

—¿Y has decidido casarte así de la nada?—contesté con sarcasmo.

—¡Para nada!— río a carcajadas. —no me caso por "nada", me caso por... Por amor. Lord Siobhán, es hijo de padres hoteleros, son muy ricos en Irlanda, pero no me importa el dinero... A pesar de que tiene mucho trabajo, él se da el tiempo de amarme intensamente y eso significa mucho para mí.

Yo tomé su mano con cariño. —Nos alegra que hayas encontrado a un hombre que te haga feliz, su felicidad es la nuestra Lady Leticia.

Sus mejillas se enrojecieron, y nos miraba con anhelo. —Mi boda será en Cork, y no hay nada más que desee que ustedes asistan. Ustedes son tan Percy cómo cualquier otro de la familia, y mi cariño hacia ustedes me deja en claro que no pueden faltar.

Empine mi cabeza hacia mis pies, Cork estaba muy lejos, sería un viaje muy entorpecido para cualquiera. No obstante... Lady Leticia era importante para nosotras, la queríamos como si de una prima cercana se tratase.

—¿Qué ha sabido de mi primo, Lord Lilian?— preguntó ella. Yo sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, estaba tan asustada de tocar ese tema, no sabía cómo reaccionar al hablar de él sin que sospechen de todo lo que ha ocurrido.

—No lo he visto... Desde el funeral de su padre el Conde Percy— me sentía mal por mentirle, la consideraba una amiga, pero mi confidencia era más grande que todo lo que me rodeaba, no podía hacerlo. —ya sabe Lady Leticia, cuando los hombres se comprometen quieren sentirse parte de la vida de sus prometidas.

—¿Comprometerse?— dijo extrañada. —No sé dé qué me habla, Lady Rosset. Por lo que sé, mi primo no está comprometido con nadie— agregó.

—¿Usted no lo sabía?— comenté. Yo también estaba muy confundida, es decir, siendo una de sus primas más cercanas, no pensé que ella no supiera de la noticia y más si se tratase de la Princesa de Borbón.

Ella tragó grueso y se quedó pensativa. —No se preocupe Lady Rosset, quizás la carta de invitación se ha perdido, y no lo culpo, he estado viajando muchísimo. Lo raro es que nadie me lo haya comentado antes de usted.

—Por favor, le pido discreción— pretendía enmendar haber dicho demás, tal vez Lord Lilian quería por alguna extraña razón no compartirle a nadie de su familia lo de su compromiso... Por lo que sabía, él había sido siempre una persona muy privada con sus asuntos.

—Mi prometido, Lord Siobhán, le ha enviado ya dos cartas a York para invitarle a nuestra boda, dónde yo pretendía que estaba, pero no ha obtenido respuesta alguna. Ahora me queda claro que mi primo ha de estar muy ocupado con sus asuntos prenupciales— contesto amena. —no le diré a nadie, Lady Rosset. Respeto mucho la decisión de Lord Lilian en mantener sus asuntos privados, sobre todo porque Birmingham es un nido de ratas, y disculpe el atrevimiento, que fue por ello en primer lugar por lo que me fui.

Suspire, y me columpie un poco, pensando en que por primera vez el tema de Lord Lilian, me dolía un poco menos. —Lord Lilian es un hombre un poco extraño, y lamento el comentario sabiendo que se trata de su primo.

—Mi primo es un hombre que es difícil de comprender, tuvo que pasar situaciones muy tristes y complicadas. No quiso comprometerse a nada ni a nadie, por miedo a perder a quien ama como paso con su madre. Perderla frente a sus ojos... Eso lo marco. Pensé que podría haber una esperanza de que fueras tú quien lo liberará de ese vacío— explico sonriendo poca mente, como si fuese algo que había añorado.

No entendía las insinuaciones de Lady Leticia, yo tenía mucho tiempo sin verla, y lo que había pasado entre Lord Lilian y yo, era un secreto entre comillas. No creo que sería un chisme que pudiese llegar a Irlanda.

—¿Por qué yo? Perdóneme Lady, pero yo casi ni le conozco— intenté disimular, con las manos temblorosas.

—El Vizconde estuvo en el matrimonio de su madre y el Conde, solo que usted, al no conocerlo, lo vería como una persona más entre la multitud... En realidad, de tanto tiempo en el mar, él había cambiado, casi nadie le reconocía— platicó mirando hacia el bosque, buscando recordar aquel momento. —Él la miro a usted, con detenimiento, con detalle, jamás lo vi mirar a nadie así. Estabas tranquila, tan bella como una tasa de cristal, y él vio esa belleza en ti.

—No—no puedo aceptar lo que dice. No puede ser que lo haya tenido tan cerca... Y tan lejos a la vez todo este tiempo— susurré en negación.

Ella ríe nuevamente. —Y veo que él no es el único que ha notado la belleza del otro, y lo entiendo, es un hombre muy enigmático, eso es interesante.

Mis mejillas se calentaron, era tan fácil darse cuenta del sentir, el amor era algo tan implacable que salía por los poros. —Y entonces... si me vio como una belleza tan especial, ¿Por qué no se decidió a hablarme? ¿A conocerme?

—Esa noche su barco Zarpó al Caribe, un día antes había tomado un contrato de dos años en alta mar. Lord Lilian no había tenido tiempo ni siquiera de tomar un trago de vino del festín— contó con tristeza en la mirada.

Gracias por leer!!
Wow no puedo creer que ya van 24 capítulos. Les agradezco por ser fieles lectores, ustedes me motivan a continuarlo.









En los brazos del Vizconde De BirminghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora