Capítulo 21: En la Capital de las Flores. Parte 4.

917 100 11
                                    

Después de una convivencia comunitaria, (t/n) llevó a Law a su habitación, pues debían poner en marcha su plan, pero después de cerrar la puerta, ambos sólo se sentaron uno al lado del otro, sin mirarse o cruzar palabra, cuestionándose ¡¿qué hacer?!

Law por su parte comenzaba a sentirse estupido, y (t/n) se encontraba nerviosa.

-¿Ca... capitán... qué hacemos?- cuestionó la joven (t/c) con la mirada baja, Law entendió que con el simple hecho de decirle "capitán" y no por su nombre implicaba que ella estaba nerviosa.

-Bueno, lo primero es matar tiempo, que piensen que en verdad está pasando algo aquí...- señaló Law un poco más tranquilo, después de todo era su plan, debía mostrarse maduro al respecto, la joven asintió. -El paso dos sería disfrazar el asunto...

-¿Disfrazarlo?- cuestionó la joven, de sus prendas Law sacó un pequeño estuche de polvos de maquillaje, cortesía de Ikkaku. -Ya veo...

-Aunque me preocupa el samurai de hace rato...

-Es un pervetido...- aseguró la joven, desde que llegó ahí ese samurai la ha estado acosando, e incluso le ha mandado regalos y dinero. -Pero lo mantengo a raya y gracias a él he conseguido la mayor parte de la información...

-(t/n)... ¿te puedo preguntar algo?- la joven volteó integrada, su capitán estaba cruzado de brazos, mirando al frente. -¿Tú... ya has tenido experiencias...?- planteaba la pregunta un tanto avergonzado, ella en repuesta tomó una almohada y lo golpeó en rostro.

-¡¿Por qué preguntas eso?!- exclamó.

-¡Lo siento, fue estupido!- admitió, antes de que siguieran con la discusión escucharon ruidos en la puerta, ambos se miraron.

Mientras tanto afuera aquel samurai se encontraba con un cono en el oído, esperaba escuchar sonidos de amantes, sólo lograba escuchar las quejas de la joven, pero no escuchaba que se decía literalmente.

-Te dije que era un pervertido...- dijo con voz más baja. -Pero es la primera vez que viene tan descarado...

-¿Qué propones?- cuestionó el ojigris, (t/n) pensó, y se sonrojó al pensar que podría hacer sonidos de amantes, pero sería muy vergonzoso hacerlo frente a Law.

-Necesito Sake...- dijo de inmediato levantándose y dirigiéndose a la puerta, el samurai al escuchar que alguien caminaba a la salida, se escondió, pero para ella fue evidente el escondite, planeaba qué hacer mientras iba por la bebida.

Por su parte Law estaba pensativo, aquella pregunta fue por inercia, quería saber si la joven ya había tenido relaciones, pero ahora admitía que era una mala idea preguntar, sin embargo no era tonto, la forma en la que reaccionó (t/n) no era por decir "si o no", sino responder "el cómo". Comenzaba a unir piezas, después de todo la joven parecía haber sufrido todo tipo de abusos, y debía admitirlo, Doflamingo era un ser ruin y despreciable, no sería raro esa clase de abuso...

(T/n) regresó con el sake, al cerrar la puerta de su habitación dejó intencionalmente un espacio abierto, Law se dio cuenta de ello y ella le guiñó el ojo, dejó aún lado el sake y suspiró.

-qué comience la actuación...- susurró y Law enarcó la ceja, ella lo abrazó por la espalda, rodeando aquellos varoniles hombros. -¿Usted es un ronin Torao-san?- cuestionó con curiosidad la joven, el espía se asomaba por la rendija.

-Podría decirse que si... pero no hablemos de mi, ya pasó el tiempo de socializar...- aseguró con una ladina sonrisa, tomando las manos de la joven, y guiándola frente a él, para sentarla en su regazo. -Venimos aquí por otro asunto...- dijo malicioso, el espía se indignó, (t/n) se sonrojó, pues ahora tenía frente a ella el rostro de Law, y estaba sentada en el regazo de su capitán.

Así que optó por arrodillarse para no tener un contacto directo, de esa forma, ella le daba la espalda a la puerta y ocultaba un poco a su "amante".

-T... tiene razón...- dijo sonrojada, pasando sus brazos por los hombros de Law, mientras él ponía sus manos en la cintura de la joven.

-perdón...- susurró Law, la joven no lo entendió hasta que sintió la mano de su capitán bajando hacia su cadera, ella soltó un gemido involuntario.

-Es usted muy directo...- dijo en un tono coqueto, pero estaba sonrojada y avergonzada.

-Porque se que te gustará lo que haremos...- dijo sin abandonar su tono malicioso, (t/n) bajó un poco la ropa de los hombros de Law, descubriéndolo, él asintió e hizo lo propio, subió sus manos a los hombros de la joven y bajo su kimono pero dejó sus manos en los hombros desnudos de la joven para cubrir sus cicatrices. -acércate...- susurró, ella obedeció, bajando su rostro, pero sólo juntaron sus frentes, trataban de simular un beso pasional, pero ambos estaban sonrojados y apenados.

Afuera el espía rabiaba de odio, se levantó dispuesto a interrumpir la escena, pero antes de siquiera de abrir la puerta el filo de una katana estaba frente a su cuello.

-Te advertí que no abría segunda oportunidad...- era Kyoshiro, mirando con enojo al intruso, pues a sus ojos, aquel acto carecía de honor. -Lárgate y no regreses...

El intruso fue echado, Kyoshiro cerró la puerta en su totalidad y se marchó, mientras (t/n) y Law suspiraron, separarandose.

-Eso estuvo cerca...- dijo Law.

-Gracias Law...- dijo la joven con una sonrisa gentil. -Sin duda con esto los rumores se calmarán...

Law sonrió levemente asintiendo, le daría a (t/n) el tiempo necesario para hablarlo y así poder ayudarle.

Los días siguieron su curso, y el plan para derrocar a Kaido y Orochi tomaba forma, se había escogido la fecha, en la noche del festival del fuego, el lugar de la batalla sería Onigashima.

Ussop, Shachi, Penguin y (t/n) debía repartir los volantes dibujados por Kin'emon a los samurais que tuvieran una luna en el tobillo, con el plan ya hecho, debía esperar a la llegada de Luffy, nada podría salir mal...

-¡EXTRA! ¡EXTRA!!- el boletín de información se repartía por toda la Capital de las Flores, (t/n) practicaba con el koto cuando llegó dicho papel, lo tomó curiosa.

-¡Oh! Luffy ya llegó al f... ¡¿AH?!

Al parecer no era así...

Más que un deber. (One Piece. Law y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora