Más que un deber. (One Piece. Law y tú)

Capítulo 23: Complicaciones.

La noche había llegado a la capital de las flores, (t/n) degustaba otro cuenco de Soba, mientras hablaba con el cocinero de los Mugiwara, mientras él seguía atendiendo su puesto. Sin embargo Law llegaba, sorprendiendo al cocinero y a la joven.

-¿Qué pasa Torao?- cuestionó Sanji.

-Ve a esconderte en alguna parte Kuroashi-ya...-advirtió Law.

-¿Por qué? Si vienen a vengarse, recibirán una paliza...- dijo con simpleza.

-¡No es eso! Vienen tipos que nos conocen...

-¿Quién?- cuestionó un tanto preocupado.

-Dos hombres ligados a Kaido directamente, pertenecientes al Tobbi Roppo, entre ellos se encuentra Drake X y lo acompaña Basil Hawkins... después de todo después de lo ocurrido con Mugiwara-ya, Kaido ya sabe que estamos aquí y hará lo imposible por capturarnos...

-Tienes razón... sería malo que nos atraparan a todos...

En ese momento comenzó a escucharse alboroto, eran Page One y Drake X del Tobbi Roppo, Law, (t/n) y Sanji comenzaron su carrera, en el camino encontraron a Franky y Usopp.

-¡¿Por qué también huimos nosotros?!- gritó Franky.

-¡Eliminaste a uno de ellos!- regaño Usopp. -Pero su objetivo es el vendedor de Soba, ¿no?

-¡Cualquiera que sea el motivo, si los encuentran empezarán a buscar a toda la tripulación!- regaño Law.

-¡Eso no es bueno! Nami-san y Robin-chan correrán peligro...- dijo preocupado Sanji.

-¡Escuchen, si los atrapan! ¡No deben hablar de los samurais, ni los Mink! ¡No digan nada y dejen que los maten!- advirtió Law, aterrando a Usopp.

-¡No hables como si fueras nuestro capitán! ¡Si me capturan claro que hablaré!- declaró Usopp, enojando a Sanji, quien prometió protégelo a toda costa, claramente el objetivo del francotirador de los Mugiwara.

-¿Qué tal si luchamos ocultando nuestros rostros?- cuestionó Franky.

-¡Sólo si estás completamente seguro de ganar!- advirtió Law, sin embargo Sanji se detiene al escuchar el grito de una mujer, su orgullo no le permitirá que otros sean lastimados por su causa, así que de entre sus prendas saca un cilindro negro con el número 3 grabado.

-¡Adelántense!- dijo con una leve sonrisa. -No deben descubrir nuestra identidad, ¿cierto?

Haciendo uso de ese artefacto, Sanji se transforma, Franky y Usopp están fascinados, mientras tanto Law y (t/n) están sorprendidos reconociendo dicho traje.

-¡Fabuloso!- exclamó Usopp. -¿Qué clase de tecnología es esa?

-¿Por qué posee ese traje?- cuestionó Law, en su tono había molestia.

-¡No hay duda de que es él!- exclamó (t/n), que a diferencia de su capitán, ella estaba fascinada incluso con un leve sonrojo.

-¡El número 3 del Germa 66, el ejército del mal!- hablaron ambos al mismo tiempo. -¡Stealth Black!

-¡¿Cómo es que saben tanto?!- exclamó Sanji.

-¡Es famoso en North Blue!- exclamó Law.

-¡¿Y eso que?!- exclamó enojado Sanji. -¡No vuelvan a decirme de ese modo!- pidió.

-¡Yo era un lector fiel de Sora! ¡Odiaba al Germa!- declaró Law.

-¡Yo también!- secundó Sanji.

-¡Pero ¿de qué hablas?! ¡Las habilidades del Germa son geniales!- exclamó (t/n), sorprendiendo a Law y Sanji. -¡Yo los amaba!

Sanji entraba en un dilema, pues su odio al Germa se interpone en la emoción de que (t/n) lo esté admirando, sin embargo no puede pensar mucho en ello, Page One exige saber su nombre.

-¡Yo soy O-soba mask!- exclamó, mientras Franky, Usopp y (t/n) se desilusioanaban por tan raro y nada heroico nombre, dando así inicio a la batalla.

Sanji parece ser veloz, pero Law y (t/n) sabían que estaba pasando.

-No es eso...- dijo Law. -En la tira cómica: "Sora, el guerrero del mar", sus enemigos el ejército del mal. Stealth Black...

-¡Era un combatiente terrible que podía hacerse invisible!- explicó (t/n) con emoción al ver que el traje de Sanji hacía lo mismo que su ídolo.

Mientras Sanji  luchaba, Law, Usopp, Franky y (t/n) retomaban la huida.

-¡Vendrán perseguidores que harán más grande el escándalo!- declaró Law. -¡No podemos quedarnos en la capital! ¡Por ahora huyamos al pueblo Ebisu!- sin embargo (t/n) se metió en un callejón, Law la siguió mientras Franky y Usopp huían.

-¿Qué haces?- cuestionó un tanto molesto.

-Me quedaré...- dijo de manera firme.

-Ya te vieron con Kuroashi-ya, puedes estar en riesgo...- aseguró.

-No te preocupes, Komirasaki-san me ayudará...- dijo con una leve sonrisa, Law lo pensó un poco era arriesgado, pero (t/n) es una chica inteligente, no era mala idea que alguien se quedara.

-De acuerdo, pero no te arriesgues... al primer indicio de problemas, huye, estaremos en el pueblo Ebisu...- la joven asintió, Law se fue en dirección al pueblo, (t/n) retomó su regreso a la casa de las Oiran, debía mantener un perfil bajo, en caso de que la señalaran como cómplice de Sangoro ella lo negaría e inventaría excusas, el plan era simple.

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Sin embargo las cosas se complicaban, Komirasaki había muerto, (t/n) se consternó, ahora ¿qué haría?, por sino fuera poco, los hombres de Orochi estaban alertas, pues al parecer comenzaban a buscar cómplices de los que armaron alboroto en la fiesta de la noche anterior.

(T/n) había considerado irse, pero por orden de Kyoshiro nadie podía abandonar la casa hasta que él dijera, había una vigilancia exagerada, claro ella podía irse a la fuerza, pero ese no era el punto.

Mientras tanto en el pueblo Ebisu, Law leía el periódico buscando noticias acerca de los Mugiwaras, incluso si se hablaba de Luffy, pero la notica que resaltaba era la muerte de la Cortesana.

-¡Komurasaki-chwaaan!- lloraba amargamente Sanji.

-¿Por qué lloras? ¡Sólo la viste una vez!- regaño Usopp.

-¡La muerte de una mujer bella es una pérdida mundial idiota!- declaró Sanji.

-Al parecer el funeral será mañana...- informó Law.

-¡¿Acaso no tienes delicadeza?!- exclamó con dolor Sanji.

-Orobin y los demás se encontraban en ese lugar, ¿estarán bien?- cuestionó Franky.

-Es preocupante...- dijo Usopp.

Mientras los Mugiwara hablaban, Law estaba preocupado, pues la susodicha Cortesana era la única seguridad de (t/n) en la Capital de las Flores, esperaba que la joven haya escapado al enterarse de la noticia, de ser así llegaría pronto.

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(T/n) regresaba del baño, pues la mujer a cargo de ellas las mandó a bañar, eso la ponía en alerta, nada era casualidad, mientras tanto afuera de la casa, hombres de Kaido llegaba, junto a ellos aquel Samurai obsesionado con la joven, quien sonreía malicioso.