La famosa revista Modazine es una de las más importantes del país. Se encarga de presentar noventa hojas hablando de diferentes marcas y tendencias actuales. No hay política, ni economía ni noticias hablando de robos y asesinatos, simplemente qué prendas usar en el inicio de invierno o qué hacer si se te descose una manga.
Y todos se pelean por aparecer en ella. Kuroo nunca lo hizo; como su empresa siempre estuvo en la cima, su propia revista hablaba de todo pero ahora, que está en una muy mala situación, tiene que aparecer en hojas ajenas. Y le molesta, pero intenta hacer lo mejor posible para sonreír.
—¿Cómo conseguiste dos hojas en esta revista? Según oí, dicen que hay que pagar mucho —Oikawa dice entrando al edificio junto a ellos. Kuroo lo mira.
—Oiwake-san me debía un favor.
Se limita a responder.
Kenma nunca había estado en una imprenta. Y parecía un niño emocionado (pero tranquilo) al ver las máquinas. Decidió fotografiar todo —Inciso: aprendió a sacar fotos, llamar y mandar mensajes. Kuroo lo felicitó por eso— para mostrárselo a Akinori cuando lo visite. Su hijo se emocionará por eso y piensa fugazmente que cuando vivan juntos, podría llevarlo a las visitas turísticas para que conozca cómo se hacen sus historietas favoritas.
—Kenma, ven.
Tetsuro lo llama, sorprendiéndolo. Camina hacia él y se gana una mirada por parte de Oikawa.
—Niño, me acabo de dar cuenta que estás vestido tan... —Parece que le duele decirlo—, tan... Como sea, desde mañana no te vestirás más así... ¡Nunca más!
—En fin... —Kuroo lo toma de los hombros, posicionándose atrás de él—. Kenma, ¿ves esas hojas? —Asiente—. Bueno, dentro de poco aparecerás tú ahí. Oficialmente, mañana, serás lanzado a Japón como modelo profesional.
—Qué extraño se siente esto...
—Sí, pero más extraño será cuando te despiertes y veas dinero en tu cuenta bancaria —Sonríe. Kenma solo asiente—. Oiwake-san fue a buscar una muestra de la revista.
—¿Para qué?
—Para que la tengas —Oikawa se cruza de brazos a su lado con una sonrisa—. Es una tradición entregarle la primera revista al modelo nuevo.
—¿Y qué se supone que haré con eso? —Kenma frunce su ceño.
Kuroo y Oikawa lo miran sorprendidos.
—¿Leerla?
—¿Guardarla?
La segunda parada del día es en el edificio de Aoba Johsai. Kenma lo mira con sorpresa, sacándole fotos a todo y haciendo reír a Kuroo. Le causa ternura que el chico se emocione tanto por lugares que, para él, son más comunes que su propia casa. Luego mira a Oikawa, quien todavía está apoyado contra el auto y de brazos cruzados.
—¿Por qué está tan molesto? —Pregunta Kenma.
—Él solía trabajar aquí. Mientras era empleado, Seijoh, que es Aoba Johsai pero también lo puedes llamar así, tenía muchísima popularidad. La mayoría de revistas rebajaban la empresa solo para hablar de lo talentoso que es.
Explica observando disimuladamente a su amigo. Oikawa tiene lentes de sol pero sabe que está intentando derrumbar el edificio con su mirada de lo enojado que está.
—Y un día, Seijoh lo echó. Dijeron que estaban cansados de su ego —Kenma lo escucha atentamente—. En esa época, estaba con Iwaizumi Hajime, uno de los mejores modelos que tiene la empresa. Oikawa pensó que se irían juntos, porque había sufrido más maltratos que otra cosa, pero él le dijo que no podía dejar la empresa.
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Beneficio Mutuo | Kuroken
Fanfiction-Tú... eres muy lindo. El desconocido parpadeó. La mirada cansada de un chico de veintitrés años cruzándose con la sorprendida y quizás divertida de un hombre que parece de veinticinco. Traje negro, corbata roja, cabello azabache y otra vez una mira...