Beneficio Mutuo | Kuroken

Capítulo 27

—¿Que Alisa Haiba dijo qué?

Oikawa preguntó atragantándose con su propia saliva.

Salir de la compañía y encontrarte con una multitud de fotógrafos no es normal. Dedujo al instante que Kuroo o Kenma tenían la culpa de esto.

—¿Es verdad? —preguntó un reportero.

—Y-yo... ¡Claro que no es verdad! —exclamó intentando caminar entre la gente—. Alisa Haiba... No sé qué mierda le pasa en la cabeza pero definitivamente Tetsuro nunca estuvo con ella.

—¡Pero son ex pareja!

—¡Él se está por casar! —contraatacó.

—¡O sea que puede haber engañado a Kenma Kozume!

Gritó alguien desde atrás. Oikawa pensó que los próximos días serían muy difíciles.

Entrando a la casa de Kuroo; luego de que el pelinegro respondiera rotundamente que no a todas las preguntas, Kenma simplemente decidió tragarse el llanto y decirle a Akiko que se llevara a Akinori.

No es que se sienta inseguro pero...

—Kenma...

Kuroo dijo llegando atrás de él. La discusión vuelve a darse en la sala principal. El teñido simplemente respiró y se dió vuelta, mirándolo fijamente.

—Dime... —Las palabras le hacían doler la garganta—.  Dime que es mentira lo que dijo esa mujer y que no estuviste con ella porque sino tomaré a mi hijo, me iré de aquí y no nos volverás a ver.

Kuroo trabaja mucho. Hay veces que llega más temprano y otras que llega más tarde...

Pareciera que en momentos como este, todos sus recuerdos con Kuroo estando de mal humor o actuando extraño bombardean su mente. Es como si fuera una mala jugada del destino.

¿Por qué Alisa dijo eso?

La respuesta probablemente no lo dejará dormir correctamente por las noches.

—Obviamente es mentira —respondió indignado. Kenma lo miró preocupado—. No tengo idea de por qué ella dijo eso pero es mentira, Kenma. Nunca estuve con esa mujer.

Kuroo pasó sus manos por su cabello y bufó ante la mirada del teñido.

—Es mi ex novia —confesó.

—¿Qué?

—Salí con Alisa durante un largo tiempo. Es mi ex novia —repitió mirandolo. Kenma apretó sus labios y asintió—. Pero eso no significa nada, ¿bien? Ya no siento nada por ella.

—¿Y por qué dijo eso? —preguntó pasando sus manos su cabello. Kuroo se encogió de hombros.

—No lo sé. No sé qué le pasa pero en serio, no... Simplemente nunca estuve con ella, Kenma. Lo juro.

—Está bien, te creo... Solo-

El teléfono de Kuroo empezó a sonar. El pelinegro rápidamente lo sacó de su bolsillo, suspirando al leer el nombre que marcaba en la pantalla.

—Tooru.

—¿Qué mierda le pasa a Alisa?

—No tengo idea.

Kenma suspiró, dándose vuelta y dirigiéndose al jardín donde se suponía que estaba su hijo con Akiko. Kuroo lo vió irse y pasó una mano por su rostro.

—Hay que hacer algo. Kenma y yo acabamos de discutir por eso.

—Obviamente lo haremos pero necesito saber si lo que dice ella es verdad o no.