1. LA PRESENTACION

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Ningún sufrimiento debe minimizarse,

por más pequeño que sea, al final

causa un efecto grande.

GISELLE

Permítanme presentarme.

Soy Giselle Newman, hija de una de las mujeres más poderosa de New York, heredera de una empresa de gran prestigio en cosméticos. Para ser sincera es cómo me considero, pues también debo confesar que soy estupendamente genial.

Claro, la arrogancia es mi nivel mayor y no lo negaré.

Justo en este momento, me dirijo a Brave Jone, una de las universidades más prestigiosas que se encuentra en Manhattan y es donde haré la peor locura de mi vida para poder vengar todo lo malo que me pasó.

Haré de la vida de Susan Hamilton una pesadilla.

Sonreí de lado mientras observaba desde la ventana del auto todo el paisaje que se cernía frente a mis ojos mientras viajábamos en una de las carreteras más silenciosas y despejadas de la ciudad, el recorrido es corto, pero agradable.

Y eso no evitaba que pusiera algo de las melodías clásicas de mis favoritas durante el tiempo que estaría en el mercedes de mi mejor amigo.

Chris conducía con demasiada tranquilidad, lo podía ver de reojo desde mi asiento, notando en sus facciones la pasividad de la situación y me alegraba que fuese así, no quería que estuviese nervioso y eso provocase un problema a lo que haríamos.

—Estamos a punto de llegar. —comentó él luego de unos segundos.

Mi sonrisa se extendió más al saber que me estaba acercando a ese gran desafío que deseaba enfrentar lo antes posible, después de tanto tiempo, podría decir que es la razón por la cual mi espíritu de antes aún se mantenía vivo después de todo lo sucedido.

Los recuerdos me decían que debía ser fuerte y nada me haría sentir miedo de nuevo.

Ahora Susana Hamilton debía de tenerlo.

—Deja de sonreír de esa manera —hablo Chris con un tono que me demostraba un humor agradable—. Pareces como si estuvieses a punto de incendiar algún lugar.

Rei a lo bajo y me gire a verlo notando al instante que él ya lo estaba haciendo.

—Mi sentido de venganza me llama a sentirme tan feliz que no puedo solo demostrarlo interiormente. —contesté con sinceridad.

—Ya lo he notado. —sonrió de lado y mira de nuevo hacia adelante sin borrar la expresión de su rostro—. Parece irreal que hace unos meses estábamos en el sótano de mi casa planeando todo lo que haremos en cuanto lleguemos y ahora ya estamos aquí.

—¿En serio? —le miré por unos segundos y luego me encogí de hombros—. A mí se me hace justo que el tiempo este de nuestro lado.

—¿Entonces no estas nerviosa?

—Si pudiera poner una palabra a lo que siento en este momento es... satisfacción y creo que será un gran éxito el plan.

Chris acercó su mano a la mía que se encontraba a un costado del asiento, le dio un pequeño apretón lleno de consolación y lo que podría ser apoyo. Lo mire con atención, logrando ver en sus ojos la sinceridad ante las palabras que diría a continuación:

—Pase lo que pase... me tienes para lo que necesites. —confesó siendo eso lo que hizo que por un momento mi lado orgulloso y arrogante se desapareciera.

—¿Eres consciente que lo estás haciendo en estos momentos? —pregunto y alzó mis cejas en un intento inútil que no me afectase ninguna de sus palabras.

Chris rio a lo bajo y soltó mi mano.

—Estoy consciente de eso y también que tu narcicismo no ha cambiado nada.

No digo nada al comentario y solo sonreí mientras giré mi cabeza a ese amanecer que tornaba en el horizonte.

Chris Olsen es un joven de veinte años, es el hijo prodigio de Charles Olsen, quien es propietario de una cadena de hoteles que se encuentran por todo el país y al parecer quieren establecerse en otros; pero da igual. Lo que quiero explicar es que Chris ha sido mi mejor amigo durante estos tres años donde tuvimos que pasar muchos desafíos.

Y ahora estamos a punto de llegar a una de las universidades más prestigiosas de Manhattan.

Brave Jones.

Donde solo hijos de la élite pueden ir y al parecer otros que pueden entrar a través de becas o de otras formas que desconozco y en mi opinión ante ello es positiva, aunque debía de ser mejor que fuese pública para que el clasismo no siga siendo una función en este país.

Pero bien, mi deseo no era ir a esa universidad si no fuera porque la insólita Susana Hamilton ha ingresado a esta desde el año pasado y al parecer es de su agrado. Mi única razón ha sido ella.

¿Y por qué?

Porque le quiero dar una sorpresa, quiero presentarme y darle a conocer que estoy en esa universidad y haré de su vida una basura total.

Si, creo que la palabra esta fuerte; pero es lo que sucederá porque es eso lo que hizo conmigo.

Chris y yo lo hemos planeado desde meses atrás, mi manera de adentrarme a su vida sería fácil y sencilla, logrando que lo pierda todo sin que se dé cuenta que seré yo quien lo haga.

Así como ella piensa que no sé nada de lo me hizo en la preparatoria.

Todo será un exquisito platillo donde nunca sabrá lo que probará hasta que lo saboree.

Y lo que Susan Hamilton no sabe es que, se metió con la persona equivocada.

Se metió con Giselle Newman.

INFORMACIÓN IMPORTANTE:
Si ven una noticia que indica que el libro pasara a borrador. No se preocupen, eso ya no sucederá, pues planeo hacer la edición sin importar si ustedes leen, no les afectará en lo absoluto. Asi que, pueden seguir leyendo.
GRACIAS POR LA OPORTUNIDAD

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