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3. SORPRESA

SUSAN.

No todo es para siempre.

Mi padre me había enseñado a lo largo de mi juventud que, si quieres obtener algo, debes luchar por él no importa cuál sea el precio, y aunque el precio no debía pagarlo yo, tuve que enfrentar esa prueba por mi propia cuenta para que él estuviese contento.

Pero nunca pensé que las pesadillas me volviesen atormentar, trate de ignorarlos y cambiar mi perspectiva o moral si se podría decir de esa forma, mi dignidad estaba en los suelos y aunque nadie lo sabía, tenía claro que yo no era buena.

Soy hija del magnate Randall Hamilton, propietario del grupo ABK, siendo el gran periodismo en todo Estados Unidos y hace cinco años empezó su distribución de revistas relacionadas a modas y escándalos de famosos.

Llevando el numero uno siempre en tendencias.

Gracias a mi padre, ahora tengo secretos que ocultar y ser parte de un misterio para siempre. Pensaba que llevaba todo bajo control, llegando a un punto donde pude olvidar por completo mis pecados y podía pensar hasta qué punto logre perdonarme; sin embargo, nadie me preparo para esto.

Es mi segundo año de universidad, había llegado temprano para poder tomar con calma todo el asunto de ordenar mis cosas en mi casillero y de reencontrarme de nuevo con mis amigos.

¿Pero a quien engañaba realmente?

La razón por la cual estaba aquí era porque deseaba verlo a él.

Ashton Hunt estaba ahí en cuanto llegué, mi mejor amigo y aunque ambos sabemos que yo siento algo más que una simple amistad, él me ha demostrado ser una persona completamente sincera y llena de cariño.

Hace cinco meses dejamos claro nuestras posiciones o debería de decir, él me dejo en claro que solo me miraba como una amiga y aunque al principie dolió ese rechazo, no tuve remedio que aceptar la realidad y cree una idea en mi cabeza que con el paso del tiempo podría conquistarlo.

Por el momento llevábamos las cosas bastante bien.

Él es demasiado bueno y aunque suele tener expresiones serias, es un galán por completo. Siendo jugador de futbol americano, ha demostrado ser capaz de dejar sin aliento a toda la universidad, dejando de lado que no es de la misma clase que la mía o que de las demás personas.

Es Ashton Hunt, un chico inteligente, atento y simpático.

Mientras tanto yo... solo era una chica millonaria que tenía amistades donde quería creer que eran sinceras y que solo trataba de llevar bien mis estudios. Me consideraba agradable con los demás, siendo prueba las muchas declaraciones de chicos que había logrado experimentar; pero ninguno era de mi gusto.

Solo una persona en especial.

Y él está conmigo en ese momento.

—¿Lista para un año más? —me preguntó Ashton, observándome con intensidad, siendo eso común en su mirada.

Ordenábamos las cosas de nuestro casillero mientras a nuestro alrededor estaba el murmullo de los demás estudiantes que se presentaban de nuevo a la universidad. Asentí levemente tratando de calmar mi corazón agitado al ver en Ashton su habitual mirada cargada de entusiasmo.

—¿Y tú? —le devolví la pregunta siendo consciente como mi voz era casi un susurro—. Escuche que el entrenador te nombrara como quarterback.

Él dejo salir una chispa de su risa.

—Al parecer nada es privado en esta universidad. —dijo volviendo a mirar su casillero.

Me sentí apenada de la situación.