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29. MAL ENTENDIDO

SUSAN

En cuanto Ashton apareció en mi camino y me interrogo sobre mi estado, no tuve más opción que confesarle todo.

Había empezado a llorar desde que Emma me expulso del grupo en esta mañana y el hecho que ahora ya no estuviese en el grupo de las animadoras hacía de todas mis ilusiones unas decepciones. Ese era mi entretenimiento, mi única salida al mundo exterior al ser suprimida a causa de ser siempre una chica tímida y que temía de las consecuencias que podría causar mi presencia.

Gracias a que por un instante pude salir de mi área de confort, logre que me aceptaran en el grupo por Emma Peters, quien vio en mí una oportunidad, siendo esa una de las mejores decisiones que pude tomar al darme cuenta que era buena para ser animadora y que eso me ayudaría a ser conocida para todos, llegando tal vez a socializar y que no me viese patética.

¿Qué soy hija del hombre que creo el mejor periódico del país?

Eso no ayudaba en nada, no lograba que yo fuese como Emma Peters o como Giselle Newman para tener esa seguridad de presentarse al mundo como las mejores.

No podía.

Y ahora la oportunidad de lograrlo se me fue arrebatada.

Es por eso que me desahogue con Ashton, quien me escucho sin pensarlo cuando nos retiramos a un lugar más silencioso.

Le conté las palabras de Emma y la razón de su decisión.

Él me miraba con decepción y enojo en cuanto termine mi relato.

-¿Entonces te saca del grupo por su falta de madurez en aceptar que su novio es un patán? -pregunto sin más con voz endurecida.

-Supongo. -conteste, reprimiendo los labios y bajando la mirada trate que mis lagrimas no volvieran a salir.

-Iré hablar con ella.

En seguida lo mira asustada.

-¡No Ashton! -exclame con rapidez-. ¡Ella no comprende y te meterás en problemas también!

-¿Y que me hará? -frunció el ceño -. ¿Molestarme como si fuesen niños de primaria?

-No quiero meterte en este problema.

-Lo que veo aquí es una injusticia que han hecho contigo.

-Son cosas que pasan, pero... -suspire hondo y le mire con tristeza-. No podemos hacer nada, es solo de dejar las cosas así.

-Pero ser animadora es tu sueño Susan. -me tomo de la mano para darme consuelo, pero yo sentí mucho más cuando mi corazón empezó a palpitar.

El solo te mira como una amiga, no lo olvides.

Me lo repetía ante el miedo de perderlo como lo que era, no quería arruinar nada y mucho menos volver a esa conversación donde las palabras se repetían.

Solo te veo como una amiga y no quiero que eso cambie.

Fue su manera de rechazarme y de tratar que la amistad no se arruinase por mi culpa, perdí mi timidez para confesármele y solo logre que él se sintiese incomodo hasta el punto de yo volver a sentirme dentro de un caparazón.

Lo arruine todo esa vez, no permitiría que volviera a ocurrir.

-Lo sé... -conteste a su comentario con voz suave-. Pero... podemos ver el lado positivo... otra chica tendrá la oportunidad de estar en el grupo y podría ser mejor que yo.

Trate de sonreírle, aunque en el fondo me sentía terrible.

Y estaba mintiendo porque no quería compartir mi lugar, había luchado mucho para reservar mi puesto, uno con el cual siempre soñé estar y era la razón por la cual no quería que nadie se integrase a las animadoras.