GISELLE
—No era necesario que me llevaras nuevamente. —dije en el asiento del copiloto.
Justo en el mercedes de Chris, quien insistió a que me llevaría a mi departamento a las cinco de la tarde.
—De nada —contestó él con una sonrisa agradable—. Deberías de agradecer que te estoy ahorrando dinero y el estrés de viajar en autobús.
—Debo de adaptarme a subirme a ellos. —comento con seriedad teniendo en mi mente que un taxi sería mejor.
—¿Acaso aún no te has subido a uno?
—La primera y última vez que lo hice fue cuando tuvimos que huir de los chicos de Branlow —dije mientras una sonrisa socarrona salía de mis labios al recordar esa situación—. Liza y los chicos estacionamos nuestros autos demasiado lejos del local y resulta que ellos se encontraban en la misma dirección, así que tuvimos que correr a otra parte y tomamos un autobús para huir.
Chris contuvo su risa y negando lentamente dijo:
—Me arrepiento de no haber ido ese día.
—Creo que a lo largo de nuestra amistad hemos hecho demasiadas cosas divertidas, no te perdiste de gran cosa esta vez. —termine diciendo cuando nos adentramos al estacionamiento del pequeño hotel.
Chris se detuvo en frente de las gradas que llevaba a la segunda planta, me gire hacía él mientras tomaba mis cosas.
—No te atrevas a venir en la mañana —le advertí con fingida molestia—. Debes entender que esta chica debe acostumbrarse a la vida que su mami quiere para ella.
Pude ver como Chris se guardó cualquier palabra que se refiriese a mi madre, reprimió sus labios con fuerza y asintió lentamente.
Le sonreí de lado.
—De acuerdo, nos vemos mañana. —me despedí, mientras abría la puerta.
—¿Ya tienes todo calculado? —pregunta él con curiosidad en su mirada.
Alce mis cejas confundida.
—Me refiero a si tienes una idea de los gastos que tendrás. —aclaro con una sonrisa llegando a ser divertida.
—Pues claro que sí.
No, no tenía ninguna idea de que sería lo que gastaría.
—Y no te preocupes, tengo todo calculado.
Él solo asintió de forma positiva y sabía perfectamente que ni él me creía, me conocía bien para saber que no podría vivir sin mis lujos.
En ese momento al ver el mercedes de mi amigo, extrañaba mucho mi BMW, mi lujoso auto de gran valor, mi madre me lo compro tres meses antes de lo sucedido y he sido vetada de tenerlo en mis manos por el momento.
Esta vez sí bajé del auto y despidiéndome nuevamente de Chris me dirigí a mi departamento, a los segundos mi mejor amigo se fue, dejando el rastro de la conversación en mis pensamientos.
Fui a la puerta de mi departamento mirando de reojo la otra puerta al pasar al lado, sabía que Ashton Hunt no había llegado y me aferraba que no lo hiciera porque realmente quería estar en silencio cuando vi la gran cantidad de cajas dentro de mi nueva casa.
Los de mudanza se habían hecho cargo de traerme algunas de mis cosas de mi casa, mi madre me había permitido hacerlo y aunque debía acostumbrarme a esta vida, extrañaría mi habitación.
Me tomo tiempo analizar lo que tenía que hacer.
Debía ordenar.
—Necesito un café. —susurro.
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Perfecta Coincidencia |DISPONIBLE EN FISICO|
RomanceGiselle Newman solo quiere venganza y después de un tiempo creando un plan junto a su amigo Chris para lograr su cometido, ingresaran a una de las universidades más prestigiosas de New York donde se encuentra Susan Hamilton, quien es la causante de...