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18. ME ENCANTAN LOS RETOS

GISELLE

No hice nada durante todo el fin de semana, mi única salida a un mundo diferente fue la televisión donde miraba las películas que pasaban durante la tarde, aunque ninguna me llegaba a complacer completamente al tener dos razones.

Y era que ninguna película lograba superar Perfume de Mujer, que era mi película favorita de todos los tiempos.

Y la otra razón era que no podía dejar de pensar en la reacción de Ashton Hunt ante mi confesión.

Pensando que al decirle que me gustaba habría un cambio en su actitud, se pondría nervioso y se viese completamente afectado; pero en realidad eso no sucedió y eso siempre me hace dudar sobre la salud mental del joven.

Su única muestra de emoción que tuvo fue un fruncir de cejas ante la confusión que eso le causaba y luego volviéndose a la puerta, la abrió para adentrarse a su departamento, dejándome sola en el pasillo.

Y ahora yo era la que fruncia el ceño sin comprender que rayos significaba que él se retirase así.

¿Cómo rayos no pueden sentir ninguna atracción hacía mi persona?

Soy Giselle Newman por Dios, es claro que mi belleza y actitud haría caer cualquier hombre.

Lastimosamente no podría hacerlo por el momento, debía hacerlo con Ashton y esto se me estaba complicando.

No hubo ninguna interacción durante el sábado y el domingo, al menos supe que le gustaba salir a las seis de la mañana a trotar y que durante todo el día no salía al menos que se tratase para ir de comprar, que fue lo que hizo un sábado en la noche.

No sabía si salir e interactuar con él para saber si había algún cambio en su forma de ser, aún tenía una pequeña esperanza que fuese así; sin embargo, al pensarlo con claridad supuse que era mejor esperar que el tomase la noticia más relajado y le daría hasta lunes para poder saber si realmente este hombre tendría corazón para gustarle también.

Mientras tanto, me dediqué a avanzar en las tareas y luego tuve una larga conversación con Chris por teléfono, quien deseaba venir para ver algunas películas o jugar videojuegos, pero luego quedamos en hacerlo en otra ocasión cuando ambos necesitábamos terminar los proyectos que se me habían dado.

Llegado el lunes supuse que era mejor no esperar que Ashton saliese para hablar, pensé en darle más tiempo al comprender que el pobre posiblemente estaba razonando si era verdad que Giselle Newman le confesase que le gustaba y era probable que estaba buscando las palabras para decirme lo mismo.

Si, eso podría ser la razón.

Lo primero que vi cuando ingresé al salón de clase fue a Emma Peters, mi compañera de clase de cierta materia y que en ese instante se encontraba con una chica de lentes grueso, logrando ver en su mirada un poco de pánico y supe el motivo.

Emma la estaba regañando.

—Mas te vale asegurarte que esa tarea este para mañana —le decía con voz fresa, pero enojada—. No quiero una mala nota.

—Si Emma...

Blanquee los ojos ante lo que estaba escuchando, al parecer Peters no era tan inteligente para hacer sus propias tareas.

—Primero quiero que termines la mía y luego te rebuscas con las tuyas —seguía mientras la señalaba con el dedo—. ¿Te ha quedado claro?

—Supongo que no. —dije esta vez yo, haciendo que ambas chicas me miraran con expresión confundida.

Me acerque a ellas, notando la mirada molesta de Emma y el rostro pálido de la pobre chica.

—¿Qué has dicho? —me pregunto molesta la versión femenina de Barney.