45. DISCULPAS

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GISELLE

Habían pasado tres días desde la fiesta y aun se escuchaban a los estudiantes hablar del partido y de la gran fiesta. Para especificar, hablaban de mí la mayoría.

No podía estar en clase sin que las chicas se me acercasen a conversar, al parecer todas querían aprender a bailar como yo lo hacía.

Obvio no lo harían como yo, pero al menos lo harían a su propia manera.

Sin embargo, no les podía dar clases, así que solo les recomendé buscar en la internet tutoriales porque al final de cuentas yo aprendí así cuando mi madre no me dio autorización de tener un maestro de danza.

Recuerdo esa vez que me vi siendo regañada en frente de Freddy por creer que ella me dejaría hacerlo, su respuesta fue un retundo no y, además me ordeno que olvidara esas tonterías que no me ayudarían en nada, siendo sus últimas palabras.

Claras y suficientemente entendibles para no volver a pedirle eso.

Es por eso que me dedique aprender por mi propia cuenta, sin embargo, llego a costarme cuando luego me di cuenta que también me gustaba la cocina y creo que esa fue mi mayor obsesión al estar en esa etapa que quería aprender de todo.

La cocina me empezó a gustar cuando veía a Margaret hacerlo con tanta habilidad y le quedaba delicioso todo lo que preparaba, llamándome la atención cada ingrediente que usaba y hasta la forma en como cortaba las verduras o la carne.

Esos simples detalles fueron lo que me llevaron a aprender, siendo difícil cuando me debía de esconder de mi madre cada vez que estaba con Margaret en la cocina intentando hacer algún platillo.

Algunas veces solía ser divertido, pero algunas veces también tenía miedo.

Si... miedo...

Respire hondo y deje de pensar en ello cuando me encontraba con los Tigres, estos estaban de nuevo entrenando.

Harper al parecer creía que entre mas entrenamiento tuviesen, podrían perfeccionarse más a la hora de los siguientes juegos; pero para mi opinión, este segundo partido lo habían hecho excelente, siendo Ashton quien manejo a su equipo de una forma tan profesional y con mejores técnicas, dándole a conocer que gracias a él es que el chico podía hacer todo eso.

Su orgullo se elevo más cuando le dije eso, tanto fue que permitió que los chicos descansasen.

Jared me guiño el ojo al llegar a mi lado al ser consciente que gracias a mi es que ahora se dirigían a las bancas a tomar un descanso.

—¿A que se debe tanta amabilidad de nuestro entrenador? —preguntó Tyler con una sonrisa de lado mientras se sentaba en la banca.

Harper frunció el ceño.

—¿Acaso nunca he sido bueno con ustedes? —dijo esta vez él, sonando molesto.

—Bueno...

—¡Cállate! —exclamo haciendo que el chico se viese obligado a reprimir los labios y evitaba reírse—. Bueno, creo que ha sido demasiado entrenamiento por ahora, descansen y dejen que el cuerpo se enfrié para que puedan darse una ducha, no quiero viejitos con artritis, ¿entendido?

—¡Si señor! —dijeron todos con voz elevada.

El entrenador se coloco la gorra y dándose la vuelta se dirigió para las afuera de la cancha, dejándome a solas con los muchachos, pero en realidad, mi visión solo podía estar con una persona en especifica.

Ashton tomaba agua con tranquilidad y respirando con lentitud mientras los ojos los mantenía cerrados al disfrutar del líquido, lo mire con determinación al ver como su garganta se movía al tragar grueso, es un chico bastante simpático y sus facciones parecían muy maduras para tener veinte años, lográndose ver su esfuerzo en cada entrenamiento y al ejercitarse.

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