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14. UN EXAMEN Y UNA COMPLICE

SUSAN

Era demasiado tarde, debía tomar mi primera clase de comunicación y medios masivos, solo me faltaban cinco minutos para que iniciara y yo aun me encontraba frente mi casillero, tomando las cosas necesarias para la materia, temiendo que la maestra me regañase por llegar tarde.

Me había despertado inconsciente de lo que sucedía hasta que vi la hora, ni siquiera pude comer junto a las chicas ante la prisa que llevaba por el gran atraso que había tenido.

No había podido dormir bien al haber estudiado gran parte de la noche para la clase de comercio, el profesor Mitchell había enviado un anuncio a todos los estudiantes del antes primer año, informando que habría un examen para sorprender a los nuevos, quienes quería darles a conocer cómo se manejaba su forma de trabajar en el primer día de clase.

Y claro, esto afectaría mi puntaje si no me sacaba buena nota.

Siendo clases del año pasado, era probable que no tuviera buena calificación, así que estudie sin parar hasta tener una idea de lo que vendría.

Corrí por el pasillo hasta que llegué al salón de clases que para mí alivio aún no había comenzado, pero la maestra ya se encontraba lista, así que me dirigí hacía mi asiento con sigilo donde me esperaba mi compañera.

Ella me miro sonriente y me dio los buenos días antes de que la maestra interviniese para empezar a hablar de la clase.

Me concentre en la materia y para mi suerte todo resulto bien, más las dos siguientes clases que tenía de la metodología de la investigación científica, unas clases pesadas; pero interesantes si los miraba desde mi punto de vista y es que el periodismo era un lío de ramas donde no tenía fin. Comprendiendo que el que deseaba estudiar derivaba a hacer todo lo que se relaciona con un periodista.

Para la segunda parte me estaba muriendo de sueño al no ser alguien que se desvelaba seguido, trataba siempre de llevar las cosas en orden para no llegar a esos extremos y aunque algunas veces un lado extrovertido salía de mí, deseando ir alguna fiesta con las chicas, quienes siempre me insistían a hacerlo.

Así que, algunas veces lograba escaparme, aunque al final no hacía nada estando alrededor de muchas personas que bailaban y bebían.

Llegándome a cuestionar porque me había convertido en esta chica y aunque sabía la respuesta, me costaba asimilar que un ser querido me hubiese causado tanto daño.

Deje de pensar en ello cuando debía tener en mente que tenía examen, siendo la cuarta hora de comercio, es parte del área comercial, se daría este segundo año y no podía esperar a conocer las nuevas clases que recibiría.

Llego al salón buscando un buen lugar donde podría ser vista por el profesor desde la distancia, quien se había hecho mi favorito desde que me defendió de muchas maneras el año pasado, también me guiaba a hacer bien las tareas hasta el punto que ahora nos conocemos mucho.

Teniéndonos confianza el uno del otro, hasta podría considerarme su alumna favorita.

Pase por los asientos al haber encontrado un puesto a un lado de la ventana, me encontré con varias compañeras del año pasado quienes me saludaron emocionadas al verme, baje la mirada y sonriendo tímidamente también las saludé.

Me mantuve calmada a pesar de la emoción que me causó que me viesen y me reconociese, algo que jamás pensé que me pasara.

Sentándome al lado de la ventana me pregunté quien se iría a sentar a mi lado.

Estaba nerviosa al esperar que algunas de mis compañeras me tomasen en consideración o supiesen de mi existencia para poder ser amigas, sé que tengo a Jaqueline y Ashley, pero también sabía que debía conocer más personas para llegar a ser más abierta a cualquier situación que fuese extrovertida.