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7. AMIGAS DE MI ENEMIGA

SUSAN

Las clases avanzaron rápido en la mañana y aunque nuestro tiempo de receso era demasiado corto, Jackie y Ashley decidieron por sentarse en el césped del gran jardín que se encontraba pocos metros de la cancha de futbol americano.

Me tentaba a levantarme e ir a ver a Ashton que era probable que se encontrase ahí, su mensaje lo confirmaba desde hace media hora y es que deseaba ir a verlo desde la distancia de las bancas, siempre lo hacía; pero cuando nadie estuviese a mi lado para que lo pudiera ver sin ningún problema.

Sus entrenamientos eran impresionantes y admiraba la capacidad de cada uno de los Tigres, aunque no tenía mucho conocimiento de ese juego, lograba disfrutarlo cuando eran los partidos y gritarle a Ashton era mi pasión para que diera todo de su parte.

Sonreí al recordar las veces que lo hice.

—Es curioso que se vea tan tranquila a pesar de todo. —decía Jackie en voz baja, haciendo que frunciera el ceño al no comprender a lo que se refería.

—Un año le dio tiempo para volver a hacer ella misma. —contesto Ashley.

—Perdón... ¿De qué me perdí? —pregunté mientras las miraba interrogativamente.

Jackie se acercó más a mi lado a través del césped.

—Giselle Newman está a tres metros de nosotros. —confesó, en seguida me enderecé de golpe y sin poder disimular me giré a todas partes hasta que la pude localizar.

Ahí está ella.

El uniforme le quedaba perfecto a pesar que la falda estaba demasiado larga, pero su silueta marcaba las partes necesarias para comprender que era demasiado atractiva y su rostro al sonreír era llamativa para todos, era la descripción exacta que ella se merecía.

Miraba a todos lados y al ver que estaba sola supuse que esperaba a Chris ante su postura cruzada de brazos, deje de mirarla al temer que sus ojos tuvieran contacto con los míos y me atuve a que se fuera.

—Mírala —dijo Jackie dando pequeños vistazos a la dirección de Giselle—. Parece tan segura de sí misma que da miedo.

—No tiene más que todos nosotros juntos —hablo Ashley con seriedad y mostrándose suspicaz—. Simplemente se cree gran cosa.

—Y eso es a lo que me refiero. —Jackie nos miró a ambas con las cejas alzadas—. No es más que todos nosotros y ante sus antecedentes debería de estar avergonzada, pero mírala.

Las tres nos giramos a verla de nuevo, dándome cuenta que Jackie tenía razón y aunque sabía perfectamente que Giselle no había cometido ningún crimen, el hecho que ella se sintiera mejor que todos por ser futura heredera de la marca más grande de cosméticos era de miedo; pero en mi caso, solo podría asimilar todo lo que hice mal con ella y que no merecía que hablaran de ella de esta manera, solo que no tuve el valor de contradecirles.

Como no puedo hacer en todas mis situaciones.

La arrogancia lo traía en su sangre suponía cuando había visto a su madre unas dos veces y ella era demasiado para ser hija de Amelia Newman, su mostraba grandeza en su caminar y una actitud discriminativa a su alrededor; pero las dos llamaban mucho la atención con su sola presencia.

—Es de familia supongo. —dije más para mí misma que para las chicas, pero me escucharon con atención.

—Puede ser —confirmo Ashley mientras se miraba las uñas—. Cambiando de tema, ¿te meterás nuevamente a ser animadora de los Tigres?

—Por supuesto que sí. —dije sin titubear, al ser una de mis mayores retos que pude hacer cuando era demasiado tímida e insegura.

Pero gracias a Ashton pude quitarme el miedo de animar al equipo de Los Tigres.