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43. INVITADA ESPECIAL

ASHTON

De nuevo saliendo de los camerinos para ser recibidos en la gran cancha donde todos los estudiantes e invitados de la otra universidad se encontraban reunidos, gritando y exclamando por la banda que sonaba mientras las animadoras se alineaban para iniciar su show.

Nosotros nos reunimos a un costado de la cancha donde el entrenador Harper estaba arreglando sus pantalones y ajustando su gorra, con un rostro serio se dirigió hacía nosotros.

—¿Están listos? —preguntó en cuanto se posiciono en medio de todos.

—¡Si señor! —exclamamos todos al mismo tiempo.

—¡Bien! —grito Harper, volviéndose más eufórico—. ¡Quiero que aplasten traseros sin ser sucios y no quiero que sean ustedes quienes tenga que traer de la cancha derrotados, ¿entendido?!

—¡Si!

—¡Es todo lo que diré por el momento y espero que sea suficiente para que no me decepcionen!

Era suficiente para ser el entrenador, solía ser un hombre de pocas palabras y a la hora de alentarnos... bueno, ese era el resultado.

—¡Si no son dueños de esta cancha cuando el partido termine, me asegure de ser yo quien les aplaste el trasero!

Las amenazas eran su punto fuerte.

Mirándonos a todos con seriedad asintió como si de esa forma nos diese el aviso que su discurso ha finalizado y girándose se fue hacía el otro lado para hablar con el árbitro, siendo nuestra oportunidad de relajarnos mientras las animadoras terminaban su espectáculo.

—¿Qué se siente ser el quarterback por primera vez en un partido? —pregunto Jared a mi lado con una sonrisa de lado.

Reprimí los labios en una mediana sonrisa.

—No lo sé, dímelo tú —conteste, mirándolo con determinación—. Gracias por darme la oportunidad de serlo.

—No me agradezcas como si yo hubiese querido que me arrebataran el lugar con intención —declaro fingiendo estar molesto—. El lugar te lo dieron a ti porque te lo mereces, además nunca entendí porque Harper me dio el privilegio de serlo, era el peor candidato.

—No digas eso.

—Es la verdad Ashton, realmente Harper no tenía muchas opciones y tú ni siquiera te habían integrado hasta completar el examen así que debía tener urgentemente a alguien quien dirigiera el equipo y bueno, no negare que en el tiempo que estuve ahí logre desenvolverme y aprender muchas cosas a lo largo de las temporadas.

—Y eres uno de los mejores, te lo aseguro. —dije con sinceridad.

Él me siguió sonriendo cuando fuimos interrumpidos por Mark que llego atrás de nosotros con una risa contagiosa.

—¿Qué sucede Mark? —pregunto Jared cruzándose de brazos.

—Nada, solo quería desearles mucha suerte en este partido —dijo, abrazandonos a ambos al colocar sus brazos en nuestros hombros—. Es una pena que me una después del medio tiempo.

—Lamento que sea así —le conteste mirándolo con arrepentimiento—. El entrenador quiere que los demás chicos se unan para ver su desempeño.

Mark suspiro hondo y sonriendo de lado asintió.

—Lo sé —respondí—. Pero no puedo quejarme, estaré en las bancas muy bien acompañado...

—Si, es probable que el entrenador se siente a tu lado. —dijo esta vez Jared empezando a reír y tentándome a hacerlo yo también.