CHRIS
—¡ES UNA GRAN MENTIROSA!
Giselle golpeaba uno de los basureros metálicos de la parte trasera de la facultad donde no se encontraba nadie que solo nosotros dos.
El basurero no se movía de su sitio al estar pegado por un hierro, pero ella le encantaba golpearlo mientras gritaba con todas sus fuerzas todo lo que pensaba de Susan Hamilton, y no era nada agradable.
—¡Pero como se le ocurre decir semejante cosa después de lo que me hizo! —exclamo, volviendo a golpear el basurero con sus grandes tacones negros.
No comprendía como los lograba utilizar con facilidad.
—Realmente no tiene justificación. —dije con sinceridad, acercándome a su lado.
En ese momento ella volvió a golpear el basurero y con ello su tacón se zafo de su pie, llegando a caer demasiado lejos.
—¡Rayos! —me miro con enojo—. ¡Lo que me faltaba!
Se acerco a mí en un solo salto mientras levantaba el pie descalzo y me agarro del hombro para sostenerse mientras empezaba a saltar, llevándome consigo en dirección a su tacón.
Al parecer su enojo no le ayudaba a pensar.
—¿No hubiese sido mejor que yo te lo alcanzara...?
—Cállate —dijo molesta, sin dejar de saltar—. No tengo tiempo para usar mi cerebro al cien por ciento que no sea para pensar en darle una golpiza a Hamilton.
—Relájate Giselle, debes calmarte para poder pensar en algo mejor que ir a golpearle la cara a la chica. —comente al mismo tiempo que me apartaba de su lado y le ayudaba a alcanzar el tacón.
Ella lo tomo de un bufido y se lo coloco de inmediato.
—Estoy usando de todas mis fuerzas para no ir a tirármele encima.
—Lo sé. —le sonreí con empatía mientras buscaba las mejores palabras para hacerla sentir mejor—. Se que no es nada justo.
Y no lo era, realmente Susan parecía cada vez más una villana de las películas que se disfrazaban de buenas durante toda la trama, un comentario que Giselle dijo durante nuestro camino a Manhattan, nos lo tomamos como broma; pero al parecer se estaba volviendo realidad.
No comprendía porque razón diría una mentira como esa, siendo testigo de ese tiempo en la preparatoria. Podría confirmar miles de veces que Giselle nunca fue mala con ella, siendo demasiado extraño que una chica de su populismo que lograban ser conflictivas la mayoría de ellas como Emma Peters, llegase a ser diferente y balancear de una forma genial su popularidad con todos los factores que esta revelase junto su lado agradable que solo dejaba ver a las personas que ella pensaba que eran las correctas.
—Ahora Ashton piensa que soy una mala persona —siguió diciendo con demasiada frustración mientras se pasaba sus manos por el cabello castaño—. Necesito alisarme y comprar ropa para relajarme.
Rei a lo bajo sin poder evitarlo.
—No te burles Chris —dijo haciendo un mohín—. Se que no te lo he admitido y es probable que ya lo sepas, pero extraño mi vida anterior, extraño mi tarjeta sin límite y mis compras extravagantes por cualquier cosa que me llamase la atención, pero ahora... ni siquiera un pan me puedo comprar.
Le mire confundido.
—¿Acaso te has quedado sin dinero? —pregunte, haciendo que ella negase rápido.
—No, nada de eso, pero debo mantenerme al margen con las compras para saber cuánto es lo que gastare este mes de los tres mil dólares que mi madre me deposita.
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Perfecta Coincidencia |DISPONIBLE EN FISICO|
RomanceGiselle Newman solo quiere venganza y después de un tiempo creando un plan junto a su amigo Chris para lograr su cometido, ingresaran a una de las universidades más prestigiosas de New York donde se encuentra Susan Hamilton, quien es la causante de...