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31. ¡TEN CUIDADO!

GISELLE

El sábado en la noche supuse que era una buena idea ir a visitar a mi vecino para lograr reconciliar la relación que teníamos.

¿Cuál era?, no se.

Pero algo teníamos.

Y después de tener un desahogo con mi querida Liza a través de una llamada telefónica, ella si me dejo decir todo lo que sentía desde lo más profundo de mi ser hasta permitirme por una vez expresar algunas malcriadezas mientras ella me ayudaba con algunos insultos también.

Ambas al final terminamos por reírnos y en seguida me sentí mejor al ser con Liza más abierta, con Chris lo era; pero esa chica de piel morena y con una gran sonrisa me hacía volver a mis viejos tiempos donde las dos solíamos ser una bomba de tiempo.

No podíamos estar juntas sin causar un caos y esperaba con ansias volverla a ver junto a los chicos.

Con la llamada logré desahogarme y llegando al punto donde ella me da un consejo para conseguir que el jugador de futbol americano no me mirase con malos ojos.

-Los chicos suelen ser ridículamente persistente -declaró con voz energética-. Solo trata de disculparte si el tonto de Chris te ha dicho que finjas que lo hiciste, así que solo hazlo y sigue haciendo lo que haces, no dudes que caerá a tus pies en menos de lo que puedes imaginar, me sorprende que estes insegura de que lo lograras.

-No lo estoy.

-Eso espero, porque eres Giselle Newman por los cielos, cualquiera podría estar deseoso de ser tu novio.

-Lo sé. -confirme con orgullo.

-¡Esa es mi amiga! -exclamo con alegría-. Y no te preocupes por esa niña hipócrita que solo quiere llamar la atención, tú sigue hasta donde puedas y si no funciona, no olvides que mis deseos de darle un puñetazo aún no se han ido.

Reí ante su comentario y luego de una larga conversación ambas decidimos por despedirnos.

Era por eso que ahora estaba en la puerta del departamento de Ashton, esperando que abriera al haber tocado el timbre dos veces.

Mire mi atuendo, siendo unos jeans holgados y una camisa top de crêpe seda de china, siendo de la marca Gucci, que combinaban con mis tacones destalonados Cherie que son mis favoritos de toda la marca Louis Vuitton.

Me gustaba resaltar la moda en cualquier momento, siendo mi pijama mi única prenda que busque en línea que fuese como la de Megamente.

No me pregunten por qué.

En fin, Ashton abrió la puerta luego de varios segundos en el cual me cuestioné donde estaba para que no me abriese. Me di cuenta con rapidez que se debía a que se encontraba cocinando al oler un exquisito queso y según lo que lograban captar mis fosas nasales, también podía diferenciar la cebolla dorada en medio de su proceso.

Logre captar rápidamente que era homelet por el olor a huevo.

Deje de adivinar cuando Ashton me miraba con una de sus cejas alzadas.

-¿Sucede algo? -preguntó con suavidad, pero fue cortante.

-¿Puedo hablar contigo? -dije esta vez con una sonrisa de lado.

-No puedo por el momento. -contestó, dejándome sorprendida-. Estoy cocinando.

-Entonces puedo entrar y hablarlo mientras...

-Lo siento Newman -hablo con rapidez, mirándome con neutralidad-. Esta vez no se va a poder.

Me quede extrañada por su actitud y más cuando no trataba de ser duro, sino todo lo contrario y parecía como si tratase de mantenerse al margen.