Cap n3

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Este no era ni de lejos su plan inicial, pero debe reconocer en su interior que tenía ganas de llevarse por delante ese niñito que tiene un plan completamente contrario al suyo.

Ambas manos se van a sujetarle el rostro, obteniendo un primer plano de lo que es una exquisita obra de arte, pues la expresión de Taehyung, en una mezcla perfectamente compensada de timidez y erotismo lo está volviendo loco.

¿Cómo sería la carrera de ese pequeño si se mostrase ese rostro? Seguramente muchos productores querrían tenerlo en su cama.

— Acompáñame a casa — invita Yoongi, divertido.

La cara de confusión del omega hace que la erección en sus pantalones le palpite de la impaciencia, quiere corromper esa dulzura e inocencia hasta quebrarlo al punto más hondo que pueda.

— ¿Sabes qué? — empieza, alejándose del omega — quizás es demasiado pronto, apenas acabamos de conocernos.

— ¡No! — grita, agarrándolo de una de sus muñecas — yo quiero ir con sunbaenim...

— Y yo, pequeño, pero debemos hacerlo correctamente — insiste, sonriente — si salimos ahora sin despedirnos, la carroña de fuera podría dañar nuestra imagen y no queremos eso ¿Cierto? — Taehyung asiente, están de acuerdo — en un par de días vendrás a mi casa y tendremos tiempo de charlar, conocernos y muchas cosas más.

El omega recibe una tarjeta de parte de Yoongi, que acepta con los ojos brillantes y expectantes, bajo la atenta mirada del alfa.

Es la primera vez que va a llevar a alguien a su estupendo pent-house, pero no cree que ese niño se abra de piernas con facilidad en un hotel; su diestra recorre lentamente el rostro encendido de Taehyung, pareciéndole una pena el que no se cubra con sudor generado por embestidas sin detención.

— Gracias por invitarme, sunbaenim — sonríe Taehyung, apoyándose ligeramente contra la mano del contrario.

Es entonces, con ese pequeño gesto, cuando los aromas del omega su cuelan por sus fosas, ya que, antes estaba demasiado ocupado en pensar en las posturas que lo pondría; vainilla y chocolate blanco, una combinación nada parecida a ese omega, pues esos dos aromas suelen estar presentes en hombres fuertes, de personalidad fuerte y atrevida, aunque hay algo que lo descoloca.

¿Por qué también huele a miel?

— Estaré esperando — dice Yoongi, despidiéndose.

El omega se queda observando como su acompañante de escasos minutos se escapa entre sus manos, yéndose por la puerta que se cierra ante sus ojos, dejando ir un suspiro.

Su puño se cierra, de frustración.

Lo lleva todo preparado, se ha documentado bien sobre qué les gusta a los hombres de hoy en día y no puede estar más avergonzado por ello

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Lo lleva todo preparado, se ha documentado bien sobre qué les gusta a los hombres de hoy en día y no puede estar más avergonzado por ello.

Sigue sin entender la razón de la lencería femenina.

Es incómoda y le ha costado bastante dinero, pero ahí la lleva puesta, bajo unos disimulados pantalones chinos y una blusa celeste, un conjunto que siempre es una apuesta segura por su contraste con su dorada dermis.

Con un temblor insoportable, su dedo pica el timbre del telefonillo del alfa, sabiendo que el momento está cerca.

No es tonto, a pesar de las creencias que tiene, jamás en su sano juicio dejaría pasar el hecho de tener la oportunidad de estar entre los brazos de Min Yoongi, aunque fuese un minuto, por ello lleva también condones y lubricantes, siendo ese su momento más vergonzoso en su corta existencia.

Solo por lo que pudo suponer hace un par de días, no le vale otra talla que no sea la XXL.

Lo único que necesita es tener el valor de tomar la iniciativa, está seguro de que eso le gustará al alfa, aunque no le va a dar tiempo a hacerlo, pues conforme se abren las puertas de la casa, el mayor le recibe en una diminuta toalla que le tapa solo lo justo y Taehyung jura, que se si agacha, no cubrirá nada.

— ¿Vienes duchado? — pregunta el alfa, sonriendo de mientras se lleva una afirmación.

Es frio y lo sabe, pero no ha podido dejar de pensar en el omega en esos dos días, la impaciencia lo ha llevado a arrastrarlo hacia dentro de la vivienda, tirando por todos sitios en bonito conjunto que lleva, dejándose delirar por la mezcla de aromas tan fuertes que suelta el menor, todo hasta que lo tiene respirando entrecortadamente en uno de sus sofás, sonrojado en cada parte de su cuerpo y con su pene atrapada en unas bonitas bragas de encaje negro.

— No te hacía tan atrevido, Taehyungie — canturrea, subiéndose en sofá mientras se acomoda entre sus piernas — ¿Qué traes en esta bolsa a la que te aferras tanto?

El alfa se la arrebata, viendo con gran satisfacción cómo un bote grande de lubricante y una caja de doce condones están dentro de ella; Yoongi la saca, obteniendo uno e ignorando que la caja se encontrase abierta ya.

— Te pagaré por esta hermosura, pero ahora mismo me molestan demasiado.

Taehyung ve, con pena, cómo su dinero es desgarrado a causa de un alfa bruto que rompe sus braguitas, dejándolo como su madre lo trajo al mundo, aunque tampoco piensa mucho, pues su atención se ve capturada por Yoongi, que lo besa, subiéndose encima de él para envolverlo con su cuerpo.

Un gemido los detiene cuando la toalla se deshace de la ecuación y la gran hombría de Yoongi entra en escena, rozándose con la suya.

Celebrity scandal ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora