Celebrity scandal ♡ YoonTae

Cap FINAL

Ha llegado esa fiesta occidental que como tantas otras ha recorrido el mundo e independientemente de tu religión o creencias las personas se visten con sus mejores galas y pasan la nochebuena con las personas que más aman, y justo eso está pasando en la casa de los Min, que celebran su décimo sexta navidad en familia.

Con una sonrisa hermosa y más madura, el omega de esa familia da los últimos retoques a la mesa a la espera de que sus hijos y marido aparezcan en algún momento, aunque no tan contento porque sus suegras y padres también vienen.

A pesar de todo, la relación con ellos mejoró, inclusive a las señoras Min se les ocurrió la feliz idea de fusionar los restaurantes de la madre de Taehyung con sus empresas y claro, al omega ya no le hizo más falta montar escándalos propios de una celebridad, él ya era más millonario de lo que se podía haber imaginado.

Ahora es su hija Dakho la que va a hacerse cargo de esa parte de la familia, desde pequeña ha sentido interés por las empresas y la restauración, además que cuenta con la ventaja física de ser una hermosa alfa de asiáticas facciones, de larga cabellera azabache y una frialdad que se acompaña de forma perfecta con su dulzura natural.

Sin embargo, su hija mayor es modelo, tal como lo es él todavía y también quiere entrar en el mundo de la actuación, como al final acabó haciendo Yoongi, que después de tanto teatro televisivo, decidió probar suerte y ahí está, dedicándose a los dramas y siendo el amor platónico de la mitad de Corea del sur y del mundo.

Yeongho solo quiere estudiar medicina estética, es inteligente y escrupuloso con sus estudios, aunque por su especial belleza propia de un omega dominante masculino, ha seguido los pasos de su padre y hermana, dedicándose también al modelaje.

Conforme suena el sonidito de la clave que da acceso a la casa, el omega se quita el delantal, yendo deprisa a saludar a su familia, viéndolos hermosos después de una tarde de belleza facial, masajes y risas; los hijos, ya acostumbrados dejan espacio a su papi para que vaya a perderse entre los brazos del alfa.

Como tres buenos adolescentes no pueden evitar poner cara desagradable cuando Yoongi y Taehyung se funden en un fogoso y pasional beso de bienvenida.

— Estáis ya muy viejos para esto — bufa Dakho, dejando su abrigo — ¿No deberíais comportaros respecto a vuestra edad? — ambos la ignoran, mirándose como si estuviesen solos — si alguna vez tengo una pareja no seré así de pegajosa.

— Estás precioso, amor — susurra Yoongi, viendo el conjunto que se ha puesto Taehyung — y tú, niña insolente, déjame tratar a tu padre como me dé la gana.

— Mis amigos dicen que sus padres no se llevan así — continua Baekho, andando hacia la mesa — parecéis adolescentes, ni yo soy de esa forma.

Ambos padres levantan una ceja, viendo que su hija se pone colorada y huye mientras su otra hija se golpea en la frente y Yeongho se ríe de la metida de pata de su hermana, llevándose su hermosa melena rizada azabache hacia atrás.

— ¡Preséntamela! — exige Taehyung, más furioso que Yoongi — en esta familia no tenemos secretos.

— Papi, papá te va a llevar a cenar a un hotel de lujo, nosotros cenaremos con las abuelas — interrumpe su cachorro, haciendo que se desvíe la atención a eso; Yoongi mira mal a su pequeño pues era un secreto, pero rápidamente su omega lo abraza y se le pasa, emocionado por tal evento.

— No voy a ser yo quien me niegue a no cenar con las abuelas — ronronea, pegando las frentes con Yoongi — ¿Nos vamos? ¡Baekho quedas al mando!

El alfa asiente, despidiéndose de sus hijos con besos y abrazos, pues van a pasar la nochebuena lejos de ellos, advirtiéndoles que los regalos los abrirán cuando ellos vuelvan al día siguiente, todos en familia.

Poco después Taehyung y Yoongi corren, sin querer encontrarse a las madres.

Una cena con todos los lujos como acostumbran desde hace tantos años, manitas encima de la mesa y miradas cómplices, con un amor que ha madurado y florecido de otra forma, la complicidad propia de una pareja que se dejó de orgullos y secretos, que decidió, a pesar de seguir teniendo broncas, que su vida dependía del contrario y que lucharían contra todo.

Y aquí siguen, con casi cincuenta años y las mismas ganas de unirse con el otro como las que tenían de más jóvenes.

Disfrutando de sus cuerpos mientras le dan uso al jacuzzi del hotel, sabiendo que se aman y desean como lo hacían antes y que ese es un sentimiento que solo van a seguir llevando hacia adelante, nutriéndolo, moldeándolo hasta que por desgracia un día uno de los dos no esté más presente, y el otro, le acompañe.

Porque un lobo una vez que pierde a su pareja, no puede vivir mucho más en soledad.

Y después de una especial noche navideña, de volver a amarse locamente, de recordar momentos divertidos y especiales, de lamentarse en algunas ocasiones por no haber aumentado la familia, llegan a su casa.

Dándoles a sus hijos un regalo extra de navidad que no esperaban.

En la puerta de su casa, alguien ha dejado una caja de cartón con un gatito naranja, otro negro y otro blanco, no parece que tengan mucho más de un par de semanas,

— Yo siempre quise aumentar nuestra familia — dice Yoongi, agachándose a cogerlo — parece que el destino nos ha dado más trabajo que hacer ahora que tus cachorros son unos adolescentes rebeldes que se avergüenzan de sus padres — entonces Taehyung, ve, más enamorado que nunca cómo su esposo alza a los gatitos, sonriente, con el corazón a mil revoluciones — feliz navidad, mi vida y gracias, por estos años que nos quedan juntos, en esta vida y en las siguientes.

Una vez más, Taehyung se alegra de que ese alfa, sea su pareja predestinada.