Celebrity scandal ♡ YoonTae

Cap n11

La sesión de fotos con Jungkook ha sido maravillosa, pero se siente extremadamente agotado y, además, el alfa con el que mantiene un affaire en secreto ha ido un par de veces más a molestarle, por si fuese poco.

Entra en su camerino sin mirar a nada más que su bonito sofá donde piensa recostarse hasta que llegue el momento de marcharse a casa; se tumba, llevándose la mano a la frente puesto que está ardiendo, a él siempre le encantó dormir y por culpa de su mayor, esta noche no ha pegado ojo.

Su trasero aún escuece, pero al igual que eso, la sensación de cosquilleo que le aporta el aroma de Yoongi, lo envuelve.

Taehyung cierra los ojos, sintiéndose extrañamente mejor por el hecho de que su mente lo traicione de esa forma y le haga recordarlo, sintiéndose ahora algo ansioso y cada vez con más calor

Deseoso de verlo.

— Si vas a tocarte, no lo hagas aquí — dice una voz, sobresaltando al omega, que se asusta.

Este se incorpora de un bote, dándose cuenta de que su cansancio es tal que no se había percatado de que Yoongi está sentado en uno de los sillones de maquillaje, mirándolo con su estupenda sonrisa socarrona y un brillo especial en los ojos.

— Sunbaenim, ¿Podría decir que esto ya es acoso? — pregunta, desabrochándose un botón de la camisa por el calor del susto.

— Estás en celo, no puedo quitarte ni un ojo de encima — dice, con pasividad — ni tú mismo te das cuneta de que vas meneando la cola mientras esparces tu olor por ahí, todos los alfas te miran con ojos de cerdos, lo que son — el pelinegro se levanta, andando hacia él — y nadie mira a mis juguetes de esa forma.

— Tengo mi ciclo de calor bien regulado, eso es imposible — se defiende Taehyung, apretándose contra el sofá.

— ¿Ah sí? — pregunta, canturreando.

Los ojos del omega se dirigen a ver cómo la camiseta negra del alfa se desprende de su cuerpo, dejando a la vista su bonito cuerpo de porcelana, cuando sus manos se mueven solas, o más bien, al ritmo de las feromonas de Yoongi, que mecen la voluntad de un omega en celo a su antojo.

Taehyung posa sus cálidas manos en la fría piel del alfa, llevando su nariz al abdomen, queriendo obtener más de ese enajenante aroma.

— Solo las he dejado salir y mírate, estás completamente ido — el alfa levanta con delicadeza la cabeza de Taehyung, que lo observa con los ojos opacos mientras el color de estos viaja lentamente a morado — un omega dominante siempre es un gusto de domesticar.

Sin ningún esfuerzo el alfa tira de él y lo lleva directamente a su boca, enredando ambas lenguas mientras disfruta cómo ese niño bonito está derrotado ante sus encantos, decidiendo darle un poco de placer antes de marcharse a follarlo ininterrumpidamente hasta que vuelva en sí mismo.

Para dolor del omega, es dado la vuelta, aunque poco le dura la ausencia de los labios del alfa, pues este los posa en su nuca; Yoongi ve, maravillado, cómo la sola presencia de sus belfos en esa zona simple hace que Taehyung tenga un orgasmo, del cual, se aprovechará más adelante.

Riega de besos su zona más sensible, adorando cada grado de temperatura del cuerpo de Taehyung que le envuelve, dejando que sus tres dígitos se pierdan más allá de la entrada del omega.

— Sospecho que es la primera vez que alguien te domestica en el celo — dice Yoongi, utilizando su mano libre para bajarse levemente los pantalones — eso está perfecto, a mis juguetes me gusta romperlos yo — la mirada anhelante de Taehyung le apremia, haciéndole sonreír — no sé cuántos días durará esto, pero voy a tener que comprar muchos condones.

El alfa utiliza ambas manos para ponerse el primero de muchos profilácticos y con una de sus manos sitúa correctamente su pene para ir introduciéndose lentamente dentro de Taehyung y la otra atrapa la garganta de este, que lo atrae hacia él, incitándole a mordisquearle la nuca.

El gemido sonoro de Taehyung le obliga a embestirlo sin piedad.

— Por esto odio a los omegas — ríe, sin dejar de mover sus caderas — un pequeño mordisco en la nuca y os corréis — dice, pasando ahora su lengua por la piel v que sepas que jamás te marcaré, aunque me lo ruegues como el omega patético que te convertirás una vez que me ames.

El alfa tapa la boca de Taehyung, que solloza y gime a la vez, absorto y hechizado con los efectos del celo, sin percatarse de todo lo que está ocurriendo.

Pero el ser humano es cruel y mezquino, haciendo que el omega gire su cabeza mientras las lágrimas caen lentamente por sus ojos, en los que brilla un intenso morado en el que se ve reflejado Yoongi, al cual se le coge un pellizco de culpabilidad atípico de él, arrepintiéndose de las palabras anteriores.

— No me mires así nunca más — dice, saliéndose de su interior — es insoportable.

No duda en recibir al omega en sus brazos cuando este se lanza hacia ellos, dejándose besar y volviendo a cogerlo para unirse nuevamente a él, aunque la sensación de victoria que sentía hasta hace unos momentos, va desapareciendo.

Se separan unos segundos para tomar aire, mirándose a los ojos.

— Me vas a volver loco, Taehyung — le dice, dándose cuenta de que es la primera vez de que dice su nombre en voz alta.