⌜En la vida de una celebridad no hay solamente fotos, portadas de revistas, fama y gloria, los escándalos van incluidos en ella ⌟
⇝ Taehyung omega
⇝ Yoongi alfa
¿Sería acaso posible? Es lo que se plantea Yoongi mientras está estrenando su matrimonio con Taehyung, sin poder creerse que esté haciéndolo con él a pesar de haberle jodido la vida.
¿Sería acaso posible si no fuese mi pareja predestinada? Esa pregunta resuena con fuerza en el cerebro del alfa, aún siendo este nublado por los espesos aromas que expulsa el omega que salta seductoramente encima de su pene, sintiendo que podría derretírsele de lo caliente que lo siente en estos momentos.
La lubricación de Taehyung es tan fluida que siente que es la vez que ha tenido sexo de forma más exquisita.
El alfa cree con firmeza que todo esto se debe al maldito destino.
Él, un hombre de férreos principios, que no quiere acabar a guantazos (figurados) como sus divorciados padres, a peleas por los distintos apartamentos de la ciudad y la costa, viendo como su vida de ensueño se acaba igual de rápido que el amor, decidiendo que no quería vivir de esa forma, se encuentra que está derritiéndose en el interior de un omega que le ha jodido de forma perfecta.
— ¿Qué se siente al parecer un angelito frente a tu madre? — ríe el alfa, apretando sus nalgas con fuerza, hundiéndolo completamente — ¿Te pone duro que se piensen que no has roto un plato? Me gustaría que te viesen, gimiendo desesperado porque te anude, o recordarte cómo te corriste sólo de chupármela.
El omega aprieta la mandíbula, sintiendo su interior caliente y excitado, furioso por lo mucho que deseaba ser nuevamente tomado por ese alfa, jodido porque tiene razón, en algún punto le pone parecer un ángel.
Y ser un diablo.
— Debería callarse y follarme debidamente, sunbaenim — responde, apretándole el rostro con una mano — y si desea que se la chupe de nuevo, solo pídalo.
— ¿Harás todo lo que te pida? — pregunta, subiendo las cejas.
— No, pero será divertido ver cómo lo intenta — responde, empoderado.
Un calor que le marea sube por el vientre de Taehyung, dándose cuenta de que ha tocado la fibra sensible de un alfa, de su alfa, sintiéndose entre emocionado y asustado cuando este lo voltea con fuerza contra el colchón abriéndole las piernas a todo lo que dan, para embestirle con rapidez.
Ha robado la libertad de ese hombre y no se siente ni lo más mínimo de culpable.
— H-Hará daño a los b-bebés — gimotea, abrumado por la velocidad que cogen las embestidas de Yoongi, que no piensa en nada más.
El alfa, embelesado por las palabras envenenadas del omega, ve cómo este se retuerce de placer debajo suya, bajando los ojos a ver cómo su pene entre y sale de Taehyung sin ningún control, pensando nuevamente que no debería haberse metido ahí nunca, que debería haberse cuidado de acercarse a ese chiquillo.
Pero es que está obligado por el destino, piensa.
¿También le obliga el destino a inclinarse para besar las lágrimas que corren por sus pómulos? Quiere creer que sí, pero ciertamente no todo es el destino, que es el único encargado de hacerlos encontrar, no de que se enamoren el uno del otro.
Aunque eso, todavía, no haya ocurrido.
Nuevamente los labios se encuentran y los cuerpos se enrollan entre ellos, sin dejar el aire pasar, sintiéndose plenos al estar pegados, uniéndose como uno solo durante tanto rato, que olvidan que se odian.
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Debidamente camuflados y a primera hora, la pareja se presenta en el avión para hacer el registro del viaje, aunque ninguno de los dos ha dormido una mierda y les gustaría haberse quedado en la cama.
Ahora mismo no pueden ni mirarse a los ojos, les parece cínico acostarse a pesar de odiarse.
— Cuando lleguemos al hotel, pediré dos habitaciones — informa el alfa, pasando el control — me niego a perderme un viaje gratis donde pueda encontrar lindos betas porque tú estés allí.
— Haga lo que crea conveniente, sunbaenim — dice con simpleza, pasando él el control.
— Me alegra ver que no te enfadas, eso implica que sabes que este matrimonio es una completa farsa — el omega asiente, dándole la razón — solo espero que tengamos cuidado con los paparazzi, esa gentuza está en cualquier esquina.
— Pues guardese el pene, sunbaenim — suelta, para después bostezar.
El alfa gruñe ante tales palabras de Taehyung que sigue adelante no sin antes cogerle la mano a modo de engaño, entrelazándole los dedos para parecer una debida pareja enamorada que se dispone a pasar los primeros días de su matrimonio juntos.
— Por cierto — dice el alfa, captando su atención — ¿Qué quieres que sean? A mí me gustaría que fuese uno de cada.
— Ah, pero ¿Va a responsabilizarse de ellos? Pensé que el gran Min Yoongi no se planteaba nada respecto a la paternidad.
— Eres un jodido imbécil, Min Taehyung — escupe, apretando sus manos.
El rebelde corazón del mencionado late desproporcionadamente al escuchar tal apellido, ya se le había olvidado que ahora está casado y esperando bebés, todo lo que quería durante toda su vida.
El precio es un hombre que le odia y una familia de mentira que puede descubrirse en cualquier momento.
