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Un demonio muy diferente.

Presente:

{ BEATRIZ JONES }

—Sara...

La removí desde sus hombros, pronunciando su nombre con preocupación.

—Sara despierta por favor...

Su cabello negro y rebelde caiga sobre su cara, sus ojos se cerrados me traían ansiedad. ¿Acaso no iba despertar jamás? Llegaba mucho tiempo en esa cama.

—Sara necesito que despiertes...

Tomé su mano, estaba fría por el ambiente pero al tocar la mía sentí como mi calor la ayudo.

—Estamos en problemas Sara por favor... solo...

Yo sabia que ella podía escucharme, yo sabía que ella estaba ahí adentro, aunque estuviera dormida, aunque no pudiera moverse, sabía que me escuchaba. Apreté más su mano sintiendo la suavidad de su palma y agaché la cabeza, si ella no despertaba no sabía que iba a hacer, no podía irme sin ella, no podía solo dejarla en esta habitación, lo había considerado, pero mi conciencia no estaría tranquila en ningún momento.

Así que solo esperé y puse todas mis esperanzas en transmitirle algo, al tocarla, al sentir su piel contra la mía, sabía que había una conexión, que de alguna manera podía proyectarse en su mente y encontrarla, hacerla despertar.

Sara por favor...

Sara sé que estás ahí.

En mi mente solo se oía un silencio rotundo, como si estuviera en lugar completamente oscuro y yo fuera la única cosa allí.

Sara despierta...

¡Ahora!

¡Despierta!

Recordé cuando recién llegó a Rulynson el primer día, sus ojos verdes fueron lo primero que noté de ella.

Recordé cuando agarró una bandeja desordenada de comida y se sentó a mi lado en la mesa, yo siempre comía sola.

Recordé como me defendió de Mayumi al querer matarme.

Recordé ese día en el cuarto cuando jugamos con almohadas y nos reímos, ese día lo sentía tan lejano pero tan cerca a la vez, era como recordar algo que me hacía feliz entre tanto caos.

Una lágrima rodó por mi mejilla y apreté mucho más su mano, aunque me doliera, aunque temblara al hacerlo, tenía que hacerla despertar, por su bien y por el mío. Alcé la mirada y ví sus ojos aún cerrados.

Sara por favor...

Rogué que lo hiciera, que si podía, que debía hacerlo. Hasta que su dedo se movió sobre mi mano, ahí toda mi fé despertó, abrí los ojos hasta el límite y entonces cuando la miré recostada en la cama, sus párpados empezaban a moverse y sentí un gran alivio, como si finalmente hubiera logrado lo que quería...

Sara despertó de golpe, respirando con rapidez y pasmo.

—¡Sara!

Ví como pasó de tener una gran calma a respirar con agitación, así que la calmé.

—Ssshhhh —acomodé su cabello y traté de calmarla —. Estas bien, estoy aquí.

—Bea... ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Jeremy? —comenzó a hacer preguntas —¿Dónde estabas tu...? ¿Cómo llegaste...?

—Sara nececito que te levantes —la interrumpí ya que el tiempo era muy valioso ahora y ella lo hizo, se sentó en la cama haciendo gestos de dolor, de seguro por los golpes que había recibido, se le notaba. Yo la ayudé en todo lo que pude y noté en su cara que no entendía nada de lo que pasaba y me pregunté desde cuándo tiempo estuvo inconsciente.

Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora