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El bosque tiene más secretos que árboles

SARA GRACE

—Sara, dime cuantos dedos ves aquí.

Presley me puso la mano en la cara, mi visión había vuelto a la normalidad o... eso creía..

—¿Cinco?

—Son cuatro.

—Ya lo sabía.

Ella respiró profundo y luego se puso las manos en la cabeza en un gesto de frustración, yo estaba sentada sobre la camilla de la enfermería, con dos algodones metidos en la nariz y un poco de sangre seca en mis manos.

—Mierda, las cosas se ponen cada vez peores...

—Dímelo a mí.

Tomé unas curitas que estaban un recipiente de aluminio y comencé a pegarmelas por todo el brazo.

El evento ya había terminado y la entrenadora nos había mandando aquí por dos razones.

La primera era que tenía la nariz sangrando.

Y la segunda, creo todos se dieron cuenta de lo drogada que estaba cuando dije aquellas palabras en el evento.

Lo cual era lo más preocupante ahora, no sabía que consecuencias me traería, solo sabía que yo no le estaba dando importancia.

De repente se abrió la puerta de la enfermería y entró alguien, era Hasley, no esperaba verla aquí pero traía algo en sus manos, era una bandeja y una taza.

—Gracias Hasley.

Presley se le acercó y tomó la taza para luego correr hacia mi. ¿Acaso ella la había mandando a traer eso?

—Tomate esto Sara, es té, te ayudará a bajarte lo volada que estás.

Me lo extendió.

¿Yo? ¿Volada?

Tal vez un poquito.

—No me gusta el té.

—¡¿Y como piensas competir en los juegos en ese estado?! No tenemos mucho tiempo Sara, así que bebe.

Aunque mi cabeza no estaba razonando bien, se veía que Presley estaba preocupada por mi y yo también debería estarlo, porque era cierto, todo lo que decía, la droga que Jeremy me había puesto en ese vino era fuerte y si no podía ni ver con claridad para dentro de unos veinte minutos, todo se iría al carajo.

¡¿Cómo competiría en los juegos?!

Reacciona Sara.

Recuerda que el futuro de Bea, depende de ti.

Agarré la taza con té y me lo tomé poco a poco, lo caliente del líquido pasó por mi garganta y me hizo sentir más relajada, pero aún así, había veces que los mareos aparecían junto a los pensamientos de locura, debía sacar eso de mi mente.

—La entrenadora quiere que nos alistemos en los vestidores, los juegos comenzarán a las seis y ya todas están allá —Nos avisó Hasley y Presley volteó a mirarme.

—Debemos irnos.

—Aún no me siento completamente bien —dije y me bebí el último sorbo de té.

—No hay tiempo Sara, tendrás que mantenerte sobria todo el tiempo que puedas, sé que lo lograrás.

El que Jeremy me haya drogado era una gran desventaja para mí y eso lo podía ver ahora, pero tampoco podía abandonarlo todo, debía hacer lo que pudiera, dar todo lo que tenía, para eso había estado esperando este momento ¿No?

Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora