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No pises el escenario o te pisaran a ti.

{ BEATRIZ JONES }

Luego de morir, no ví más que un fondo negro y vacío, como si todo se hubiera apagado, como si la vida en realidad nunca hubiera existido, como si yo jamás hubiera estado aquí. Pero sabía que en realidad no estaba muerta, no despues de escuchar los gritos de Robbie en la lejanía y en verdad yo nunca supe lo que estaba pasando.

Pero si sabía que había logrado vencerlo, de una manera u otra.

Y cuando menos lo esperé.

Volví a la realidad.

Desperté en aquella oficina como si hubieran pasado mil años, pero lo peor no fue despertar, lo peor fue ver a mi alrededor y darme cuenta de la situación.

Todas las cosas estaban tiradas en el piso, los libros de una pequeña biblioteca, papeles, plumas y cosas muy específicas que de seguro pertenecían a la directora Caitlyn estaban regadas por todas partes, parecía como si hubiera pasado un terremoto aquí, también estaba Robbie y su cuerpo inconsciente.

No sabía si estaba muerto o no.

Así que fuí de inmediato hacia él y le tomé el pulso de la muñeca, si, aún tenía, estaba vivo y eso me alivió.

Yo nunca quise matarlo, al menos Beatriz Jones no, lo que haya hecho para salir de ese lugar me tenía sin cuidado, lo único que me importaba era que estaba de nuevo en la realidad, pero Sara no estaba por ningún lado...

Me pregunté si ella había notado lo que me estaba haciendo Robbie, me pregunté si ella no se preocupó por mi. Quizás ella no sabía que Robbie intentaba matarte... y solo se fue a buscar a Jeremy ya que no podía hacer nada.

No tenía idea de que pudo haber pasado, pero tenía que buscarla.

Iba a irme, no me importaba ahora lo que pasara con Robbie, él se buscó esto, incluso le ofrecí ayuda desde un principio.

Pero ya saben lo que dicen:

No puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.

Me levanté y caminé a las puertas para salir de la oficina pero escuché una voz.

—¡Este ponche de frutas está buenísimo! ¡Más de eso!

Venía directo hacia acá, así que decidí esconderme detrás del escritorio de madera, me senté y menos mal el escritorio me cubría todo el cuerpo. Escuché la puerta abrirse y unos pasos adentrarse a la oficina, sabía que alguien se dirigía hacia acá.

No me atreví a sacar la cabeza porque podría verme, hasta que ví algo brillando en el piso, era un polvo compacto que se había caido, de seguro de la directora Caitlyn, lo tomé y ví que tenía un espejo, así que lo usé para mirar quien estaba en la oficina, sacándolo por un costado del escritorio traté de que el espejo apuntara hacia allí y me reflejará algo.

Luego de varios intentos, por fin pude verla.

Era Espina.

Debí reconocerla por la voz pero en realidad solo la había escuchado muy pocas veces. Tenía puesto un vestido pegado de lentejuelas rosas, el cabello suelto como siempre, pero elegante y peinado, y su extravagante maquillaje. Ella se encontraba al lado de Robbie, revisando su pulso y pareció como si se hubiera dado cuánta de que aún seguía vivo, aunque su expresión no mostró alguna preocupación de su parte.

Su mirada viajó a todas partes de la oficina quizás preguntándose ¿Que había pasado? ¿Por qué este desorden? ¿Pero acaso ella venía a buscarlo? Volví a esconder el espejo, ya que si se daba cuenta de que Sara y yo no seguíamos encerradas en la habitación, de seguro le diría a Jeremy y quien sabe que me haría.

Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora