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La muerte y el romance van de la mano estos días.
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Las selecciones estaban por comenzar, eran las tres y media de la tarde, ya todos habían almorzado, ya todos estaban en su maxima energía, ya todos estaban preparados para competir por un puesto en los equipos deportivos. Había un gran alboroto por los pasillos, todas las chicas estaban realmente emocionadas por ver a los chicos en acción, ya sea para fútbol, básquet, ajedrez, natación o arquería... todas las selecciones serían a la misma hora y tu podías elegir a cual ir.

Sin embargo, yo no tenía esa opción, me había encontrado a la coordinadora Agatha y me informó que como era ayudante de intermedio, debía ir a los vestidores de la cancha en dónde se harían las selecciones de arquería, allí estaría Presley y debía ayudarla, así que estaba llendo para allá.

Cuando llegué pude ver qué había varias secciones o varias puertas un pasillo recto, cada puerta era para un deporte. Busqué la de arquería y la ví casi al final, cuando llegué la abrí y ví que había muchas chicas en ese cuarto, algunas preparandose, otras hablando y otras que pasaron a mirarme cuando entré. Yo no perdí tiempo y busqué a Presley, la ví sentada en un pequeño sofá que estaba en el rincón, mirando su teléfono.

Me dirigí hacia allí.

—¡Presley! ¡Ya estoy aquí! ¿En qué te ayudo? —le pregunté. Ella siguió mirando su teléfono, con una tranquilidad que nadie le quitaba.

—Traeme mi ropa supongo... —contestó con algo de indiferencia. Yo asentí a su pedido y miré hacia todos lados en busca de su ropa, pude ver un tendedero a lo lejos, me imaginé que esos eran. Caminé hacia allí y noté que todas tenían una bolsa de plástico encima, busqué la ropa que dijera el nombre de Presley y cuando la encontré se la llevé de inmediato.

—Aqui está... ¿algo mas? —volví a preguntar. Presley se rio mirando su teléfono, de seguro vió algo que le resultó gracioso o que se yo —Presley... —volví a llamarla y ya recién notó que le había hablado.

—Oh.. si, tráeme mi arco y limpialo.

—¿Dónde está tu arco? —inquirí mirando a ambos lados y creo que no debí hacer esa pregunta porque Presley me miró con desesperación.

—Eres mi ayudante, deberías saber en dónde está mi arco —me regaño.

—Lo siento... yo...

—Búscalo en mi cuarto, debe estar allí.

Yo abrí los ojos.

—Tu cuarto está muy lejos de aquí... ¿Por qué no lo trajiste cuando...?

—¿Eres mi ayudante o solo te vienes a quejar? Ve y tráelo... yo misma me pondré esto —señaló la ropa, aunque no quería, no me quedó más que hacerlo.

No sabía porque pensé en ser ayudante de Presley en primer lugar, creo que pensé que sería diferente...

Si, quería estar cerca de ella, pero cuando se trataba de mandar o dar órdenes era muy estresante, así que no lo estaba disfrutando tanto...

Me di la vuelta y justo cuando iba a salir por la puerta me encontré a Sara y a Haley riendo, pero se detuvieron al verme, yo también me detuve en seco cuando las ví.

Sara ya tenía puesta su ropa para las selecciones, solo era un licra negra, unos tenis y una camisa azul clara simple, también tenía una especie de equipamiento que solo consistía en un protector de pecho del lado izquierdo, unos guantes de cuero en sus dos manos y el número 30 en su pecho. Hasley cargaba su arco, no era tan grande, me imagino que eran arcos de prueba que se encargaba de dar el internado para este tipo de selecciones.

Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora