Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024

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Advertencia: capitulo largo pero interesante ;)

La verdad te puede estar asfixiando pero a la final te gusta ser asfixiado.

¿Por qué mi padre les mintió a todos?

De pronto se escucharon los aplausos, cualquier reacción de sorpresa del público ya se había ido, ahora solo había emoción, silbidos, gritos. Ahora las personas creían en un culpable que era totalmente falso.

Por favor.

Díganme que esto no estaba pasando.

Ví que había cámaras apuntando hacia aquel atroz animal, ví los flash alumbrar a mi padre mientras sonreía y mostraba al animal encerrado. Sabía que esto saldría en las noticias, sabía que esto solo un engaño para lograr convencer a las personas de que todo estaba bien.

Cuando las cosas solo estaban siendo peores.

Traté de llamar la atención de mi padre moviendo mis brazos en el aire y soltando, nesecitaba hablar con él en este momento, pero todo era un alboroto como para que él pudiera distinguirme entre tantas personas. Así que me rendí y decidí que yo misma debía encargarme de esto.

Sabía que Hanna no estaba aquí.

Sabía que algo le había pasado.

Quizás Sara ya la había capturado o quizás solo estaba en el baño cagando.

No sabía.

Pero debía encontrarla.

Volví a entrar por la puerta del internado, la misma por la que había salido y aquí el silencio reinó, ya no se escuchaba los gritos de miles de adolescentes ebrios, el frío también había disminuido y ahora solo era yo y unos largos pasillos.

Caminé rápidamente por todo ese lugar pensando que los dos internados Rulynson eran exactamente iguales en cuento a las ubicaciones, pero ahora me daba cuenta de que no era así, las cosas aquí eran diferentes y quizás no estaba lo suficientemente familiarizada para andar por aquí como una loca.

Podría perderme.

Pero no me importaba.

Siempre y cuando lograra saber algo de Hanna...

En mi búsqueda por la seguridad de mi amiga, me percaté de algo que me llamó la atención, era una puerta, aunque en realidad eran dos unidas, la madera tenía un color rojo que la hacía resaltar, ví que no estaba cerrada, una de ella estaba medio abierta lo que me hizo dudar aún más. ¿Alguien había entrado aquí?

Tomé el pomo y como la metiche asomé mi cabeza para ver.

Lo que ví fue un pasillo recto.

Qué era decorado por lámparas de velas, una alfombra de terciopelo roja y al final solo había una cortina que se hacía pasar por puerta pero que a la vez te daba una sensación de misterio e intriga.

¿Que había allí?

¿Qué era este pasillo?

¿Por qué me daba una sensación tan extraña?

Caminé lentamente hasta adentrarme, mis tacones pisaron la alfombra ocultando todo sonido que pudieran hacer. Llegué hasta la tela y la observé, parecía suave como si con un solo movimiento podría ver lo que había detrás de ella, pero no estuve preparada...

¿Y si aquí estaba Hanna? ¿Y si estaba apunto de descubrir la verdad?

Esto era demasiado extraño para estar en un internado, pero todos escondemos secretos y quizás...