Los ojos detrás
de un antifaz
SARA GRACE
Cerré la puerta detras mi, tomando algo de aire porque por alguna razón me había faltado, pero ahora el ambiente era menos tenso, ahora podía escuchar la música, las voces de las personas y un ligero olor a alcohol por el aire.
Retomé la compostura y miré hacia los sofás en dónde había estado sentada junto a Bea, pero me tomó por sorpresa porque...
Ella no estaba.
Se me hizo raro por unos segundos, ya que este lugar no era muy grande y no pudo salir porque yo estuve todo el tiempo en las escaleras con Jeremy.
Así que la busqué con la mirada.
Y la verdad... no hubo mucho que buscar, a los segundos la pude ver.
¿Recuerdan que dije que había una sección con una mesa para jugar Pool? Bueno ella estaba ahí, sentada en el borde de la mesa, con un palo de billar en su mano y a su lado...
A su lado estaba Hanna.
Quien también tenía un palo de billar y le estaba hablando de algo que no podía escuchar, pero Bea parecía prestar atención.
¡Me fuí por unos putos cinco minutos y ya Hanna volvió a entrometerse!
¡¿Que mierda pretende?!
Me quedé observarlas por unos segundos más, Bea se levantó de la mesa y se colocó de frente, luego Hanna comenzó a decirle otro par de cosas, parecía estar explicándole algo, para después ver cómo Bea se inclinaba en una posición específica con el palo de billar apuntando hacia una bola.
Le estaba enseñando como jugar.
Eso era lo que estaba haciendo.
Las venas me quisieron arder pero decidí no estallar por ahora, seguí observando.
Hanna movía la boca, diciéndole y diciéndole cosas que no podía escuchar, llegó un momento en dónde Bea se rió, aún en la posición en la que estaba y le dijo algo ella también.
¿Por qué se había ido con Hanna?
¿Por qué seguia hablando con ella cuando sabe que a mí no me agrada?
Ví como Bea intentó darle a una de las bolas pero falló y Hanna comenzó a reírse, ella también lo hizo y creo que pude escuchar algo como: “soy muy mala perdon” y luego más carcajadas.
Parecían divertirse, mientras tanto yo estaba que me partía los dientes de lo apretados que estaban. Hasta que llegó un momento en el que ya fue suficiente para mí, porque Hanna se colocó a un lado de Bea, en una posición en dónde le enseñaba como colocar el brazo para poder darle a la bola. Me quedé sin aliento al ver cómo la tocaba...
Sentí un revoltijo en el estómago.
Sentí que iba a prenderme fuego.
Sentí... ¡AAAAH!
¡¿Por qué mierda tenía acercarsele de esa manera?!
Y el colmo es que Bea si logró darle a la bola, consiguiendo su objetivo. Se vió feliz, se reincorporó y dió saltitos en su mismo lugar, emocionada por su logro. Hanna la felicitó, con su actitud hipócritamente optimista y yo ya no tardé mi dos segundos en dar un pasó hacía adelante e ir directo hacia ellas.
La primera en notarlo fue Hanna, quien cambió abruptamente su cara al verme acercarme. Sin embargo, en cuento llegué, no hice un escándalo, no le grite directamente todas las groserías que se estaban pasando por mi cabeza.
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Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024
Misterio / SuspensoDos internados. Uno de chicas y otro de chicos. Pero desafortunadamente en uno de ellos ocurre una trágica y misteriosa muerte que venía acompañada con un mensaje en las paredes de los internados: "Los demonios serán exterminados y no habrá piedad"...