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El mensaje que casi
atraviesa un cráneo.






SARA GRACE

Jones y yo corrimos hacía el invernadero.

Ya que ahí se suponía que se encontraba Bea. Recuerdo que ella había dicho que iba a estar junto a Hanna haciendo lo de jardinería así que mi cabeza pensó en millones de posibilidades.

Pensé en que si le había pasado algo grave... iba a culparme de nuevo por no poder protegerla. En ese momento pude darme cuenta del trauma que había generado todo lo que había vivido en el pasado, el estar en un estado de supervivencia todo el tiempo, tener que protegerla de los ataques de Jeremy... todo eso, me llevó a sentir que si la dejaba sola unos segundos, que si no estaba con ella... cualquier cosa podía pasarle o lastimarla.

Los traumas eran mi peor enemigo en ese momento.

Cuando Jones y yo cruzamos las puertas, ambos teníamos la misma expresión en la cara. La expresión de alguien que había estado corriendo y ya no le quedaba aire, que estaba sudoriento, alarmado, preocupado.

No tuvimos tiempo de respirar cuando ya estamos analizando la situación.

Bea...

Estaba sentada en una silla cerca de un caminito de flores que reconocí como sus lirios, luego a su lado estaba una enfermera, también sentada y algo le estaba haciendo a su brazo...

—Beatriz... —Jones corrió hacia ella.

Pero yo no pude hacerlo, me quedé mirando como su brazo derecho tenía una gran herida, lo que le estaban haciendo era suturando su piel. Me acerqué observando como Jones la abrazó apenas llegó y miró toda la escena con preocupación.

—Pensé que era algo mucho peor... —confesó, soltando el aire que había contenido— ¿Pero que estoy diciendo? Esto es también es terrible ¿Que pasó?

Eso era lo que todos queríamos saber.

—Papá... yo...

—Bea. —yo la interrumpí y ella me miró de inmediato. Sus ojos estaban lagrimeando, tenía la nariz roja y los labios pálidos, observé como hizo un gesto de dolor cuando la aguja volvió a entrar en su piel.

—Estoy bien —fue que salió de su boca—. Solo tienen que suturarme y estaré bien.

—La herida es profunda, tardará tiempo en sanar... —la enfermera dió esa información y volvió a clavar la aguja en su piel ensangrentada.

Yo no entendía.

¿Cómo le había pasado esto?

Observé detrás de ella, no la había notado por estar centrada en su herida, pero Hanna también estaba aquí. Tenía los brazos cruzados, nisiquiera le daba la cara a nadie, solo tenía la mirada preocupada y perdida en algún punto del suelo como si estuviera tratando de evadir todo.

¡¿Por qué?!

¡¿Por qué ella no decía nada?!

Di un paso adelante pero como si Bea supiera mis intenciones, me detuvo:

—Sara. —miré su rostro y me decía claramente con la mirada que no hiciera nada, que me quedara quieta—. Esto fue todo mi culpa, me caí encima de una maseta, no se como pasó y me corté, pero estoy bien... ¡Enserio! Ya pueden estar tranquilos.

El director Jones se supo los dedos en el puente de su nariz, como si estuviera agotado.

—Sabía que dejarlas hacer esto solas no eran tan buena idea.

Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora