Sara...

Mi cuerpo de pronto tuvo un espasmo que me hizo despertar de golpe. Abrí los ojos, sintiendo aquello y claro, otra vez volví a tragar agua pero está vez...

¿Fue diferente?

No sentí que me ahogaba, no sentí esa horrible sensación de cuando se te mete el agua por la nariz y te arde todo en el interior.

Esa vez solo...

Solo...

Traté de gritar en un impulso desesperado pero solo salieron burbujas de mi boca. ¿Pero como? ¿No me había desmayado hace unos segundos? ¿Había despertado? ¿O seguía conciente? ¿Y por qué no sentía que me faltaba el aire?

Mi cuerpo ya no estaba boca arriba, sino que por alguna razón se había acomodado como si estuviera parada. Pero es que yo no estaba parada, seguía flotando abajo en el agua, tan abajo que nisiquiera se podía ver ya la luz de la superficie.

Estaba descendiendo cada vez más.

¿Pero que tan profundo era este lago?

Al mirar hacia abajo tampoco veía nada, solo negro, solo oscuridad...

Ay no.

¡¿Que carajos estaba pasando?!

Parecía que por un instante perdí la conciencia pero de un momento a otro desperté y ahora... ¿No me faltaba el aire? Era como poder respirar bajo el agua, pero yo no sentía realmente que respiraba, solo que de alguna manera estaba existiendo en esa oscuridad terrorífica.

¿Y si intentaba nadar hacia arriba para ver si podía salir aquí?

Intenté hacerlo, de verdad que le puse todas las ganas, pero fue imposible subir, ya que como había dicho antes, algo me hacía descender, como si una ligera corriente estuviera bajando cada vez más y me llevaba consigo.

¿Pero que tanto podía bajar?

¿No había un fondo?

Volví a mirar hacia abajo.

Y noté algo que claramente no estaba cuando había mirado la vez pasada. Había aparecido un pequeño punto de luz debajo de mí.

Si...

Eso era.

Luz.

¿Pero como?

¿Luz que provenía de abajo?

¿No sé supone que debía ser arriba?

Volví a mirar con atención, notando al mismo tiempo que el agua fría ya no me afectaba tanto el cuerpo y podía moverlo con más facilidad; El punto se hacia cada vez más grande a media que yo descendía, indicando que seguramente era una especie de salida.

No entendía cómo carajos podía haber una salida debajo de la laguna pero...

Debía salir de este lugar.

Debía creer en que esa luz llevaba a alguna parte.

Debía... ¡Intentarlo!

Así que como pude puse mi cuerpo en dirección a la luz y nadé hacia ella, como la corriente iba en esa dirección, fue aun más facil y prácticamente me llevó. Era cierto, cada que me acercaba el circulo de luz se hacía mas grande, las esperanzas crecieron, mi corazón latió con fuerza y estuve segura de que saldría sana y salva de ese lago.

Pero cuando luz me pegó directo a la cara y me nubló la vista, fue tan aturdidor que cerré los ojos y en ese momento no supe que pasó. Solo que seguí avanzando y de un momento a otro yo...

Los Internados Rulynson - Cazadores Y Demonios © 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora