Cosas del Destino. (Avocato x Lectora)

Capítulo 45.

- Pero... - Suelta un suspiro.

- Nada. - Digo antes de que pueda decir cualquier otra cosa. - Sal, esta afuera esperándote.

- Pero... ¿Y si no lo quiere...?

- Si en verdad no quiere al bebé, lo asesino, y ya. ¿Quién dice que no puedo ser un papá/tío? - Le doy un fuerte abrazo, y ella ríe.

- Es verdad.

(NARRA AVOCATO)

Estoy frente a nuestra habitación, arrecostado a la pared, ansioso, y a la espectativa de qué pasará.

Oigo como terminan de hablar, y escucho la puerta abrirse. Una figura hermosa, un cuerpo detallado y una carita como de una princesa sale de la habitación.

- Nena, yo lo siento mucho, de verdad. - Antes de poder siquiera seguir hablando, se abalanza sobre mí, casi votándome. Con un fuerte abrazo mientras casi llora. - No quería ser malinterpretado. - Le devuelvo el abrazo sin soltarla, casi llorando. - Estoy muy emocionado por esto, soy feliz, me has hecho el hombre más feliz del mundo, pero... Solo creí que era imposible, y por eso no tomé medidas...

- ¿Qué importan las medidas? - Se seca las lágrimas en mi camisa. - Vamos a ser papás.

- Si, nena, pero... - Solloza. - Estamos tratando de salvar al universo, mi plan no era tener un bebé.

- Sé que será complicado, pero podemos tenerlo, cuidarlo, amarlo, y protegerlo con cuerpo y alma.

- Será mucho más complicado que simplemente cuidarlo como una pareja normal, en un planeta, con una casa normal, en vez de una nave casi destruida mientras planeamos matar a titanes.- La abrazo más fuerte para que no me suelte.

- ¿De verdad lo amas?

- Ni siquiera lo conozco, y ya lo amo más que a mí mismo.

Pasan las horas, y ella no se me despega. Solo quiere estar conmigo, y cuando estoy trabajando, me mira con... Unos ojos bastante hermosos.

Cuando me muevo, ella va detrás de mí, sin decir una palabra, si acaso un comentario.

- ¿Estás bien, mi amor? - Pregunto. - ¿No ocupás nada?

- No. Estoy bien. - Se sienta en el piso, con las piernas en indio.

- ¿Qué me miras, entonces? - Preguntó, tratando de sonar adorable, en vez de intimidante.

- Es que te ves muy guapo y atractivo reparando cosas, y todo... - Me dice.

No respondo nada, en vez de eso, voy hasta ella, la abrazo, y le dejo un fuerte beso en la frente.