Episodio 24.

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- No es nada, es lo menos que puedo hacer.

Me miró a los ojos.

"Dios mío, como extrañaba ese brillo en esos cálidos ojos"

Me acarició la mejilla y me besó. Nuestros ojos se cerraron. Mis manos se diriguieron a su rostro, a acariciarlo.

Después, Avocato se durmió y yo seguí en mi lectura. Little Cato tocó a la puerta. La abrí.

- Haz un poco de silencio, tu padre está durmiendo.- Le susurré.- ¿Qué es lo que quieres, niño?- Le acaricié la cabeza... como cuando se la acaricié a Avocato cuando nos conocimos.

- Primero, quería... perdonarme con papá, y segundo agradecerte.

- ¿Por qué?

- Porque me cuidaste mientras papá no estaba, y no te importó que te... tratara como lo hice.

- No me importa, como había dicho antes.- Me hinque para quedar a la altura de Little Cato.- Eres importante para él, entonces eres importante para mí.- Lo abracé.

- Te quiero.- Me sonrojé. Nunca nadie, ni siquiera mi hermano, me había dicho que me quería, Avocato me lo decía sin palabras.

- Yo también. Ahora ve a dormir, es tarde. Le diré a tu padre que viniste, pero ahora está mal.

- ¿Mal? ¿Como mal?

- Tiene un corte horrible, y esta cansado. Mañana estará mejor.

- Bueno, buenas noches.

- Buenas noches, Little Cato.






LA ESCRITORA DE NUEVO SE QUEDÓ SIN IMAGINACIÓN :v

Cosas del Destino. (Avocato x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora